El mundo del cómic dista mucho de lo que era en su origen, un hecho que los integrados de Umberto Eco agradecen enormemente, ya que lo han podido añadir a sus teorías “proculturales”. De esta manera, lo que en un principio era una mero pasatiempo, se ha convertido en toda una herramienta cultural mediante la que podemos desde entretenernos hasta conocer y aprender tanto sobre nuestro entorno como sobre la historia de otros lugares, además de servir como un nuevo medio de crítica social.
Así, aparecen autores como Joe Sacco, Howard Zinn o Art Spiegelman entre otros, sumándoseles la autora del cómic a analizar: la iraní Marjane Satrapi. Nacida en Teherán como única hija de una familia descendiente de la dinastía kayar (que reinó en Persia hasta 1925), se mudó a vivir con catorce años al liceo francés de Viena, volviendo años después a Irán, aunque actualmente reside en París. Su lugar de residencia no sería para nada relevante de no ser por el cambio social tan drástico que ha podido vivir: por un lado tenemos las costumbres, represión y censura que ha tenido durante su niñez, y por otro, la era de libertad occidental que vivió en su adolescencia, que choca drásticamente contra todo lo visto en sus inicios.
Es por esto que el guionista y dibujante David Beauchard (más conocido como David B.) instó a Marjane a narrar su historia a modo de novela gráfica, naciendo así en el año 2000 el cómic Persépolis (ciudad persa en griego) que se publicó a modo de cuatro entregas hasta el año 2003.
La obra, publicada actualmente por Norma Editorial, comienza con una introducción realizada por David B., quien narra grosso modo los acontecimientos que se dieron en Persia desde el año 642 hasta 1979. En la parte más reciente de estos se nos cuenta cómo la CIA organizó un golpe de estado contra Mossadeq, el jefe de gobierno que estaba al mando en 1953, siendo este sustituido por Mohamed Rezab (conocido como el Shá), quien en 1979, debido al estallido de la “revolución islámica”, es obligado a exiliarse.
A partir de aquí, Marjane Satrapi toma el mando y comienza su historia, escrita en forma de autobiografía, dividiendo cada hecho notorio dentro de pequeños capítulos que están ligados todos ellos por un nexo común, la joven iraní. El primer capítulo se abre bajo el título “El pañuelo”, y en él, observamos mediante una mezcla entre sátira, crítica y nostalgia, cómo vivieron las niñas iranís de principios de la década de los 80 el tener que comenzar a llevar un pañuelo para cubrir su cabello. A esto se le suma el cambio ideológico, pasando de ser un pueblo de mayoría laica, a convertirse al islamismo de forma obligada, teniendo que aceptar unas creencias por obligación, no por propia disposición.
De esta forma, vamos observando cómo la joven Marji va creciendo y obteniendo cada vez más conciencia del entorno opresivo que la rodea, y lo va exteriorizando mediante sus conversaciones con Dios, entidad que ella idea como forma de un diario imaginario al que expresar sus sentimientos. Las dificultades de vivir con una ideología liberal bajo la disposición de un pueblo en el que la censura y la represión estaban a la “orden del día”, se convierte en el principal hilo argumentativo de la historia, que se va deshilvanando a lo largo de las páginas hasta llegar al año 1984, momento en el que los padres de Marji deciden enviarla a estudiar a Viena, para que pueda crecer lejos del clima opresor que asola a Irán.
Esta segunda parte de la historia sirve para mostrarnos el gran choque cultural de dos mundos: occidente y oriente. Las tendencias de la época, la diversidad de pensamientos o la propia cultura se muestran aquí como un contrapunto de los ideales islamistas. Finalmente, la conclusión del relato sirve de nuevo para ver estas diferencias desde un nuevo prisma, creando en conjunto una historia crítica que calará en nuestro interior sin ninguna dificultad.
El dibujo, creado por la propia Marjane Satrapi, es simplemente una forma de acompañamiento del texto, que es donde recae la profundidad de la obra, de hecho, la propia autora admitió que en sus comienzos dibujaba bastante mal. Líneas simples y directas, carentes de detalle, pero elegidas cuidadosamente, plasman los acontecimientos contados de forma clara y concisa, evitando así distraer al lector de lo que su autora desea plasmar. Viñetas como la segunda que encontramos nada más abrir el cómic, donde vemos a cuatro niñas con velo vestidas prácticamente iguales, lo que evoca la erradicación de la propia personalidad que se llevó a cabo, son solo un ejemplo de que lo simple y lo elaborado, pueden darse de forma simultánea.
En cuanto a la obra en sí, estamos ante una novela gráfica excelente, que aborda la historia de Irán desde un punto de vista cercano y directo para los occidentales, haciendo gala de un estilo crítico que nos hará reflexionar al concluir cada capítulo. Persépolis se divide en tres arcos argumentales, teniendo estos como nexo de unión a Marjane Satrapi, quien ofrece tres perspectivas totalmente diferentes de dos mundos opuestos.
La versión analizada es la Integral, sobre la que actualmente Norma Editorial publica su séptima edición. Esta se compone de 360 páginas en blanco y negro, incluyendo en su parte final 8 páginas a color en las que Satrapi nos muestra la visión que occidente tiene de Irán y frente a esta, la realidad. La edición está realizada bajo un formato cartoné, teniendo un precio recomendado de 25€.
Persépolis también ha sido adaptada al cine, creando un filme animado galardonado con numerosos premios y nominaciones. Persépolis se aleja de los cómics tradicionales, ofreciéndonos una obra maestra en viñetas, cuya lectura debería ser obligatoria para todo aquel que quiera acercarse a leer un cómic humano, además de poder conocer la historia del pueblo iraní.
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