Aquí os traemos un increíble cortometraje de animación llamado Bibo. Dirigida por Anton Chistiakov, da muestras de un cuidado encanto que no se suele ver.
Todo comenzó como una idea acerca de un robot solitario que vende helados. Haciendo algo totalmente insólito en un robot, se imagina su día a día recordando los buenos tiempos, haciéndonos evocar la pena de una máquina que ya se ve obsoleta.
Disfrutadlo.