‘A dos velas, The Singles Collection’ (título original en inglés: ‘Alone Forever, The Singles Collection’) de la historietista americana Liz Prince es una de las novedades de octubre de la editorial La Cúpula. Liz Prince es una autora de Boston, aficionada a la escena punk, a los hombres barbudos y a los gatos. Ha publicado como parte de antologías, además de autopublicar y haber sido traducida al castellano y al francés. Las viñetas de carácter autobiográfico de esta artista que a finales de la veintena se encuentra recurriendo a portales web para conocer a otros solteros han sido descritas por la editorial como ‘EL REGALO PERFECTO PARA QUE TU AMIGO SOLTERO TE MANDE A FREÍR ESPÁRRAGOS’.
Y es que, a pesar de los corazones de la portada y la contraportada, esta colección de viñetas y tiras cómicas tiene que ver más con la soltería que con el amor. Hasta cierto punto, podría considerarse la antítesis temática de otra serie publicada por La Cúpula, la entrañable ‘Croqueta y Empanadilla’ de la alicantina Ana Oncina, de la que os hablamos el pasado mes de marzo, cuando se anunció, y que David Rubín recomendó recientemente en la entrevista que pudimos hacerle recientemente.
En ‘A dos velas, The Singles Collection’ se repasan métodos (más o menos acertados) para conocer gente, malas experiencias por Internet, la vida de los solteros cuando la gente de su entorno empieza a asentarse y los cambios de ánimo de la misma Liz, que pasa de la conformidad a la tristeza (con ataques de mala leche y frustración), pero que en general se dedica a sobrevivir y a seguir intentándolo. El estilo de vida de Liz, además de su estilo como historietista, me recuerda a otras artistas contemporáneas que están publicando a menudo, como, por ejemplo, Kate Leth, Noelle Stevenson o Madéleine Flores. Los homenajes y referencias, a nivel gráfico o de contenido, son constantes y disfrutables. El lector atento podrá disfrutar de referencias a famosos gatos de internet (como Lil’ Bub), redes sociales, juegos de mesa, grupos de rock o portadas clásicas de revistas pulp de terror. Como curiosidad, hay un logrado homenaje a las tiras de Charles M. Schulz, muy bien ejecutado.
A nivel gráfico, Liz Prince tiene un estilo caricaturesco, con un dibujo de líneas finas y trazos curvados. Prescinde del sombreado y no suele sugerir formas tridimensionales y, en ocasiones, se sirve de tramas para dar sensación de oscuridad. Los fondos son muy simples o prácticamente inexistentes, ya que la autora se centra sobre todo en la figura humana (además de la gatuna), simplificando algunos elementos de la anatomía o el vestido (por ejemplo, dibuja manos de tres dedos o ropa sin arrugas ni pliegues). El diseño de las páginas es muy variado y a menudo prescinde de la viñeta y rompe la cuarta pared para dirigirse a un mundo mayor del que contiene la página.
La edición de La Cúpula es muy similar a la edición original en inglés de Top Shelf Productions, que se publicó en 2014. ‘A dos velas’ está editado en rústica con solapas (5 cm de ancho y 21 cm de alto), tiene 112 páginas en blanco y negro y cuesta 10,50 €. La traducción corre a cargo del equipo de Ediciones La Cúpula. Como ya ocurría en la bellísima novela gráfica ‘Aquel verano’ de Mariko y Jillian Tamaki (que reseñamos hace unos meses), creo que en la traducción se tiende a abusar de las notas del traductor con referentes que son conocidos por el público al que va dirigida la obra.
‘A dos velas, The Singles Collection’, a pesar del tono marcadamente personal, con tendencia a adquirir un cariz melancólico en ocasiones, es un tomo divertido, y se aprecia la autoparodia de la autora. Si bien no es un punto de vista rompedor dentro de lo cotidiano, sí que es una obra interesante dentro del humor costumbrista y supone un buen añadido a cualquier biblioteca de los aficionados al humor gráfico.
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