Expocómic 2015 cumplió con las expectativas este pasado fin de semana, durante los días 11, 12 y 13 de diciembre. Regular afluencia de público el primer día, casi completo el segundo, y buena entrada el último, para una edición estupenda en líneas generales, aunque muy mejorable.
El pabellón de Cristal de la Casa de Campo de Madrid acogió esta presente edición donde, al igual que el año pasado, quizás se le quedó todavía un poco grande este evento, hecho reconocido por los propios organizadores en la web oficial. Pero aun así, la sensación general es de satisfacción y de haber dado a los fans aquello que se les pedía y quizás, algo más.
Se acertó de pleno dedicando gran parte de los murales expositores a la saga ‘Star Wars‘, aprovechando el tirón de la misma actualmente por el estreno de un nuevo capítulo cinematográfico, el próximo 18 de diciembre, con ‘El Despertar de la Fuerza’. Muy de resaltar es el monográfico que se dedicó a uno de los invitados, Salvador Larroca, donde pudimos maravillarnos con muchos de los trabajos que este dibujante ha dedicado al tema, inclusive uno en el que él mismo, caracterizado, es amenazado por Darth Vader. Genio.
Viernes, 11 de diciembre:
Como suele suceder en este tipo de eventos, al menos en este país, el arranque suele ser algo frío, dado que mucha gente acaba una dura semana de trabajo, estudios, o clases, y teniendo dos días completos por delante, es raro ver grandes llenos el día inicial. Todas las tiendas expusieron sus más curiosos artículos, y a pesar de estar todavía con legañas en la cara, pudo disfrutarse.
La sección de consolas y juegos al público presentaban las primeras colas, lo que sería la tónica general al día siguiente. No así las mesas de rol, que dejaron mucho espacio libre todo el fin de semana.
Aun así, el viernes fue un día de puesta a punto, o calentamiento bastante decente, en el que se pudo ver una pequeña variedad de cosplays, y los primeros artistas invitados firmando obras o realizando dibujos para sus fans, como Salvador Larroca (muy activo durante todo el fin de semana, lo que es de agradecer), Pedro Vigil, Pedro Pérez, Jonboy Meyer o Tsuneo Sanda.
Sábado, 12 de diciembre:
El segundo día iba a tener muchos platos fuertes de la exposición, dado que todos los programas de actividades, invitados, y la previsión de público estimada, hacían suponer que habría una gran acogida en el recinto.
Se planificaron varios actos de invitados, como fue la presentación del libro de José Gracia, todo un fanático de ‘Star Wars’, y que ha supuesto un duro trabajo de varios años, según contó él mismo, debido a un accidente del que todavía se recupera satisfactoriamente. La gente ignorante quiere pensar que la salida a la luz de ‘Herederos de la Guerra de las Galaxias‘ ha sido oportunismo, pero lo cierto es que todo ha sido por obra y gracia de la vida. Un trabajo presentado desde el corazón, y en el que Jose llegó a emocionarse. Recomendable.
Volvieron las sesiones de firmas, y todos los invitados demostraron deberse a sus fans, puesto que intercambiaron palabras con ellos, ilustraron dibujos sin prisas y dedicados. Sin rechistar, ni excusas. Uno es grande también por la humildad que demuestra, y muchos de los artistas invitados la sacaron a relucir.
Mención aparte es el señor Tsuneo Sanda, al que acompañaba su señora que hacía las veces de traductora, y se encargaba de pedir el nombre del interesado y escribirlo, mientras su marido dedicaba más de 10 minutos entre dibujo y dibujo. Debe tener una cabeza de otro planeta, porque por rara que fuese su petición, el artista respondió con un deseo concedido, una sonrisa, y un apretón suave de manos.
Marcos Cabotá y Toni Bestard presentaron el documental sobre David Prowse, ‘I Am Your Father‘, y no dejaron a nadie indiferente. Se mostraron implicados, ofreciendo imágenes inéditas y nos hicieron sentir a todos cercanos a su trabajo. Conseguimos entrevistarles, y ya podéis leer sus palabras en nuestra web.
El público respondió a la llamada, y se llegó a triplicar la asistencia del día anterior, así como se pudo ver una variedad, a la cual más original, de disfraces, caracterizaciones, imitaciones y buen gusto por parte de los “cosplayers” que se dieron cita.
Jovenes, adolescentes, maduros, adultos con sus hijos, hombres, mujeres y niños. Toda esta congregación merece un aplauso, un homenaje, y debería recibir un premio por parte de la organización, porque a pesar de los fallos que se vienen repitiendo año tras año, como es la repetición de un recinto que ya en 2014 demostró quedarse grande, ellos no fallan, y acuden con la misma ilusión de siempre. Con sus amigos, con nuevas ideas y dispuestos a pasarlo bien, que es de lo que se trata: hacer de Expocómic una fiesta.
Hubo sesiones de karaoke con canciones Manga muy divertidas, donde gente de todas las edades dejó boquiabierto a todo el mundo, haciendo ver a los que se asomaban que sobre gustos no hay nada escrito, y que el japonés no es un obstáculo para cantar. Una genial idea.
Torneos de espadas (inofensivas, claro), donde los participantes formaban dos congregados grupos divididos en dos partes, más preparados de lo que se puede pensar a priori, y sabiendo atacar en grupos y bien coordinados. Digno de ver, ciertamente.
Los juegos de Rol no podían faltar, aunque este año no se prodigó mucho, y fueron muchos los huecos que quedaron en los sitios reservados para ello.
Las tiendas estuvieron abarrotadas, y habrá que esperar unos días para conocer las cifras de ventas para saber si no se conformó el público con asistir, sino consumir y continuar coleccionando.
Por la tarde hubo un encuentro estupendo en el que participaron Pepe Larraz, Salvador Larroca y Ángel Unzueta, y en el que pudimos escuchar una intensa y divertida entrevista-coloquio en el que los dibujantes ofrecieron su impresión respecto al trabajo que supone ilustrar para ‘Star Wars’. No faltaron las bromas, y los comentarios respecto a sus impresiones por la inminente llegada de ‘El Despertar de la Fuerza’. Como anécdota, fue brillante la defensa que Pepe Larraz hizo de los ewoks.
La fiesta final del sábado llegó con la entrega de premios de la convención, donde el periodista Juanjo de la Iglesia y uno de los organizadores de Expocómic, Alberto Garrido, hicieron las veces de maestros de ceremonias presentando a los ganadores y otorgándoles su galardón.
Ciertamente fueron unos premios merecidos y justos, a nuestro entender y el de la mayoría de los asistentes, dado que algunos de los premiados llevaban varios años siendo nominados y quedándose a las puertas como Raquel Córcoles con su webcómic ‘Moderna de Pueblo’, la genial Enma Ríos con el premio a mejor dibujante nacional, o El Torres en el apartado de guionista. La lista completa de ganadores la podéis consultar aquí.
Domingo, 13 de diciembre:
El último día de este evento sirve de reflexión y se aprecia cierta resaca de tantas emociones, horas de trabajo y actividades.
Se repitieron los torneos de rol, de espadas, los juegos con consolas y ordenadores, así como una diversidad moderada de “cosplayers“, muchos de los cuales repitieron por tercer día consecutivo, lo que es digno de admiración y elogio, porque todos ellos no perdieron la sonrisa, ni las ganas de posar para las cámaras o los móviles que querían inmortalizarles.
Los últimos invitados volvieron a regalar sus firmas y dibujos, como el omnipresente Tsuneo Sanda, que durante los tres días de Expocómic no paró de regalar su tiempo y esfuerzo, o Yanick Paquette, que repitió también.
Hubo diversos actos de presentación, y entre ellos pudimos acudir al de la interesante antología ‘Los Hijos del Mal’ de Daniel Guzmán, donde pudimos conocer las impresiones de dos de los escritores que han participado y sus organizadores. Una de las muchas virtudes de esta obra es que se trata de una antología benéfica que hará entrega de todos sus ingresos a asociaciones de ayuda a menores sin hogar o con problemas. Esta recopilación se organizó a través de un concurso vía Facebook, en el que varios autores participaron con sus relatos, y en el que solo doce pudieron ver sus palabras impresas.
Más tarde fue el momento de las despedidas, de la recogida de material y de la clausura de diversos concursos populares organizados durante todo el fin de semana.
En resumen, se puede decir que ha sido una edición muy grata, muy activa, y en el que a pesar de haber aumentado el número de visitantes, con respecto al año pasado, la sensación general es que con otro tipo de formato se habría obtenido más éxito. Pero es innegable el esfuerzo de todos los participantes, empezando por los propios expositores, el público, los participantes en actividades, ojeadores, cosplayers, invitados y organizadores.
A todo se adapta la mayoría de las personas, y si se trata de algo que gusta, que llama la atención y que hace disfrutar de las horas del día, siendo digno el precio que se paga por una entrada, se habrá ganado mucho terreno y seguidores. Pero no hay que olvidar que este tipo de convenciones se deben a un nutrido público muy específico al que si no se cuida corre el riesgo de perder. Mimemos al aficionado al cómic, por favor.
No suele ser bueno hablar de las ausencias, porque sería menospreciar a los que sí estuvieron, pero llamó mucha la atención la ausencia de Panini, Planeta, ECC y Norma, esta última sí como tienda pero no como editorial. Es muy probable que las relaciones entre estas editoriales y Ficómic (Asociación de editores de España) no pasen por su mejor momento, y si hay otras razones se desconocen, o no han sido hechas públicas.
En cualquier caso, a nuestro entender no se les echaron mucho de menos, dado que, generalmente, nadie suele acordarse de los que no están si los que sí toman la molestia de ir ocupan toda nuestra atención, dan el máximo y entretienen, lo que consiguieron con rotundidad. Ellos se lo pierden.
Gracias a todos los demás.
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