Fundación Futuro Tomo 1: Partes de un hueco

“¡Enséñanos tus esquemas, que te los vamos a romper!”

Así se nos presenta este tomo 1 con el que empieza la etapa de Matt Fraction en la Fundación Futuro, y que nos ofrece Panini en forma de 100% Marvel. Y es que Matt Fraction y Mike Allred son un dueto de cuidado.

Pero antes, contextualicemos: nos situamos a principios de Marvel Now!, Los 4 Fantásticos han estado en manos de Jonathan Hickman, el hombre que empieza las historias como en Perdidos, pero que las sabe acabar bien. En este momento, La Primera Familia ha pasado por un arco argumental de nosecuántos miles de años (no, en serio, de más de un año), con un final perfectamente espectacular a la par que elegante. Es decir, una obra de arte que pasará a formar parte de los anales de la historia.

Matt Fraction, que viene de una etapa discreta pero eficaz en Los Defensores en 2011. Que viene de empezar en 2012 a escribir, junto al impresionante David Aja, el Ojo de Halcón más divertido y caradura de todos. Que es el rey de la discreción, de las series pequeñitas bien llevadas, de las idas de olla, en definitiva. A este Fraction, le colocan LA patata caliente, LA Primera Familia, EL denominado Mejor Cómic del Mundo.

¿Qué puede hacer él, Don “vamos a hacer locuras”, para no mancillar el maravilloso recuerdo de Hickman y a la vez labrarse un nombre llevando tal clásico? Pues opta por hacer lo que mejor sabe hacer: Los 4 Fantásticos pasan a ser una excusa, pasan a segundo plano, para así poder contar algo alucinante en su serie secundaria, La Fundación Futuro, y poseer la libertad de darle la vuelta al mundo del entrañable grupo que todos conocemos y adoramos.

Y así empieza su receta: envía a nuestros amigos Reed, Sue, Johnny, Ben, Valeria y Fanklin de viaje por el espacio-tiempo –historia de la que podemos gozar en el título principal- y deja al mando del edificio Baxter a un grupo un tanto peculiar, cuyos ingredientes son:

• Una pizca de mente y traumas recientes (por la pérdida de su hija) de Scott Lang, el increíble Hombre Hormiga.
• Unos kilos de fuerza y perspicacia de Jen Walters, la sensacional Hulka.
• Unos cuantos millones de  cabellos y algo de instinto maternal de Medusa, la esposa de Rayo Negro y reina de los Inhumanos.
• Una novia superfamosa (muy a lo Miley Cyrus) de Johnny Storm, sazonada con un traje de Ms. Cosa.
• La Fundación Futuro enterita (a falta de Franklin y Valeria).

Y algunos os preguntaréis ¿qué es la Fundación Futuro?, pues es un grupo de superniños inteligentes creado por Reed Richard en la etapa de Hickman y que Fraction decide -con mucho acierto- heredar. Son el legado súper, con el único objetivo de mejorar el mundo y aprender. Entre ellos se encuentra la propia prole de Reed, Val y Franklin Richards, que en las primeras páginas nos cuentan –a nosotros y a Scott Lang, que está un poco perdido- qué es la FF:

He aquí pues, nuestro nuevo supergrupo un tanto desequilibrado tiene la dificultosa hazaña de sustituir a Los 4 Fantásticos durante sólo 4 minutos… El problema viene cuando pasan los 4 minutos, y los 5, y las horas y los días… Y nadie aparece.

¿Nadie? ¡NO! ¡Nadie no! A esta receta habrá que añadirles villanos de poca monta cabreados por la desaparición de sus antagonistas más odiados, villanos más maléficos con planes muy perturbadores, mala malísima prensa por parte del Daily Bugle y… ¡alguna que otra sorpresa venida del futuro! Es momento de llevarnos las manos a la cabeza y gritar, como diría Iker Jiménez: “esto da bastante miedo, me incluyo”.

El éxito está asegurado. Y por si todo esto que sale de la mente de Fraction no fuera suficiente, también tenemos al otro fichaje estrella: Mike Allred, la “locura maravillosa” tal y como lo describe Fraction. Quizá le recordaréis por crear increíbles personajes como Madman o Doop, ser cocreador de iZombie, o bien por su estilo tan característico, muy así como POP! 

¿Qué más queréis? Tenemos una serie nueva, fresca y divertidísima; un escritor loco de atar y centrado al 100% en ella; un artistazo a los lápices capaz de mostrar la verdadera esencia de tal rocambolesco grupo, y unos personajes que darán (y mucho) de qué hablar.

¿Qué? ¿que hay más? ¡Pues sí! Fraction no solo dota de locura y humor a esta pandilla de niños con canguros tan especiales (que nadie con dos dedos de frente contrataría por nada del mundo), sino que también transmite esa característica tan suya, que ya vimos en Ojo de Halcón: esa calidad humana que nos sumerge en los pensamientos e inquietudes de cada personaje, en su evolución psicológica.

Finalmente, remarcar algo que, en mi opinión, merece todo el peso y éxito del título: se ve claramente que los señores de arriba de La Casa de las Ideas no han metido baza en el asunto y les han dado carta blanca a los creadores. Así sucede que, mientras lees, percibes la pequeña joya que tienes entre manos, creada con mucho humor, amor y ganas, y lo primero que piensas es: “¡Qué bien que se los han pasado estos dos!”

En definitiva, una serie que, aunque a voz de pronto no posea grandes arcos argumentales ni temas tan profundamente arrelados en la ciencia ficción, sí nos muestra otra faceta de la FF, que no tiene nada que envidarle al arquitecto Hickman, y que hará las delicias de pequeños y no tan pequeños. Y es que, si tuviera que resumir en un adjetivo el trabajo de Fraction en esta serie, éste sería: entrañable.

Así que, ¿creo que la FF de Fraction lo ha conseguido? ¿creo que se ha labrado un nombre? ¿que pasará a la historia?

¡Mi respuesta es un SÍ como una COSA!