La única palabra que se me viene a la mente es DOLOR. Cantidades ingentes de DOLOR. Pero eso sí, hay que destacar la habilidad del futbolista para abstenerse del DOLOR y seguir con la jugada. ¿Será que el poder del Trololo les da fuerzas a estos deportistas de élite? Dedicado a Beldar y Poloux, con todo el Trololo.