jueves, marzo 28, 2024

En memoria de… Christopher Reeve

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Panini

Christopher Reeve

Si os dijera que citáramos nombres de superhéroes, nos vendrían a la mente el de Bruce Wayne, Hal Jordan, Peter Parker, Matt Murdock o Clark Kent, también conocido como Kal-El o Superman. Y siempre que pensamos en Superman, nos viene a la mente el actor que más hondo caló en todos nosotros y al que más relacionamos con el kryptoniano, a saber, Christopher Reeve, actor que además hizo un extraordinario papel que siguió interpretándolo hasta su muerte fuera de las pantallas, pues también se le puede considerar como un auténtico héroe en su vida personal, siendo el nombre de Christopher Reeve sinónimo de Superman. Por todo lo que sigue significando este nombre y por todo lo que hizo como actor y como persona, creemos oportuno que se merece este homenaje en nuestro “En memoria de… Christopher Reeve“.

Christopher Reeve nació en Nueva York un 25 de Septiembre de 1952 mudándose con su madre en 1956 a Nueva Jersey tras el divorcio de sus padres. Realizó sus estudios en el Princeton Day School, lugar en donde hacía las funciones de ayudante del director de orquesta del instituto y cantaba en un coro local, donde educó su voz de barítono, cultivando también el gusto por la actuación debutando a los 15 años en el Williamstown Theatre Festival.

Christopher Reeve
Christopher Reeve en “Alerta Roja: Neptuno hundido”

Antes de su graduación en la Universidad de Cornell, en 1974, fue seleccionado junto con Robin Williams para estudiar arte dramático en la Juilliar School de Nueva York, interviniendo en una serie de televisión titulada “Love of life“, debutando en 1976 en la obra “A Matter of Gravity” junto a Katharine Hepburn, quien tenía el papel protagonista, además de obtener un papel menor en 1977 en el film “Alerta Roja: Neptuno Hundido” junto a Charlton Heston o David Carradine.

Sin embargo, el papel que le otorgó auténtica fama, prestigio y por el que todos le conocemos, es por el de la película de Richard Donner, “Superman” de 1978, basada en el famoso héroe del cómic de DC. La verdad es que sus características particulares le asemejaban mucho a Superman, pues a pesar de que en su adolescencia tuvo problemas musculares debido a su altura y llegó a padecer asma, con el tiempo se convirtió en un gran deportista, con especial predilección por la natación, el hockey sobre hielo y la equitación con una altura de 1,93 metros y un aspecto de chico sencillo y bonachón, lo cual eran características extraordinarias para acercarse a la interpretación de Superman y su álter ego, Clark Kent. Gracias a su participación para este film, consiguió unos jugosos 250.000 dólares que empleó para mudarse con su esposa, la agente de modelos británica Gae Exton a su nueva casa. Con Gae Exton tuvo dos hijos, Matthew, en 1979 y Alexandra, en 1982.

Superman III
Póster de Superman III

He de decir que a Christopher Reeve se le vio en otra películas como “Deathtrap” y “Monseñor” en 1982 o “Las bostonianas“, “Anna Karenina” o “El Aviador” en 1984,  1985 y 1985 respectivamente, películas muy distintas a las de Superman, pero por las que también recibió buenas críticas por algunas de ellas, como la mencionada “Las bostonianas”; sin embargo, para el mundo en general, Christoper Reeve era Superman y, de hecho, aún lo sigue siendo. Por ello, también hizo del último hijo de Krypton en “Superman II“, “Superman III” y “Superman IV” en 1980, 1983 y 1985 respectivamente. Quizá el que se le identificara tanto con este personaje, hizo que no se viera apenas progreso en su carrera, pero él se llegó a sentir también cómodo con su poderoso personaje pues incluso escribió el guion e intervino en la producción de Superman IV. Además, hubo muchas películas de éxito que rechazó, tales como “American Gigolo” de 1980, “Fuego en el cuerpo” de 1981, “Motín a bordo” de 1984 o “Desafío total” de 1990, entre otras, con las cuales, de haber aceptado, quizá podría haber reconducido su carrera.

Con todo, llegó a participar en más películas como “El reportero de la calle 42“, film de 1987 en donde había grandes expectativas con respecto a Reeve, pero que finalmente, fue ninguneado, siendo su compañero de la película, Morgan Freeman, quien se ganó el apoyo de la crítica, ganando una nominación a los Oscar por este papel. Fue en este año, 1987, cuando se divorció de su primera esposa, Gae Exton, y conoció a la que 5 años más tardes sería su esposa hasta el día de su muerte, Dana Morosini, actriz y cantante que conoció en el Festival de Teatro de Williamstown y la cual le dio su tercer hijo, Will.

En 1993 participó junto a Anthony Hopkins y Emma Thompson en “Lo que queda del día“, sin embargo, fue el año siguiente cuando participó en un film que iba a juntar a dos famosos personajes del mundo del cómic, a saber, Clark Kent y Bruce Wayne o, lo que es lo mismo, Superman y Batman, pues coincidió con Michael Keaton, el Batman de Tim Burton, en la comedia “Speechless” de 1994. También este mismo año actúa en “Above Suspicion“, donde encarna a un detective que queda inválido tras recibir un disparo. Aunque la causa no fuera la misma, parecía ser un augurio de lo que le sucedería poco tiempo después, concretamente el 27 de mayo de 1995, un día que acabó en tragedia. Mientras participaba en un concurso hípico, sufrió una caída del caballo fracturándose dos vértebras cervicales y seccionándose la médula espinal, lo que le dejó totalmente imposibilitado, en una silla de ruedas, sin apenas movilidad, excepto en los dedos de la mano izquierda y con respiración asistida. Sin embargo, a partir de este momento, fue cuando demostró ser un auténtico superhombre también fuera de las pantallas, pues no se dio nunca por vencido.

Speechless
Batman (Keaton) y Superman (Reeves) se juntaron en Speechless

En la primera fase, como es normal, sí sufrió emocionalmente e incluso llegó a exponer a su mujer la opción del suicidio, pero su esposa Dana, resultó ser el mejor apoyo que tuvo en estas circunstancias, lo cual hizo que comenzara una lucha constante por su recuperación y la recuperación de otras personas que se hallaban en su misma situación. Fue considerado como un icono de la lucha ante la adversidad, un auténtico ejemplo a seguir para aquellos que en algún momento han sufrido por cualquier causa y jamás cejó en su empeño de tratar de conseguir una cura para aquellos que estaban sufriendo lo mismo que él. Es por ello, que creó la “Christopher and Dana Reeve Paralysis Foundation“, cuyos esfuerzos estaban destinados a luchar por el desarrollo de la investigación de la cura de enfermedades por medio de las células madre e incluso haciendo discursos y conferencias relacionadas con la investigación de la cura de la parálisis de la médula espinal, llegando a ofrecer su cuerpo para experimentos de neurotransmisores.

Con todo, su filantropía ya era conocida mucho antes de sufrir el accidente, pues era común verlo en hospitales visitando a niños y adultos con enfermedades terminales cuyo último deseo era el de verlo en persona antes de su muerte. También en 1989 fundó junto a Susan Sarandon, Glenn Close, Alec Baldwin y Ron Silver, “Coalición Creativa“, en donde se intentaba ayudar a los menos favorecidos e impulsar labores culturales y ecológicas, como por ejemplo, cuando en 1993, como vicepresidente de esta fundación, ayudó en las tareas de la descontaminación de una playa californiana.

Sin duda, Christopher Reeve, fue un hombre con una voluntad y un pundonor tan grande o mayor que el del personaje que interpretó en las cuatro películas de Superman. De hecho, menos de un año después de su accidente, en marzo de 1996, en la ceremonia de los Premios Oscar, fue aclamado por todo un Teatro Kodak repleto de estrellas puestas en pie, aplaudiendo durante más de un minuto de forma ininterrumpida como reconocimiento de su enorme fuerza y tesón, tal y como podéis ver en el siguiente vídeo.

Por otra parte, muchos podrían haber pensado que su carrera en el mundo del cine estaba terminada, pero Reeve sorprendió a todos al debutar como director en 1997 en “In the gloaming” y repitiendo como director en 2004 en “Brooke Ellison story“. Además, también escribió la biografía “Still me“, la cual se mantuvo en las listas de los libros más vendidos del año 1998 e incluso la transcripción a disco de su biografía, consiguió ganar el Grammy al mejor álbum hablado en el año 1999. Sin embargo, lo que llegó a sorprender, más que sus trabajos como director, escritor u orador, fue su vuelta al cine en calidad de actor, tan solo 3 años después de su accidente, en 1998, representando el papel principal de la película “La ventana de enfrente“, dirigida por Jeff Bleckner y que versionaría la magistral “La ventana indiscreta” de Alfred Hichcock. También participó como invitado en varias series, destacando entre todas, su papel como el científico Virgil Swann en “Smallville“, siendo los capítulos en los que participó de los episodios con mayor audiencia de la serie.

Christopher Reeve Smallville
Reeve como Virgil Swann en Smallville

Sin embargo, a pesar de tener una voluntad, una determinación, un espíritu y una mentalidad de superhombre, su cuerpo se iba deteriorando, empezó a tener en 2002 y 2003 varias infecciones importantes aunque consiguió recuperarse de ellas. No obstante, en octubre de 2004 estaba recibiendo un tratamiento y tras recibir un antibiótico para la infección, en la noche del 9 de octubre de ese año, tuvo un ataque cardíaco, según su doctor, por una reacción adversa que le causó dicho antibiótico. Tras esto, entra en coma y 18 horas después, el 10 de octubre de 2004, fallece en el Hospital North Westchester de Nueva York a la edad de 52 años.

Con todo, estamos seguros de que la calidad humana y la fuerza que tenía Christopher Reeve, hace que le sigamos recordando como un auténtico superhéroe, como el mejor Superman que ha habido tanto fuera como dentro de las pantallas de cine.

 

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