Hoy es viernes, día de estrenos. Si nos acercamos al cine, nos encontraremos con novedades del género fantástico y de acción en la cartelera, como Millennium, La hora más oscura o The Collector, entre otras. Pero, para los que este finde prefieran mantita y palomitas, esta Casa hace su sugerencia en ELVideoclub. Amigos de lo fantástico, esta semana no se recomendará Viernes 13 (como era de esperar), sino Nivel 13.
“Quería soñar un hombre: quería soñarlo con integridad minuciosa e imponerlo a la realidad”.
Las ruinas circulares, Jorge Luis Borges
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En 1990 se crea una máquina de realidad virtual que permite a los jugadores interactuar en un mundo imaginario ambientado en 1937 en la ciudad de Los Ángeles. Cuando un usuario entra en el sistema, su consciencia es transferida a un personaje de la realidad alternativa. El proyecto es innovador, con la única objeción de que los integrantes de ese mundo desconocen que no son reales. A Ashton, un camarero virtual, le ronda una idea por la cabeza: nadie recuerda haber salido de la ciudad. Ante su curiosidad, pone rumbo hacia la frontera, que le revelará la desgraciada verdad de su existencia. Lo que ve es un abismo de circuitos, las dimensiones del juego todavía en construcción: el fin del mundo.
Ashton no sabe que cuando descubra la verdad será tremendamente desgraciado. |
Nivel 13, dirigida en 1999 por Josef Rusnak, se trata de una película ya emblemática en la ciencia ficción. Con un guión magníficamente logrado, presenta un planteamiento sobre la existencia vital, recogido en otras obras como Matrix, Un hombre en la oscuridad o Nirvana. Su argumento está inspirado en la novela Simulacron-3, escrita en 1964 por Daniel F. Galouye. No es la primera vez que se versiona esta obra literaria en el celuloide, ya que en 1973 se realizó una adaptación alemana para la televisión en dos capítulos: Welt am Draht.
Otra de las grandes bazas de la película es la interpretación de los actores que conforman la plantilla. En ella nos encontramos a un magnífico Armin Mueller-Stahl, así como a Craig Bierko o Vincent D’Onofrio.
El argumento, sorprendente desde su principio hasta su fin, no sólo se asienta en la ciencia ficción sino que está salpicado por el thriller y, en ocasiones, por el cine negro (no en vano, el mundo virtual se ambienta en 1937). Pero, sobresaliendo sobre todo esto, se encuentran los planteamientos ideológicos que hacen que el espectador piense. En este sentido, no sólo se trata de una película de aventuras entretenida, sino que es todo un compendio de razonamientos que estructuran un concepto sobre el que pensar.
Escrito por P. Borrego