jueves, marzo 28, 2024

Reseña de ‘Muerte al Zar’

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Panini

Muerte al Zar (1)

Corre el año 1904. Sergio Aleksándrovich Románov es gobernador general de Moscú y su pueblo no está contento. Ha expulsado a todos los judíos de la ciudad, pero aún así la población moscovita no tiene leña que poner en sus hornos ni comida que llevarse a la boca, y quien no tiene nada, nada tiene que perder. Fabien Nury y Thierry Robin narran en ‘Muerte al Zar’ una de las chispas que avivaron lo que más tarde se convertiría en la revolución bolchevique que azotaría a todo un país. Se trata de la crónica de una muerte anunciada, un relato de terrorismo, de la perpetuidad del poder y de la pobreza.

Muerte al Zar (7)Hace más de un siglo desde que ocurrieron aquellos acontecimientos, y mucho se ha contado y se seguirá contando sobre ello, pero los autores de esta obra han realizado lo que siempre debe hacerse cuando queremos echar la mirada atrás: no perder ningún punto de vista. En el asesinato de Sergio Aleksándrovich se dan dos escenarios simultáneamente. El primero, el día a día en la burbuja de cristal que es la autocracia zarista, y segundo, los preparativos por parte de los anarquistas del atentado contra el gobernador. Por suerte, Nury y Robin han contado con dos obras básicas para su adaptación: ‘El gobernador’, un relato de Leonid Andréiev centrado en los últimos días de la victima y escrito antes del atentado, y ‘El caballo amarillo’, obra de Boris Sávinkov, perpetrador del ataque. Ambas perspectivas dan como resultado esta edición integral que recopila los dos tomos originales.

No cabe duda de que cuando nos enfrentamos a un obra de carácter histórico, sin importar si es una película, un libro o una novela gráfica, podemos perdernos rápidamente en un mar de datos y en contextos desconocidos si el autor no es capaz de contar la historia siendo capaz de guiar al lector. La calidad de ‘Muerte al Zar’ se puede apreciar mucho más si sabemos de dónde viene y a dónde va, pero si analizamos la narración de Fabien Nury sin hacer caso de las vestimentas de los personajes ni de las frías calles de Moscú, nos encontramos con la perpetua historia del pueblo oprimido, de las luchas de poder y de la ceguera de los dirigentes ante la muerte de los débiles.

Muerte al Zar (3)Esto último se ejemplifica magníficamente en la primera escena, cuando vemos cómo la caída de un simple pañuelo blanco es la señal para que los soldados disparen a sangre fría contra unos manifestantes armados solo con piedras y verduras podridas. No sabemos si ha sido una orden directa del gobernador o un peligroso accidente, pero la matanza ha ocurrido. A partir de ese momento, vemos cómo Sergio Aleksándrovich vive atormentado por ese instante, somos testigos de la ambigüedad de su carácter, que por momentos quiere conseguir a toda costa el perdón de los moscovitas pero sin perder su elevada posición. Mientras tanto, la corte zarista, y en general todo el mundo, da por hecha su muerte. Las personas caen, pero el poder se mantiene.

Y la lucha por derrocar al poder también es una lucha por el poder en sí misma. Como hemos comentado, la segunda parte es un retrato de cómo se gestaron los intentos de acabar con la vida, según los autores, de un pobre diablo nada pobre. Como siempre ocurre, son los ingenuos los que arriesgan la vida por lo que creen que son unos verdaderos ideales, mientras que los que señalan con el dedo al objetivo se mantienen seguros en la distancia.

Si debemos sacar un pero a esta magnífica obra, quizás sea el hecho de que se ha querido polarizar con demasiada diferencia las dos partes de la obra con el objetivo de recalcar la creencia de que “ni los malos son tan malos ni los buenos son tan buenos”. Esto lleva en algunos momentos a no resultar creíble el retrato tan compasivo del gobernador. Sí, queda claro que se preocupa por su pueblo porque quiere conservar su vida, pero también está el objetivo de que seamos compasivos con él, pero al fin y al cabo es una suerte de dictador. Lo mismo ocurre con Georgi, uno de los cabecillas de los anarquistas, cuya motivación queda desdibujada por el retrato de una persona sin escrúpulos, canalla y maquiavélica.

Muerte al Zar (6)Al que no podemos sacar ningún pero es al dibujo de Thierry Robin. Su trabajo a la hora de componer a todos los personajes, incluidas las cientos de personas que mueren bajo los fusiles, es espectacular. Vivimos la angustia de los últimos días del gobernador gracias sobre todo al detallado retrato de sus expresiones, a su mirada, al sudor de su frente. Los demás figurantes de la obra no se libran de contar con rostros simiescos, de ratón o aguileños, una forma de saber a quién nos enfrentamos. Y todos estos actores se mueven a su vez por unos detallados escenarios que incluyen amplios y suntuosos salones de colores apagados, amplias y grises calles nevadas y prostíbulos de coloridos rojos.

‘Muerte al Zar’ merece convertirse en un manual de historia, en una novela gráfica que debemos releer cada cierto tiempo siempre teniendo en cuenta que se trata de una historia con tintes de ficción de la que debemos extraer nuestras propias conclusiones. Pero también es una obra que cogeremos más de una vez solo por el placer de ver sus dibujos. A esto ayuda enormemente la edición con la que Norma Editorial ha publicado ‘Muerte al Zar’ en nuestro país a un precio de 24,95 euros. Encuadernadas en tapa dura, tenemos 120 páginas de gran tamaño que solo hacen engrandecer el trabajo de Fabien Nury y Thierry Robin. Por nuestra parte, no podemos hacer más que insistiros en que os hagáis con ella.

Fabien Nury

Nació en 1976 en Francia y comenzó su carrera como redactor y director creativo en el ámbito de la publicidad, pero pronto destacó como guionista. A lo largo de los años, ha escrito más de una docena de álbumes y novelas gráficas que han aparecido publicados en las editoriales más emblemáticas de Francia. Uno de los momentos clave en su carrera fue su encuentro con el autor francés Xavier Dorison, con quien creó la serie ‘W.E.S.T.’, que fue lanzada en el año 2003. Entre 2004 y 2008 trabaja en una nueva serie, esta vez de corte fantástico, titulada ‘Yo soy Legión’, con John Cassaday. Este se convierte en su primer cómic publicado en los Estados Unidos. Con ‘Érase una vez en Francia’ obtiene el premio a la Mejor Serie en el Festival de Angoulême de 2011. Al margen de su prolífica y exitosa labor en el ámbito del cómic, ha escrito también guiones de cine. Entre los más notables se cuenta el de la película francesa ‘Les brigades du Tigre’, estrenada en 2006.

Thierry Robin

Nace en Marne en 1958 y se inicia en el dibujo animado en la Escuela de Bellas Artes de Reims, antes de debutar en ‘Djin’, ‘Triolo’ y ‘Mikado’. Su primer trabajo en solitario, publicado en 1990, fue seleccionado entre los indispensables del Festival de Angoulême. Esta distinción le abre las puertas de Delcourt, con quien firma la saga Rouge de Chine, cuatro volúmenes de fantasía épica teñidos de realismo poético. Con el paso de los años, ha creado su propio estilo gráfico: extremadamente dinámico en su composición y muy imaginativo con los colores. En el año 2000, él y Tondheim renuevan el cómic familiar con una serie muda llamada ‘Petit Père Noël’. Su reciente asociación con Fabien Nury ha dado luz a un par de obras de gran éxito: ‘La muerte de Stalin’ y ‘Muerte al Zar’.

[note]

Muerte al Zar (8)‘Muerte al Zar’

Moscú, 17 de septiembre de 1904. Sobre el atrio del palacio del gobernador general, una multitud enfurecida por la miseria y el hambre blande bastones, piedras y verduras podridas. Desde el balcón, el gobernador Serguëi Alexandrovitch deja caer su pañuelo… ¿Gesto premeditado o accidente involuntario? Poco importa: es la señal. Los soldados se abalanzan sobre la multitud descargando sus armas contra los manifestantes. En un contexto político extremadamente revuelto, donde el pueblo se organiza para luchar contra el régimen autocrático, este episodio firma la sentencia de muerte del Gran Duque.

Los creadores de ‘La muerte de Stalin’, Fabien Nury (‘Érase una vez en Francia’, ‘Cómo hacer fortuna en Junio del 40’) y Thierry Robin vuelven a formar equipo para relatarnos uno de los momentos clave de la historia de la Rusia de comienzos del Siglo XX.

Guion: Fabien Nury

Dibujo: Thierry Robin [/note]

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CRÍTICA

Guion
Dibujo
Edición

RESUMEN

'Muerte al Zar' es la crónica de una muerte anunciada, un relato del terrorismo, de la perpetuidad del poder y de la pobreza: todo un manual de historia.

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