Ecc Ediciones sabe elegir los números a incluir en sus volúmenes para que al finalizarlos nos quedemos expectantes con una tremenda necesidad de continuar la trama. Esto ha ocurrido ya en los anteriores dos tomos, el primero de ellos con la aparición de la Sociedad de la Justicia frente a Wildcat y el segundo con la desaparición de Flash en el presente, apareciendo por contra en el lejano Egipto.
En el anterior volumen veíamos al grupo de superhéroes más antiguo de la historia enfrentarse por separado a dos grandes enemigos, por un lado Kobra y por otro el Existente, un poderoso villano capaz de controlar el espacio-tiempo a su antojo. Además de esto, en la parte final del tomo veíamos como Johnny Sorrow orquestaba un ataque contra todos los miembros de la JSA gracias a la colaboración de Cliff Devoe, El Pensador, quien había ido recopilando datos de todo el grupo de forma latente entre los sistemas de inteligencia de la base.
Y finalmente veíamos como el Rey de las Lágrimas era invocado, adentrándose en nuestro planeta como si de un relato de H.P. Lovecraft se tratase. Para lograr poner fin a este ser, la JSA requirió de la ayuda del Espectro, aunque este no pudo parar a dicho engendro monstruoso. Fue gracias al ingenio de varios miembros y al uso de la Fuerza de la Velocidad del Flash original (Jay Garrick) que lograron desbaratar los planes de Sorrow, aunque las páginas finales nos mostraban cómo Flash había viajado miles de años atrás, llegando hasta Egipto, donde se encontraban Nabú, Teth-Adam y el Príncipe Khufu (la primera vida de Hawkman).
A partir de este momento viajaremos por las páginas del tercer volumen conociendo lo que irá ocurriendo en dos lugares a la vez, por un lado Egipto y por otro el presente, aunque finalmente, como es de esperar, todos convergerán en uno solo. En lo referente a Egipto veremos como se va narrando una antigua profecía que pronostica el regreso de Hawkman (personaje desaparecido en la actual JSA), mientras que vamos conociendo nuevos detalles acerca del metal NTH, procedente del planeta Thanagar. Especial mención merece el cómic número #22, donde seremos testigos de una increíble narrativa a dos bandas, la zona superior mostrándonos el presente y la inferior, el pasado en Egipto.
Por otro lado, el grueso del tomo estará formado por la situación que está viviendo Hawkgirl, quien ha comenzado a tener diversas divagaciones acerca de vidas pasadas, algo contra lo que intenta oponerse, pese a que el destino ya esté escrito… La parte central del volumen nos lleva al planeta Thanagar, debido a que Hawkgirl ha sido teletransportada a dicho lugar, por lo que la JSA irá tras ella por si necesitase ayuda, encontrándose en dicha localización con un enemigo bastante poderoso, capaz de desbancar los poderes de todos los miembros.
Finalmente, mencionar también la aparición de Black Adam, quien intentará hacerse un hueco en las filas de integrantes de la JSA, así como dos números que vuelven a mostrarnos al grupo dividido. El primero de ellos se centra en Star-Spangled Kid y JJ, quienes deberán enfrentarse a Solomon Grundy, mientras que el otro relato nos lleva hasta un casino en el que se disputan numerosas apuestas. La salvedad de este local es que los jugadores son superhéroes, apostando por sus vidas los diferentes villanos que se concentran en el lugar. Una historia que servirá para unificar al grupo en un momento en el que sus relaciones pendían de un fino hilo.
Sobre el guion, solo puedo elogiarlo en gran manera, ya que el trabajo que desarrollan Geoff Johns y David Goyer es sublime, sobre todo con la primera mitad del volumen. Como ya he mencionado, el desarrollo del cómic número 22 es sensacional, siendo capaces de contar dos historias sumamente interesantes de forma simultánea. Aun así, tal vez los últimos números que incluyen la trama del casino de los villanos sean los más flojos del volumen, comparándolos sobre todo con el excelente inicio.
En cuanto al dibujo, encontramos nuevamente a varios artistas, aunque la mayoría de números son ilustrados por Stephen Sadowski, y si bien es verdad que el resultado es mejor que el del anterior tomo, salvo casos puntuales nos encontramos con un estilo artístico correcto, pero que no logra sorprender al lector.
La edición de este volumen, de la que se encarga la editorial ECC, continúa manteniendo el mismo estilo y formato (cartoné) que el de los anteriores tomos, teniendo en esta ocasión 288 páginas a color por un precio de 26,5€. Además de esto, la primera página de cada número incluye la ilustración que sirvió de portada original. Estamos así ante un muy buen volumen de la Sociedad de la Justicia, de hecho me atrevería a decir que el mejor de los publicados hasta ahora, indispensable para todos aquellos que se hayan hecho con los dos anteriores, y para los que quieran acercarse a una historia de corte clásico con el estilo actual.
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