A continuación os traemos una entrevista que hemos realizado a la dibujante granadina Belén Ortega, quien ha estado presente en una gran cantidad de trabajos, como son Sugoi Magazine, Ohayo! o Generación sur, además de en revistas especializadas en manga o anime: Shirase, Dokan o Minami. En el año 2007 pudimos disfrutar de su obra Himawari, la cual se ambientaba en el Japón feudal. A continuación, tenéis la mencionada entrevista:
LCDE: ¿Cómo te acercaste al mundo de la ilustración? Sabemos que estudiaste la carrera de Bellas Artes y que desde pequeña te gustaba dibujar, pero háblanos un poco del proceso:
BO: Realmente no llegué a tomar una decisión, ya que desde pequeña dibujaba y es algo que brotó en mí de manera innata. Empecé copiando dibujos de la Tv, lo primero que me entró fue el manga, como Sakura, Sailor Moon… Y bueno, cuando comencé a toquetear internet, yo tendría unos 16 años y lógicamente no estaba tan avanzado como ahora con el tema de las redes sociales. Yo subía mis dibujos a foros y desde ahí me ponía en contacto con gente de Barcelona que montaba fanzines, además la gente opinaba sobre tus dibujos e iban saliendo trabajos de manera amateur, hasta que poco a poco te vas haciendo más profesional.
LCDE: Y aunque ya nos lo has dejado entrever, ¿por qué te decantaste por el manga?
BO: Pues como ya te he comentado, yo veía muchos dibujos de pequeña, incluso Spiderman y así, pero a la hora de dibujar me llamaba más la atención el estilo manga, ya que además, las series que más veía eran Sakura y Rurouni Kenshin. De hecho, esta última fue la que a mí me introdujo en la cultura japonesa y me hizo por un lado profundizar más en dicha cultura y viajar allí y por otro, habla sobre un samurai, que es la temática que inspiró a mi primer cómic profesional que saqué con Glenat.
LCDE: ¿Es difícil abrirse hueco en el mundo del manga dibujando en España?
BO: La verdad es que desde el tiempo en el que yo empecé a moverme hasta ahora, ha cambiado un poco el panorama. Más que difícil, yo diría que los autores que hay se conocen desde hace años y siguen siendo los mismos, aunque hay muchos que se han perdido por el camino, como el fanzine Guru Guru o la Minami. Aún así, muchos han aprovechado este boom y han contado con la ventaja de tener la confianza por parte de editoriales que no pudieron tener tan a mano los primeros que se iniciaron. Glenat por ejemplo nos ha dado la oportunidad a los autores de esta generación y seguramente si hubiésemos comenzado hace años, tal vez no la hubiésemos tenido. Por otro lado, como siempre digo, es difícil porque no hay mercado o competencia, ya que apenas da beneficios suficientes y esto lleva a un proceso que se muere por el camino. Yo creo que lo que hace falta es que haya más lectores de cómic patrio y que se deje de lado ese estigma hacia el manga creado en otros lugares, ya que la palabra manga significa en japonés cómic, y al igual que vemos por ejemplo a Carlos Pacheco dibujando cómic americano, deberíamos poder ver sin problemas a autores españoles dibujando manga y tirar abajo muchos prejuicios.
LCDE: ¿Qué te llevó a crear Himawari?
BO: Como te decía al principio, me apasioné por la cultura japonesa, el país en sí y como muchas veces cuento, aunque yo no hubiera sido dibujante, me hubiera acercado a dicha cultura, tal vez estudiando filología japonesa o quien sabe… Mi interés por la cultura, su idioma y tal, me llevaron a centrarme en ellos para mi primera obra comercial.
LCDE: Finalmente, ¿tienes algún futuro proyecto en mente?
BO: Sí, ya estoy con algo nuevo en mente para EEUU de lo que no puedo dar muchos detalles, pero espero que sea bien recibido no solo en dicho país.