Desde USA llega una gran noticia para el cineasta chino Zhang Yimou. Warner ha pensado en él para dirigir la película “Quasimodo”, que en principio había estado entre los proyectos de Tim Burton. Esta sería una buena ocasión para la introducción de Yimou en Hollywood. En el puesto de productor ejecutivo estaría Josh Brolin (“Planet Terror”, 2007) además de ser el protagonista.
Por su parte, Yimou es un reconocido director chino, y algunas de sus películas han llegado a España con relativo éxito entre los seguidores del género de las artes marciales, tales como “Hero” (2002) que fue nominada a los Oscar como mejor película de habla no inglesa y que se marcó como una bella composición entre elementos visuales y sentidos; o “La Casa de las Dagas Voladoras” (2004).
La historia trata de Quasimodo, un jorobado deforme que sirve en el campanario de la catedral de Notre-Dame en París en el siglo XIX. Se enamora de la joven gitana Esmeralda que, perseguida, se refugia en la catedral. Pronto se entablará un “triángulo” entre el padre adoptivo de Quasimodo, el archidiácono Frollo, Esmeralda, Quasimodo y el valiente Febo, que desea a la gitana con toda su alma. Durante los acontecimientos del libro se refuerzan las características humanas de Quasimodo, representante de la bondad y la valentía más profundas a pesar de su aspecto monstruoso. Este personaje es el principal de la novela del francés Victor Hugo, “Nuestra Señora de París” (1831), un clásico de la literatura del romanticismo de la época.
De esta historia se han realizado varias versiones en TV, cine y musicales: en 1905 apareció un cortometraje mudo francés titulado “Esmeralda” y posteriores versiones durante el siglo XX como en 1956 protagonizada por Anthony Quinn, o la película de animación de Walt Disney donde lamentablemente se deforma y altera el argumento y el final de este clásico.
¿Qué os parece este planteamiento? Como véis, insistimos mucho en el cine insipirado en obras literarias donde podemos encontrar tanta aventura, moral y amor como en películas de superhéores. Después de todo, ¿qué queda por inventar? Muchos personajes e historias que hoy en día damos por sentados que son originales tienen su principio o insipiración en la literatura y la historia más antiguas. Solo hace falta cavar un poco para conocer sus orígenes.
