En numerosas ocasiones, se puede pensar el típico ‘ya está todo inventado’ o ‘no hay nada nuevo por contar’ cuando leemos, vemos o jugamos a una obra. No obstante, al menos en mi caso, habitualmente encuentro, muchas veces de manera accidental o casual, con títulos que rompen esta regla. ‘City Hall’, el cómic que nos ocupa hoy, es uno de ellos, pues combina de modo más que notable varios elementos muy interesantes: personajes históricos, ambientación ‘steampunk’ y una premisa bastante atrayente e innovadora.
Pero comencemos por el principio. En esencia, si tuviese que utilizar una sola frase para definir su planteamiento esto sería sin duda ‘la pluma es más fuerte que la espada’. Más concretamente, si imaginamos un mundo en el que todo lo que escribiésemos a mano, a bolígrafo y papel, fuese ejecutado por una especie de ser de papel o ‘papercut’ al que pudiésemos controlar con nuestra pluma, estaríamos en una coyuntura próxima a la que se nos describe aquí.
A raíz de la peligrosidad del papel, ya que se desencadenó una guerra que fue borrada de los registros históricos, se quemaron todas las existencias del mismo y el mundo vivió en paz durante más de dos siglos. Sin embargo, sorprendentemente, 200 años después un ‘papercut’ desencadena un ataque sobre la ciudad de Londres. Perplejos, los investigadores y el alcalde de la ciudad, Malcolm Little o Malcolm X, solicitan la ayuda de dos famoso escritores: Julio Verne y Arthur Conan Doyle, respectivamente. Esta es, a grandes rasgos, la trama que conforma ‘City Hall’.
Ciertamente, hay numerosos aciertos en lo que a un prisma argumental se refiere. En primer lugar, destacar su ambiente ‘steampunk’, es decir, el hecho de ambientarse en una época cercana a la victoriana pero teniendo tecnología muy avanzada para sus tiempos. Mismamente, a causa del abandono de la escritura en soporte físico, la virtual en una suerte de ordenadores o teclados está muy desarrollada. A su vez, todo lo relativo a vigilancia gubernamental, mediante herramientas como el ‘Big Eye’ o ‘Gran Ojo’ ha tenido una significativa evolución.
Otro de los rasgos que sobresalen son sus personajes, puesto que se usan figuras muy emblemáticas de la literatura, política y otros campos. De este modo, sin desvelar demasiado y centrándonos en los primeros personajes que se nos presentan, vemos a un joven Arthur Conan Doyle que está aprendiendo acerca de múltiples disciplinas. Sin embargo, como resulta obvio, al haber creado al detective más famoso de todos los tiempos, Sherlock Holmes, es un gran detective con una capacidad de deducción excelente.
En lo que a Julio Verne se refiere, se explota tanto su faceta de escritor como inventor, así como la de un hombre con un elevado concepto de sí mismo. Precisamente será el propio Verne el que se encargará de contraatacar o hacer frente al villano y a su ‘papercut’, pues Conan Doyle se dedicará a otros menesteres más propios de sus habilidades, como tratar de localizar la ubicación del antagonista. A modo de curiosidad, el alcalde de la ciudad es nada más y nada menos que el dirigente histórico de la comunidad afroamericana de los Estados Unidos Malcolm X. Y como esta hay algunas referencias más bastante interesantes en el transcurso del tomo.
En el terreno gráfico, Guillaume Lapiere adopta un estilo muy parecido al manga o cómic japonés y, en particular, posee una gran similitud con el de Takeshi Obata, dibujante de ‘Death Note’ o ‘Bakuman’. De hecho, los dos protagonistas, con especial énfasis en Julio Verne, ostentan una apariencia bastante parecida a los de ‘Bakuman’. Similitudes aparte, lo cierto es que el dibujante realiza un notable trabajo tanto en la composición y representación de los escenarios como en todo lo referente a los personajes, sobre todo este último. Tanto es así que, de no saber la autoría, pensaríamos que se trata de alguien originario del país del sol naciente y con notable experiencia.
Respecto a la edición, Letrablanka Editorial recopila el primer número de la colección en un tomo rústica de 192 páginas en blanco y negro a un precio de 7,95€. Por su parte, se incluyen a modo de extras varias reinterpretaciones de los protagonistas llevadas a cabo por dibujantes autoctónos. En suma, nos hallamos ante una colección innovadora y sorprendente que destaca tanto en el guion como en el dibujo. Si estamos buscando algo novedoso y nos atrae la premisa o temática, deberíamos darle una oportunidad a ‘City Hall’.
[note] City Hall #1
Imagina un mundo donde lo que escribes toma vida… ¿Qué harías si el papel, desaparecido hace más de dos cientos años, reapareciera en manos de Black Fowl, el mayor criminal del siglo?
Situaciones excepcionales requieren medidas excepcionales, por lo que la policía de City Hall no tendrá más remedio que recurrir a los servicios de dos de las mejores plumas de Londres: ¡Julio Verne y Arthur Conan Doyle![/note]
