Ya os hablé de Guy Delisle en mi reseña de Pyongyang, el exitoso cómic sobre Corea del Norte de Astiberri. Este autor canadiense, concretamente del Québec, es famoso por sus cómics basados en sus estancias en diversos puntos del planeta, retratando a menudo sociedades a las que no estamos acostumbrados, con un punto de vista irónico y cargado de perspicacia. Sus 4 obras “de viaje”, sobre Shenzhen, Pyongyang, Jerusalén y Myanmar, han recibido múltiples premios y han vendido miles de copias por todo el mundo. Entonces ¿cómo es que ahora el autor hace cosas como esta Guía del Mal Padre? La verdad es que es una pregunta que me sigo haciendo, aunque entiendo en cierta medida la transición. Delisle tiene siempre ese toque de humor en todo lo que hace, sus reacciones flemáticas contrastan fuertemente con la hilaridad de ciertos momentos que rozan el absurdo. La paternidad es la excusa perfecta para explotar sus capacidades humorísticas.
En los años que transcurren entre su estancia en Shenzhen y la actualidad, lo más importante que le ocurre al autor es que se convierte en padre de dos hijos. Su vida se estabiliza y lo que antes eran aventuras en países exóticos, pasa a ser rutina familiar. Tanto este tomo que hoy reseño como su primera parte retratan al mismo hombre, un canadiense sosegado con un humor agudo, solo que ahora el humor no es tanto un comentario social mordaz como una reflexión hilarante sobre como quizás no es el mejor de los padres.
Lo que encontraremos, pues, en estos dos tomos son pequeños gags de la vida cotidiana del autor, sobre todo en lo referente a la relación con sus hijos. En cierto modo nos sentiremos identificados con estas pequeñas manías que hacían de nuestros padres únicos, pero muy lejos de ser perfectos. Para los que seáis padres, habrá momentos que os recordarán a vuestras experiencias casi al detalle. Es difícil dar imagen de dios omnisciente cuando no te apetece que tu hija se coma tus cereales favoritos o cuando le mientes descaradamente a tu hijo porque te da palo hacer lo correcto, yendo a buscar sus deberes a casa de otro niño un día de lluvia. Todos los padres son personas, ante todo, con sus debilidades, y Guy Delisle no es la excepción. En las páginas de estos dos tomos veréis reflejadas muchas de las actitudes pueriles de vuestros padres, de esas que os intentaban colar por “experiencia” o “sabiduría” y no podréis evitar soltar alguna que otra carcajada. Ese humor que siempre intuíamos de fondo en las obras más serias del autor está ahora muy presente, con esa misma flema y acidez, pero con un toque casero, con el que nos sentiremos plenamente identificados.
Este cómic de pequeño formato, que encandilará tanto a padres como a hijos, viene en formato rústica con un buen par de solapas, igual que sus hermanos mayores del mismo autor. Son 192 páginas en blanco y negro de tiras cómicas que se hacen verdaderamente cortas. Forma parte de la colección Sillón Orejero, en la que hay las mejores obras que edita Astiberri. Esta decisión editorial me cuesta un poco de entender ya que, aunque se trate de un autor de prestigio, tanto el formato como el hecho de ser una obra ligera de humor encajan mejor en la colección Kili Kili, de la misma editorial. En todo caso, y como suelo decir de los cómics cortos de humor, la Guía del Mal Padre (1 ó 2) es una opción más que interesante ya no solo para que forme parte de tu estantería, sino como regalo. Con un precio de 12€ no es un gran esfuerzo como regalo casual y a la vez cultural (sí, ambos tienen el mismo número de páginas y precio).
En la página de Astiberri encontraréis más información sobre Guía del Mal Padre 1 / Guía del Mal Padre 2.
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