viernes, marzo 29, 2024

Batgirl: La sonrisa de Gotham

/

Panini

Nos gusta la fauna autóctona de Gotham. En especial los quirópteros. Y más todavía la subespecie pelirroja, chicos y chicas, que en la Batfamilia tenemos de todo, como en botica.

Hoy nos paramos en otra de las figuras recurrentes en la mitología del Cruzado de la Capa. Lo cierto es que, a pesar de su carácter solitario y taciturno, Batman cuenta con un nutrido elenco de aliados que han pasado a ser algo más que simples comparsas. Todos aquellos que se unen a la interminable lucha contra el crimen han ganado, con el tiempo, importancia propia, identidad marcada dentro de la leyenda. Hasta el punto de que muchos de ellos gozan de las simpatías del público más allá de las correrías al lado de Batman, disfrutando mes a mes de las aventuras de tal o cual personaje en las páginas de su propia cabecera.

BatgirlBarbara Gordon es el equilibrio, una pizca de luz que se cuela en el oscuro mundo de Batman. La sonrisa en contrapartida a la violenta tensión en el rostro del murciélago, la esperanza entre la furia urbana que domina Gotham. Es la cara amable visible en la pesadilla, y, a pesar de ese papel de contrapunto, nuestra bat chica favorita tiene una considerable cantidad de demonios personales a las espaldas.

Lo curioso es que ella no fue la primera en adoptar el alter ego de Batgirl. El personaje fue creado antes de que ella se vistiera con el manto del murciélago, en los primeros años 60. La original en lucir palmito como chica murciélago fue Betty Kane, sobrina de la Batwoman original. Ambas se paseaban por las viñetas del Batman de la época como intereses románticos del hombre murciélago y su colega adolescente, Robin, en una etapa demasiado colorida y en ocasiones absurda. Por suerte, estos personajes que desvirtuaban el carácter de vengador nocturno de Batman, desaparecieron de la continuidad al poco tiempo, dejando el hueco libre para la aparición de la Batgirl que todos conocemos.

Barbara llegó al puesto por casualidad. Disfrazada como una versión femenina de Batman para una fiesta de disfraces, si vio metida de lleno entre Polilla Asesina y su presa del momento, el joven millonario Bruce Wayne. Polilla tenía intenciones de secuestrar al bueno de Bruce, que se vio sorprendido por el villano. Barbara impidió el secuestro, y pilló el truco a eso de ser la pizpireta heroína de Gotham. Nacía la leyenda, casi por accidente.

Barbara pasaba de ser una simple bibliotecaria a algo más definitivo. En aquella época, su parentesco con el Comisario Gordon era un tanto difuso, cosa que se ha mantenido hasta la actualidad. No se sabe a ciencia cierta si era hija, sobrina, o parientes y residentes en Gotham, así a secas. En la nueva continuidad se establede de manera notoria que, efectivamente, son padre e hija biológicos.

Se convirtió en pupila de Batman, y junto con Robin se transformó en la versión luminosa de la cruzada, un punto de inflexión en la vida de un hombre que ha sacrificado todo por un ideal, y que encontró en estos jóvenes lo más parecido a una familia.

A pesar de este carácter alegre e intrépido, de la esperanza inquebrantable que supone el papel de Batgirl, ya decíamos al principio que Barbara Gordon tiene un buen puñado de sombras en su historia personal. Quizá, el momento más definitorio en la carrera de nuestra protagonista fuese el que presentó Alan Moore en su conocida “La broma asesina“. Moore encontró el modo de trastocar el mundo de Batman de manera brutal, con el Joker desquiciado hasta niveles nunca vistos. La venganza del payaso se cebó con especial virulencia en la joven Barbara, que se vio postrada a una silla de ruedas tras recibir un disparo en la columna.

Barbara estaba rota por dentro y por fuera, pero si algo tiene de sobra la chica es espíritu. Se transformó en otra de las presencias constantes del universo DC al adoptar la identidad de Oráculo. Si bien dejó la lucha física contra el mal por motivos evidentes, volcó su talento e inteligencia en la ayuda táctica a aquellos campeones que necesitasen de sus servicios de información.

El antes y después
El antes y después

Oráculo, la nueva encarnación de Barbara Gordon, se hizo un hueco como personaje aparte de su pasado. Incluso encontró su lugar en un grupo como “Birds of prey”, la alianza de heroínas que tan buen resultado dio como colección. Pero, no podía ser de otra forma, el lugar de Batgirl estaba vacante, y no fueron pocas las aspirantes. Tuvimos a la violenta y excesiva Cassandra Cain, una imparable fuerza de la naturaleza de lo más expeditiva. Fue la propia Barbara junto con Batman la encargada de entrenar a una asesina nata para que encontrase el equilibrio necesario. Un personaje con muchos altos y bajos, que contrastaba con el optimismonatural de Barbara. Renovación producto de su época, que no acabó de cuajar. De hecho, Cassandra languidece arrastrada por el universo DC, transformada en uno de los peones contra el crimen del proyecto empresarial de Bruce Wayne, Batman INC. Bajo el nombre de Black Cat, lucha contra el crimen internacional en la división asiática del invento.

No ha sido la única. También hemos tenido a cierta adolescente con ataques de verborrea imparable, espíritu combativo y ganas de demostrar al mundo que es algo más que el lastre de su pasado. Stephanie Brown llegaba a la Batfamila tras un breve e infructuoso paso por el lado oscuro como la villana Spoiler. Fue su relación con Tim Drake la que puso a la señorita Brown al pie del cañón, y tras una serie de encontronazos con su propio destino, fue la propia Cassandra Cain la que cedió el manto de Batgirl a Stephanie. La aparente muerte de Bruce Wayne había dejado desolada y sin rumbo a la misteriosa Cassandra, lo que abría las puertas a una de las heroínas más entrañables que se ha paseado por un cómic DC.

Me encantaba Stephanie Brown. Porque era vulnerable, valiente, sacrificada, con miedos humanos y evidentes ante el peso de la cruzada que había decidido aceptar. La relación que se creó con Barbara Gordon, encargada de su aprendizaje, era real y comprensible, una fabulosa evolución de la Batgirl legendaria como maestra y guía. Stephanie vivía con sus contradicciones, a sabiendas de que tenía mucho que demostrar. La colección se llenaba de las ocurrencias de esta chica de mente inquieta, indpendiente y testaruda, enfrentada por primera vez al mundo adulto, un viaje a la madurez que al mismo tiempo era divertido, nada cargante, sin trascendencia de baratillo. Me rompió en dos la cancelación de la serie porque veía un potencial enorme en Stephanie, un personaje real y redondo, con multitud de matices a trabajar para un futuro brillante.

Pero el mercado manda. Los nuevos 52 se transforman en la gran apuesta de DC, y la continuidad oficial vuela por los aires. Tras Flashpoint, el universo de la editorial se transforma de manera radical, lo que afecta a la presencia bajo la máscara de Batgirl.

Barbara Gordon vuelve a su baile nocturno sobre los tejados de Gotham. Ha superado su lesión medular gracias a una intervención patrocinada por Empresas Wayne, aunque a estas alturas no tenemos claro en qué consistía el tratamiento. El caso es que la presencia de Staphanie Brown se borra de un plumazo, hasta el punto de que no hay noticias de su existencia en este nuevo contexto.

Barbara es nuestra chica de siempre. Alguien especial, inteligente, que se enfrenta al mundo de la mejor manera que sabe, y que a pesar de esa madurez, no deja de ser una jovén con dudas, miedos y contradicciones. Si Batman es determinación, Barbara es fe y optimismo, esa alegre cara inversa del espejo que enriquece la mitología de Gotham. Pero el camino de Barbara en esta nueva andadura no ha sido fácil.

A algunos nos gustaba mucho Stephanie Brown
A algunos nos gustaba mucho Stephanie Brown

Se ha visto inmersa en los acontecimientos de la noche de los Búhos, y, sobre todo, en el regreso del Joker, con todos los fantasmas que su regreso han traído a la mente de Batgirl, que todavía no ha superado del todo aquella fatídica noche en la que una bala del psicópata favorito de niños y niñas atravesó su columna. Sobrevivir al choque con el payaso del crimen ha sido uno de esos momentos catárticos que plagan la vida de esta chica desde su regreso.

Porque si algo ha marcado el paso, es el enfrentamiento constante con el pasado. Barbara, en su propia colección, resiste los embistes de su presente sin perder la identidad. Aunque son días oscuros, ella permanece, afronta el miedo y la confusión.

Ella misma se ha sorprendido ante el descubrimiento de un lado oscuro que desconocía, y ha tomado decisiones definitivas, que traerán consecuencias. El enfrentamiento con su propio hermano, James Gordon J.R. se ha cobrado víctimas y ha dejado un invisible rastros de pérdida. James era un monstruo desatado, que puso en peligro a las cenizas de lo que Barbara un día llamó familia. En un acto desesperado, Barbara mata a James por salvar a su madre, en manos del joven asesino. Ante la presencia del comisario Gordon, que nunca perdió la esperanza en su propio hijo. Amargado por la furia, Gordon declara una guerra personal a Batgirl, que se ve obligada a pasar a la clandestinidad, rota de dolor y culpa.

Así dejamos a la buena de Barbara, en un momento de confrontación con sus propios actos, y arrastrada a un enfrentamiento doloroso con su propio padre, que desconoce quién se oculta tras la máscara. Otro paseo por el filo, otro de tantos en los que la especial visión de Barbara de su propio papel se verá en entredicho. Pero todos tenemos fe en Barbara. Es su esencia, su identidad, su papel dentro de una historia más grande que ella misma. Sabemos que ese espíritu es irrompible, que ha pasado por mil situaciones que habrían roto el alma de alguien menos entero. Pero nada ha borrado la sonrisa de nuestra Batchica favorita.

Que siga así.

 

Comic Stores
  • Etiquetas
  • DC

SÍGUENOS EN REDES

124,427FansMe gusta
15,326SeguidoresSeguir
2,940SuscriptoresSuscribirte
Panini
Editorial Hidra
ECC Ediciones
Norma Editorial
Comic Stores