En 1968 salía a la luz una obra literaria que tenía un título bastante peculiar, “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?”. Su autor, Philip K. Dick, hacía un repaso por la metafísica moderna y nos situaba en una Tierra post apocalíptica, donde seguíamos los pasos de un hombre llamado Rick Deckard. ¿Os suena este nombre? Tal vez sea porque 14 años después, un joven Ridley Scott se basaba en dicha novela para crear una película de culto dentro del género de la ciencia ficción, Blade Runner. Pero las obras de K. Dick han traspasado la frontera cinematográfica en muchas más ocasiones a modo adaptación, como ocurrió con Desafío Total o Minority Report entre otras.
Pero lejos de hablar de las adaptaciones cinematográficas que se han realizado sobre las excelentes obras de este autor, quiero repasar la perfecta adaptación a cómic que Tony Parker ha creado, editada en nuestro país por Norma Editorial. Si bien es cierto que el término novela gráfica es muy subjetivo, siendo bastante discutible la denominación de ciertos cómics como tal, en el caso que nos precede, estamos ante la exacta definición de novela gráfica. Hasta ahora he leído muchos cómics que adaptaban textos, películas u otro tipo de obras, pero por primera vez me encuentro ante una novela llevada íntegramente a las viñetas que componen las páginas de un cómic.
En ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? nos sitúan en el año 1992, en una Tierra fuertemente azotada por las consecuencias de una guerra mundial conocida como Terminal, que generó un polvo radioactivo que poco a poco fue cubriendo la faz de nuestro planeta. Desde que comenzó el desastre, la ONU ha estado incentivando a los habitantes terrestres a abandonar nuestro mundo para que la raza humana persevere en el espacio, consejo que la gran mayoría han seguido. Pero aun así, todavía quedan unos pocos rezagados que han optado por vivir en las asoladas ciudades, en las que prima el kippel, nombre con el que se conoce a la “basura” que va creciendo día a día por doquier.
Pero además de esto, las consecuencias más directas del polvo radioactivo han sido la erradicación de todas las aves y el diezmado del resto de especies animales; además claro está, de dañar los genes de los seres humanos que se exponen durante largos periodos a dicho contaminante. Esto ha hecho que el poseer un animal vivo sea signo de distinción social, además de considerase como un acto de civismo.
En medio de dicha situación se nos presentarán dos historias de carácter individual. La primera de ellas nos muestra a un cazador de recompensas llamado Rick Deckard, quien sueña con tener un animal real, ya que actualmente solo dispone de una oveja eléctrica, debido a la muerte hace un año de la original y a su bajo sueldo para poder hacerse con una nueva. Este animal, pese a tener un comportamiento y físico igual a uno original, tiene en su interior un sistema eléctrico, hecho que hace que Deckard lo rehuya en la búsqueda de uno real. Pero el destino de Deckard cambiará cuando se le encomiende la misión de acabar con 6 andrillos (androides orgánicos) de clase Nexus 6, los cuales se han escapado del planeta Marte y se han ocultado entre los humanos de la Tierra. Para dar con ellos, Deckard necesitará realizarles un test Voigt-Kampff, que logra medir mediante estímulos la empatía del sujeto a analizar, pudiendo detectar si son humanos o androides.
La otra historia nos habla de Isidore, un joven “especial” o vulgarmente llamado “cabeza de chorlito”, al que el polvo radioactivo a afectado negativamente. Este, que vive solo en un edificio abandonado, conocerá a una nueva inquilina llamada Pris Stratton, junto a la que comenzará a mostrar un sentimiento cívico en busca de afecto y comprensión.
Como podéis ver, estamos ante una obra densa, cargada de razonamientos filosóficos, entre los que se encuentran la duda acerca de la realidad de la existencia, presentada dentro de un mundo distópico que se sitúa cercano al nuestro.
Como ya comenté al inicio, el cómic adapta íntegramente la novela original, utilizando la traducción de César Terrón que está presente en las novelas de nuestro país desde 1981. Esto hace que estemos ante un cómic con una gran cantidad de texto, al que le acompañan magníficamente las ilustraciones de Tony Parker, las cuales ayudan al lector a reconocer visualmente todas las situaciones que se dan en la historia original. Si bien es verdad que el dibujo peca en ocasiones de ser un tanto nimio para la obra a la que acompaña, cumple correctamente su objetivo: acercarnos de manera visual a esta excelente novela.
Norma Editorial ha editado la obra completa en dos volúmenes, teniendo este los 12 primeros números de la serie original, que nos llevarán desde la presentación de Deckard e Isidore hasta prácticamente la mitad de la historia. La edición consta de 392 páginas y formato cartoné, teniendo un precio oficial de 29,95€. El cómic en conjunto es simplemente excepcional, permitiendo a lectores nóveles conocer esta increíble obra, y logrando que los que la hayan leído, disfruten ahora de una nueva experiencia.
