Tras las magníficas ‘Parker 1 – El cazador’, ‘Parker 2 – La Compañía’ y ‘Parker 3 – El golpe’, llegamos tristemente a la última obra relacionada con el personaje de Parker, creado para las novelas del escritor Donald E. Westlake (conocido más comúnmente como Richard Stark). El señor Darwyn Cooke ha trasladado las aventuras de este icono del género negro al mundo del cómic de forma magistral, y tras la lectura de ‘Parker 4 – Matadero’ solo resta lamentarse de que ahora que Cooke ya no está con nosotros será imposible volver a ver más cómics de este personaje a este nivel de calidad…
La acción nos sitúa cinco años después de los acontecimientos narrados en la tercera entrega de la serie. Estamos en Buffalo, Nueva York, en 1969. Nos encontramos nada más empezar con un episodio in media res en el que además de Parker podemos ver a su amigo Grofield, el bocazas al que en esta ocasión nadie tendrá ocasión de hacerle callar (“¡Callate, Grofield!”) ya que el coche en el que ambos van acompañados por un conductor tiene un accidente. No nos cuesta mucho darnos cuenta de que estaban huyendo tras la realización exitosa de un atraco. Tras unas cuantas vueltas de campana del vehículo, Parker es el único de los tres que consigue salir de él por su propio pie. Después de mirar durante medio segundo los cuerpos tendidos de sus acompañantes (más tarde se nos dirá que el carismático Grofield no ha muerto, podéis estar tranquilos), Parker hace gala de su habitual falta de escrúpulos y de su ausencia de sentimentalismos y se larga a la carrera con el botín en su poder.
Está claro que no hay tiempo para la calma y que Parker está siendo perseguido. En su huida opta por meterse dentro de lo que parece ser un parque de atracciones desolado que permanece cerrado al público durante el invierno. Pero la suerte no está del lado del Parker, y lo que podía ser el final de su aventura tras unas cuantas horas en este perfecto escondite se convierte en el principio de un infierno al ser visto por unos policías corruptos cuando saltaba la verja que rodea el parque “Fun Island”.
Estos protectores del ciudadano, con la ayuda de los esbirros de una típica familia mafiosa de los años sesenta de Nueva York, alejan las sospechas de sus compañeros del cuerpo de policía de encontrar el botín en la zona para poder disponer de todo el tiempo del mundo para entrar al recinto y acabar con nuestro protagonista, con el maletín que porta como recompensa. Obviamente, están dispuestos a convertir este parque de atracciones en el matadero que da nombre a la obra…
Parker sabe lo que ocurre. De no ser el profesional que es, probablemente habría intentado buscar una salida o esconderse en el agujero más oscuro de “Fun Island”. En ambos casos habría acabado seguramente muerto. En lugar de eso, Parker aprovecha el tiempo que tiene para preparar el terreno para lo que está a punto de llegar. Sabe que va a pasar por un infierno, pero su objetivo es salir de allí con vida y con ese dichoso maletín…
Estamos ante la historia más sencilla y simple de las que ha realizado Darwyn Cooke con este personaje, pero eso le da pie a brillar en el terreno de la narración. Gracias a la ausencia de diálogos y la nula necesidad de textos de apoyo en gran parte de la historia, Cooke se luce dando una lección sobre cómo se debe contar una acción con sus lápices, y siempre ayudado por ese trazo tan cartoon que le caracteriza, dotando a las figuras de un carácter amable que hace la lectura de lo más atractiva, una lectura tras la cual no es demasiado difícil hacerse una idea de la razón por la cual le fue otorgado a esta historia el premio Eisner a la mejor adaptación de otro medio en 2014, un premio más para que Cooke los ponga en su estantería junto a los ya conseguidos previamente con sus anteriores historias de Parker.
Al final del tomo se incluye además una historia corta titulada ‘El 7éptimo’ que, sin aportar nada nuevo, es tan bienvenida como cualquier otra cosa que el señor Cooke pueda hacer a este altísimo nivel. Un extra de calidad que redondea una edición en la que Astiberri, al igual que en los tres volúmenes anteriores, ha cuidado mucho los detalles dándole a los amantes de Darwyn Cooke lo que merecen.
En definitiva, estamos ante una historia que, a pesar de ser distinta en cuanto a forma y estructura a las que ya habíamos leído del personaje, no va a sorprender a nadie. Una narración excelente y un personaje central tratado como debe son las bases de esta historia que, a pesar de la escasez de texto, puede ser larga de leer si te paras a admirar las páginas de Cooke tanto tiempo como se merecen. ‘Parker 4 – Matadero’ es un cierre por todo lo alto para esta serie, un legado digno para un autor cuyo valor tal vez no fue lo suficientemente reconocido en vida y una compra más que necesaria para todo amante del cómic de verdad.
El cuarto tomo de ‘Parker’ publicado por Astiberri Ediciones dentro de su colección Sillón Orejero se presenta en formato cartoné de tapa dura. Contiene 104 páginas en bitono con un tamaño de página de 17 x 24 cm e incluye al final la biografía de Darwyn Cooke y de Donald Westlake. Se puso a la venta en agosto de 2014 y el precio de venta recomendado es de 16 €.
Darwyn Cooke
Nacido en 1962 en Toronto, Canadá, Cooke abandonó una exitosa carrera en la animación para concentrar sus energías creativas en su primer amor: la narrativa secuencial de los tebeos. Cooke pronto tomó la industria al asalto con trabajos como ‘El gran golpe de Selina’, ‘DC The New Frontier’ y ‘The Spirit’. Evidentemente, las novelas de género negro, particularmente las de Parker escritas por Richard Stark, han sido una de sus grandes fuentes de inspiración creativa.
Cooke ha recibido varios premios Eisner, el mayor honor de la industria, obteniendo en dos ocasiones el galardón al Mejor Número del año y un tercero a la Mejor Serie Limitada. En 2008, su obra más popular, ‘DC The New Frontier’, fue adaptada como película de animación, por la cual Cooke compartió una nominación a un premio Emmy. Cooke falleció de forma repentina el 14 de mayo de 2016 debido a un ataque agresivo de cáncer.
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‘Parker 4 – Matadero’
Darwyn Cooke continúa con Matadero la multipremiada serie de novelas gráficas de Parker. El truhán surgido de la pluma de Richard Stark (seudónimo de Donald E. Westlake) tiene un accidente durante la huida tras uno de sus atracos. Parker consigue eludir su captura introduciéndose en un parque de atracciones cerrado durante el invierno. Pero su presencia no ha pasado desapercibida. Un par de policías, que presenciaron el atraco y su posterior desenlace, deciden organizar por su cuenta, con la ayuda de unos “socios”, la captura de Parker y su botín. Comienza un mortífero juego del gato y el ratón entre las abandonadas atracciones.
Matadero, que incluye la historia corta El 7éptimo, inédita en castellano, es la cuarta incursión de Cooke en las novelas de Parker tras El cazador (Astiberri, 2010), que le valió a Darwyn Cooke los premios Eisner y Harvey al mejor autor de cómic –que ha contado con dos versiones en cine:A quemarropa, de John Boorman, y Payback, protagonizada por Mel Gibson–, La Compañía (Astiberri, 2011) y El golpe (Astiberri, 2012).
Donald Westlake falleció en diciembre de 2008, unos meses antes de la publicación del primer tomo de la serie, pero estaba entusiasmado con lo que había podido ver de los trabajos preliminares y el proceso de adaptación de Cooke, quien le había explicado: “No creo que necesite escribir más de un par de docenas de frases en cada libro. Tus palabras están ahí. Para mí tus diálogos son perfectos. Esto no es tanto un intento de interpretar tus palabras con las mías como de trasladar la historia a un medio diferente. […] Creo que estaba contento de saber cuáles serían las palabras que saldrían de la boca de los personajes”, sentencia Cooke.
Guion: Darwyn Cooke y Donald E. Westlake
Dibujo: Darwyn Cooke
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