Este corto de 13 minutos viene de la mano de Ferdinand Peek y lo ha bautizado como MIS-DROP.
La historia nos emplaza a 300 años en el futuro, y trata de un forense que está revisando un vídeo de una cápsula mercenaria que resultó dañada al comienzo de la invasión colonial. Lo que hace realmente único a este corto es que está rodado con una cámara montada en la cabeza del protagonista. Todo lo que vemos de ese futuro es porque lo ve el protagonista, lo que hace el filme mucho más intenso.
Espero que lo disfrutéis.