Continuando con el análisis a las películas basadas en Street Fighter que empezamos el pasado jueves, hoy nos gustaría hablaros de la segunda y de momento ultima adaptación del famoso videojuego a la gran pantalla, que llevaba por título Street Fighter, la leyenda de Chun-Li, estrenada en 2009. Independientemente de quien fuese el protagonista en esta nueva entrega, cuando empezó el baile de nombres la gran mayoría de los fans del juego pensamos que los encargados del proyecto se estaban tomando algunas licencias bastante pronto con respecto a los personajes originales, como la nacionalidad de la protagonista, Chun-Li (la cual no es asiática), la falta de algunos personajes míticos (como Ryu), y la caracterización de otros (como el anciano Gen).
Pero licencias a parte, vamos a centrarnos en la película, que es lo que cuenta. La misma está dirigida por Adrzej Bartkowiak y está protagonizada por Kristin Kreuk, la cual encarna a Chun-Li (de quien podéis ver aquí su reseña como Chica de la Semana) que de niña vio como su padre era secuestrado sin que ella pudiera hacer nada por evitarlo. Unos cuantos años después, Gen, (Robin Shou) un antiguo delincuente que ahora se dedica a defender a los más débiles, le revela que su padre sigue con vida y en manos de un poderoso criminal conocido como Bison. Gen se ofrecerá a entrenar a Chun-Li para que pueda enfrentarse a Bison y así rescatar a su padre.
El argumento en sí no tenía mala pinta, de tal manera que cuando la película se limita a narrar el viaje de su protagonista, su entrenamiento y como lucha para alcanzar su objetivo, el film parece prometer hora y media de razonable entretenimiento, dentro de las licencias comentadas anteriormente. Algunos combates estaban bastante bien planificados y eran, en algunos casos muy puntuales, elegantes movimientos bastante bien coreografiados. Pero lamentablemente la película no se salva ni por esas, ya que de la mitad de la cinta en adelante empieza a hacer aguas por todas partes. De repente empiezan las escenas de acción sin ningún sentido ni coherencia argumental, las cuales parecen fruto de cortes bruscos destinados a recortar la duración de la película, sin importar que eso pueda afectar al producto final que será exhibido en la gran pantalla. Lamentablemente, el director convierte la película en un despropósito tras otro, la cual termina con las esperanzas de los fans de ver una adaptación digna de uno de los mejores videojuegos de lucha de todos los tiempos. Siempre nos quedará la película de animación que fue estrenada en 1994, con una calidad más que excelente, y de la que os hablaremos en los próximos días.
Escrito por José Carlos Cabra
