El bárbaro más famoso vuelve a tener presencia en las estanterías de las tiendas de cómics especializadas con la tercera entrega de su serie Conan el Bárbaro, la cual es editada como viene siendo habitual por Planeta DeAgostini Cómics. Estamos ante una nueva versión del cimmerio que no está dejando indiferente a nadie. Por un lado nos encontramos con los nuevos lectores que lejos de haber crecido con la versión realizada por Buscema o Barry Smith, tienen con estos números su primer acercamiento al mundo de Conan; y por otro lado, está el choque estilístico con el que nos hemos topado los que llevamos un sinfín de historias del bárbaro a nuestras espaldas.
Pero antes de comentar la historia que se narra en este tercer volumen, analicemos porqué está siendo tan criticada esta serie por los seguidores más acérrimos. Si nos remontamos a los orígenes de Conan, observaremos como Robert E. Howard lo definía como un bárbaro de casi dos metros de estatura, cuyo cuello era como el de un toro, además de estar dotado de fuertes músculos. Entre sus proezas nos encontrábamos con que era capaz de llegar a romper cadenas o partir puertas, atemorizando a sus rivales con su propia mirada. Y es esta visión del personaje la que nos propuso Gil Kane o Barry Windsor-Smith en su etapa a cargo del personaje, allá por la década de los setenta bajo la editorial Marvel.
Pero no solamente estábamos ante una masa de músculos capaz de enfrentarse a todo a su paso, sino que dicho bárbaro era además un ágil guerrero y un aún más feroz espadachín. Tal vez la etapa de John Buscema mostrase a un Conan hipermusculado, aunque seguía siendo igual de ágil, pero lo que está claro es que dicho autor fue el único que supo conseguir crear en cada viñeta una mirada penetrante para el cimmerio.
Y lejos de esto, nos encontramos ahora con un Conan joven, que dista mucho de parecerse al que los relatos de Robert E. Howard mostraban, alejándose también de lo visto en los cómics de Marvel, ya sea dentro de la cabecera principal o en La Espada Salvaje.
¿Estamos entonces ante un mal producto? Rotundamente no. Estamos ante una nueva adaptación del bárbaro que pese a que choque con el ideal poseído por los lectores más veteranos, de seguro hará las delicias de quienes se acerquen por primera vez a conocer el mundo hyborio. Las historias que aquí se cuentan son dinámicas, cargadas de acción y manteniendo un hilo argumental que se irá complicando a medida que avanzamos. De esta forma, nos irán mostrando la evolución de un Conan inexperto hasta convertirse en todo un señor de la guerra.
Pero esto no quiere decir que quienes hayamos disfrutado con las historias clásicas no lo hagamos con estas, aunque sí que es verdad que para ello debemos tomar estos relatos como una nueva reinvención del héroe más acorde a los cómics actuales que a los de la Edad de Bronce.
Una vez sentada las base con las desigualdades entre ambas versiones, nos adentramos en la trama de este tercer volumen. En él veremos claramente diferenciados dos arcos argumentales, gozando el primero de una calidad muy superior a la del segundo, sobre todo en lo referente al arte. La primera historia, llamada «La mujer sobre el muro» nos acercará más a la faceta del Conan guerrero, quien se ve inmerso en un asedio hacia la fortaleza de Ramah En Ram situada en Shem. Tras un inicio en el que se nos presenta dicho enfrentamiento, su guionista hará uso del flashback para contarnos la razón por la que el cimmerio se encuentra en dicho lugar. Un relato que profundizará en los orígenes de la temida pirata Bêlit.
Por contra, tras acabar dicha historia notamos una clara diferenciación, en la que se nos presenta un nuevo relato, «La pesadilla del bajío», donde veremos como la pareja de protagonistas deciden probar el loto amarillo, una planta que les hará viajar mediante su imaginación, mostrándonos tanto sus temores como sus deseos.
A cargo de todos estos números está Brian Wood, quien continúa mostrándonos su particular punto de vista del cimmerio. Junto a este, tenemos a Mirko Colak a los lápices de los números #13-14 y a Andrea Muttti en el #15, creando ambos unas ilustraciones sensacionales, cargadas de detalle y sobriedad, muy lejos del estilo lineal que muestran los siguientes números. Los lápices de esta segunda trama están a cargo de Davide Gianfelice, quien se acerca bastante más a los primeros números de la serie, alejándose del estilo realista del relato anterior.
Planeta DeAgostini Cómics edita así dentro de este tercer volumen con formato cartoné, los números #13-18 de la serie original. En la portada del tomo podemos encontrar una ilustración creada por Massimo Carnevale, usada a su vez como portada del número #18. Tenemos así un volumen compuesto por 152 páginas, teniendo en su parte final las portadas de los números de los que se compone, por un precio recomendado de 16,95€. Como ya he mencionado, estamos ante una colección que atraerá la atención de quienes se acerquen a ella, aunque si estos ya han leído con anterioridad a Conan, deberán dejar de lado sus ideales sobre el personaje para poder disfrutar de ella en su plenitud.
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