Ya llegamos al ecuador del festival, pero no por ello dejamos de tener cosas interesantes que contaros. Primero, no puedo evitar escribir unas líneas sobre Love, la nueva película de Gaspar Noé cuya carta de presentación era “porno en 3D” y que ha causado controversia en el público de Sitges. La verdad es que la película nos cuenta la historia de Murphy y su tormentosa relación con Electra y sí, hay escenas de sexo por doquier. Sin embargo, no caen en la gratuidad y eso ya es un punto a favor para la película, que también cuenta con una banda sonora deliciosa. Por otro lado, y aunque el mensaje y la intención del director es claro hasta hacerse repetitivo y tedioso, no podemos vislumbrar ninguna evolución en la trama, ningún punto de inflexión. Así, nos quedamos sentados en la butaca, recibiendo información procesada y triturada cual papilla que, hay que decirlo, se digiere fácilmente gracias al realismo que le dan las escenas sexuales y el 3D.
Otra de las películas destacables de estos días es El cadáver de Anna Fritz, una producción española de género que nada entre dos aguas: la mediocridad y el aprobado justo. Cabe decir que yo iba muy predispuesta a ver la peor película del festival y reírme a carcajada limpia con esta historia que empieza con duras escenas de necrofilia, y puede que por eso quedara decepcionada al ver una película bien realizada, con unos recursos narrativos adecuadamente usados y un buen desarrollo. Asimismo, cuenta con unos personajes planos, que se las apañan como pueden para aguantar unos largos 75 minutos con un final bastante digno.
El plato principal iba precedido por una gran sorpresa: la presencia del mismísimo David Prowse (el actor que interpretó a Darth Vader en la trilogía original) a quien otorgaron la Maria Honorífica. El actor hizo un —largo— discurso repasando su carrera cinematográfica y se quedó con ganas de responder algunas preguntas del público. Pero el entremés no acabó aquí, ya que todavía quedaba por ver el corto telonero del film. Zero, de David Victori, ha sido apadrinado por Ridley Scott, Michael Fassbender, Youtube y muchos otros productores que han permitido al joven director hacer un corto muy Hollywood. La premisa es interesante: ¿qué pasaría si, de golpe, la fuerza de la gravedad desapareciera de la Tierra?; la resolución, estéril: se centra en un drama familiar para intentar explicar dudas existenciales profundas, que dejan el conflicto principal en segundo plano y dan sensación de querer abarcar demasiado en poco tiempo. El resultado es un producto con una realización impecable que deja al espectador rozando la indiferencia.
Siguiendo con las películas interesantes de estos días, debo hablar de una comedia negra danesa, Men & Chicken. Una de aquellas joyas que solo se pueden encontrar en Sitges: nos cuenta la historia de dos hermanos —uno de ellos interpretado por un absurdamente hilarante Mads Mikkelsen— que buscan respuestas sobre su ascendencia en una isla de 40 habitantes. El resultado es una cinta muy bien construida, divertida, ligera y con un ‘plot twist’ de género.
Finalmente, el evento más destacable de estos días ha sido la mesa redonda “75 aniversario del Joker” en la que el dibujante de DC cómics Ramon F. Bachs, el editor Gustavo Martínez y Jordi Ojeda han hecho un repaso a la historia del personaje.
