La magia del estudio: antes y después del CGI

Antes y después del CGI

Tanto en el cine como en la televisión siempre han existido los efectos visuales, las maquetas, el “stop-motion”, y gran diversidad de trucos para hacer llegar al espectador una imagen ficticia de la manera más realista posible.

Desde inicios de los años 70 del siglo XX se empezaron a usar ordenadores y programas informáticos para crear efectos especiales en las películas y así dar vida a escenarios, personajes o cosas que realmente no estaban allí en el momento del rodaje.

Se podría decir que la revolución tecnológica llegó con el director James Cameron y su película ‘Terminator 2. El día del Juicio Final‘. Esta película supuso un antes y un después en el mundo del cine gracias a las imágenes que el villano de la película, el T-1000, nos ofreció. Cada secuencia en la que este personaje se transformaba, atravesaba una celda, o convertía sus brazos en armas, una mueca de asombro llegaba a las caras de los alucinados espectadores que disfrutaban de esa historia.

Igualmente, la película animada enteramente por lo que conocemos hoy en día como CGI (“Computer-Generated Imagery”, “Imagen Generada por Ordenador”), ‘Toy Story‘, asentó las bases de lo que acabaría siendo un recurso imprescindible para el cine en general, porque hasta alguno de los dramas más actuales (‘El lobo de Wall Street’) ha usado esta tecnología para acercar una época de la historia de la humanidad con costes menores a los que supone crear un decorado, vestuario, o efectos visuales casi imposibles de realizar de otra manera.

Os mostramos a continuación algunos ejemplos del antes y después de algunas escenas de películas y series de televisión de los últimos años, para que veáis cuál es el límite entre lo real y lo imaginario.