Hablar de Full Metal Alchemist (鋼の錬金術師) es hacerlo de una de las series más veteranas y queridas por los otakus de medio mundo. Ahora, dos años después de la finalización del manga en España, Norma Editorial nos vuelve a brindar la oportunidad de disfrutar de esta apasionante historia en formato kanzenban, el cual lleva años consolidado en nuestro país por su excelente calidad, material adicional y, sobre todo, sus ilustraciones inéditas creadas exclusivamente para la ocasión. Como ya ocurriera con series clásicas como Dragon Ball, Slam Dunk o Ranma ½, Full Metal comienza su andadura en este formato con un primer tomo de 280 páginas y todos los elementos del formato original japonés, incluida la sobrecubierta de plástico y los bocetos a color originales de Monthly Shonen Gangan, la revista creada por Square Enix donde fue publicada la obra de 2001 a 2010.
La obra creada por Hiromu Arakawa nos narra las aventuras de dos hermanos huérfanos, Edward y Alphonse Elric, quienes fueron abandonados por su padre cuando eran pequeños y cuya madre fallece a causa de una terrible enfermedad siendo aún muy joven. Juntos deciden traer de regreso a su madre haciendo uso de una rama prohibida de la alquimia, estando totalmente convencidos de que tienen el poder necesario para que el experimento salga a la perfección. Sin embargo pronto descubren que no es así, y Al pierde su cuerpo y Ed una pierna y un brazo, tratando de transferir y sellar el alma de su hermano a una armadura abandonada. Ed acaba salvando la vida y recibe un brazo y una pierna metálicos, con los que consigue volver a hacer vida normal, aunque ya nada será como solía, ya que Ed se siente terriblemente culpable de lo que le ha ocurrido a su hermano pequeño. Decidido a recuperar el cuerpo de su hermano y sus miembros perdidos, juntos comenzarán un viaje lleno de peligros en busca de un artefacto conocido como la piedra filosofal, de la que se cuenta tiene un poder que va más allá de la imaginación humana y con la que es posible casi cualquier cosa.
Durante su viaje, Edward y Al, junto con los miembros del cuerpo de alquimistas estatales, deberán enfrentarse a criaturas como las quimeras (seres nacidos de un experimento que mezcla dos o más personas vivas de distintas estructuras genéticas con un animal), los Homúnculos (criaturas con apariencia humana que tienen la habilidad de regenerarse de cualquier herida debido a que poseen fragmentos falsos de la piedra filosofal) y muchos otros seres y personajes de las diferentes razas que pueblan el universo de Arakawa. Un universo que bebe mucho del estilo Steam Punk que tanto se está poniendo de moda en nuestros días y que parece claramente inspirado en la época de la revolución industrial, en un país llamado Amestris, pero que perfectamente encajarían con la Alemania o la Inglaterra de dicha época.
Junto a Ed y Al, la historia cuenta con un elenco de personajes que dan mucha consistencia y trasfondo a la historia principal y resto de subtramas, como el Coronel Mustang, el mayor Amstrong, Hughes o Scar entre otros. Pero de entre todos ellos, los personajes femeninos tienen un peso especial en la historia y en su relación con los dos protagonistas principales. De entre ellas podríamos destacar a Winry, amiga de la infancia de los hermanos Elric, Izumi Curtis, que entrenó a Ed y Al en las artes de la alquimia, una mujer sensata y dura como el hierro, que a pesar de sus increíbles habilidades en artes marciales y alquimia vive una vida sencilla con otro tipo de preocupaciones (entre las cuales están sus dos estúpidos alumnos) o la Teniente Riza Hawkeye, mano derecha del coronel Mustang y la única persona que ve más allá del playboy pendenciero que este aparenta ser cara a la galería.
Pero Full Metal no es solo un manga de lucha, en el que dos héroes van de ciudad en ciudad deshaciendo entuertos y repartiendo justicia. La obra en su conjunto está llena de detalles que pueden tener muchos paralelismos con la vida real, partiendo de la desconfianza en los gobernantes de Amestris y su corrupción y terminando por la religión y la forma en la que esta se aprovecha de unas gentes que piensan que en ella se haya la salvación y la esperanza de una vida mejor, cuando desde el primer volumen de la serie comprobamos que todo es una cortina de humo muy bien dirigida.
Todos estos elementos, a los que podríamos sumar un dibujo de los mejores de su época, humor, acción, personajes carismáticos y momentos que te dejan con la boca abierta, hacen de la obra de Arakawa uno de esos mangas imprescindibles que todo amante del genero debería leer una vez en su vida. La obra cuenta además con dos series de animación, siendo la segunda la que más fiel refleja la historia del manga, y varias películas, por lo que no hay excusa para no disfrutar de una de las obras más punteras de los últimos años y más ahora, con la nueva edición Kanzenban, que Norma Editorial trae a las tiendas, respetando al máximo el original japonés.
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Escrito por Jose Carlos Cabra
