“Yo no miento jamás, participo voluntariamente en una campaña de desinformación”
Fox William Mulder, más conocido en el bureau del FBI como “Spooky” Mulder (o “Siniestro” Mulder en el doblaje de España) es un agente especial del FBI con una pasión enfermiza por la búsqueda de la verdad y la demostración de la existencia de vida extraterrestre.
David Duchovny es el encargado de dar vida al agente, consiguiendo el papel rápidamente ya que tenía el carisma que Chris Carter buscaba para el personaje. En uno de los procesos de audiciones, interpretando para los ejecutivos de la cadena, Duchovny coincidió por primera vez con Gillian Anderson, quien se le acercó para leer algunas líneas y preparar la audición antes de saber que acabarían convirtiéndose en los agentes de FBI más famosos de la televisión.

El nombre del personaje tiene una relación directa con su creador, ya que Mulder era el apellido de soltera de la madre de Chris Carter. En cuanto al particular nombre de Fox, Carter defiende que no tiene nada que ver con que el proyecto acabara en manos de la cadena del mismo nombre, sino que le pareció un nombre divertido: “Solía decir a la gente que había crecido con un niño llamado Fox, pero eso solo era por darle una excusa porque de verdad era un nombre raro. Sencillamente me gusta el nombre de Fox. Además, David (Duchovny) dice que es mejor que NBC Mulder”.
Durante su infancia, Mulder disfrutaba de la ciencia ficción, en especial de Star Trek, y del deporte, destacando el béisbol. Una vez adulto, correr y jugar al baloncesto se convirtieron en parte de su rutina para poder liberar adrenalina e intentar combatir al insomnio de esa forma.

A lo largo de los años de esta búsqueda incansable, que durarían décadas, Mulder acabaría descubriendo las claves de la separación de su familia y de los secretos que la rodeaban. Entre ellos, la participación de su padre en una gran conspiración gubernamental en la que también estaría un viejo amigo de la familia, C.G.B. Spender, conocido como el Fumador. Este se convertiría en uno de los enemigos más importantes de Mulder y Scully, jugando con ellos entre el ofrecimiento de la verdad y la traición, aunque el agente acabaría descubriendo una relación con él que jamás hubiera sospechado.

Algunos de los criminales detenidos gracias a sus trabajos son Monty Propps o Luther Lee Boggs (quien apareció en uno de los mejores capítulos de la serie, “Beyond the Sea”, 1×14) y gracias al prestigio del que disfrutaba en el FBI pudo conseguir fuertes contactos en el gobierno. Entre sus fuentes de información principales destacan Garganta Profunda (quien le dijo lo que se convertiría en su lema principal – y de la propia serie – “trust no one”, no confiíes en nadie) o el Señor X (conocido así porque cuando Mulder necesitaba su ayuda ponía una X en la ventana con cinta aislante).
En 1988, Mulder fue asignado a la sección de Crímenes Violentos, donde reconoce que vio “lo peor de la humanidad”. Un año más tarde, empezó su experiencia como agente de campo, donde por culpa de seguir las órdenes establecidas en contra de su instinto perdió a un compañero. De nuevo el sentimiento de culpa de Mulder haría acto de presencia, y desde entonces la falta de subordinación del agente es conocida entre sus superiores.
Dos años más tarde se enfrentó a uno de sus casos más difíciles y gracias a su perfil John Lee Roche, asesino de niñas de entre ocho y diez años, fue detenido. Años después, a partir de un sueño, Mulder descubriría otros asesinatos de este autor y tendría que lidiar con los juegos psicológicos de Roche y la posibilidad de que su hermana fuera una de sus víctimas (de nuevo, un gran episodio de la serie, “Paper Hearts”, 4×10).
“Un sueño es la respuesta a una pregunta que no hemos aprendido a formular”
Gracias a sus primeros casos, Mulder entró en contacto con tres expertos en informática, teorías conspiratorias y editores de un boletín autoeditado de baja tirada, “La bala mágica”. Frohike, Byers y Langly forman el grupo de ‘Los pistoleros solitarios’ (y conforman una serie homónima como único spin-off de ‘Expediente X’) a quienes Mulder recurría para encontrar información fuera de los canales oficiales.

A estas investigaciones se sumó Diana Fowley, con quien además tenía una relación sentimental, siendo la primera compañera de Mulder en los Expediente X, hasta que Diana se marchó a Europa y abandonó a Mulder y a los expedientes. Esto y la relación que esta mantenía con algunos de los enemigos de Mulder llevarían a Scully a desconfiar de ella.
La oficina de Mulder pasó a establecerse en el sótano del FBI, en el edificio Edgar Hoover, en Whasington D. C. Un lugar de poca ventilación que el propio Mulder decoró con archivos, fotografías de avistamientos y el famoso poster en el que se ve un platillo volante con el mensaje que define por completo al personaje: “I Want to Believe” (“quiero creer” traducido al español).


Su relación ha ido evolucionando paulatinamente a pesar de los antiguos romances de Mulder que aparecen en escena (Phoebe Green en “Fire”, 1×12; Diana Fowley en varios episodios) y de encontrarse nuevos referentes femeninos con los que Scully desataría su vena más posesiva pese a no haber ninguna relación entre ellos (Bambi Berenbaum en “War of Coprophages”, 3×12 o la detective White en “Syzygy”, 3×13, por ejemplo). Finalmente, Mulder acabaría siendo el padre del hijo de Scully, llamado William en honor al padre de Mulder, aunque siendo todavía un bebé Scully tuvo que tomar la decisión de darlo en adopción para protegerlo, debido a los enemigos que ambos se han ganado durante sus años de investigación en contra de las conspiraciones.
“A veces la única salida cuerda en un mundo de locos es la locura”
A lo largo del tiempo, Mulder y Scully se han enfrentado a todo tipo de situaciones al frente de los Expediente X, ya no solo a los fenómenos paranormales que encontraban en su trabajo, sino por ejemplo al cierre de los expedientes en determinados momentos o a la separación entre ellos en un intento de acabar con su trabajo. Es así como Mulder conoció a Alex Krycek, asignado como compañero temporal y quien sería después uno de sus enemigos principales, junto al Fumador. Mulder también tuvo que ver como siempre que conseguía pruebas de la existencia de vida extraterrestre estas eran eliminadas, incluyendo un incendio que arrasaría su oficina y el trabajo de toda una vida.
En el 2000, es abducido por extraterrestres al final de la séptima temporada, mientras que una desconsolada Scully tuvo que lidiar entre aceptar su pérdida o continuar buscándolo a lo largo de la siguiente temporada.


El personaje continuaría en 2013 en la décima temporada que se lanzó exclusivamente en formato cómic, aunque dichas historias se quedarán al margen con la próxima continuación de la serie. El “revival” de ‘Expediente X’ nos llevará a conocer el destino de Mulder y Scully a partir del 24 de enero (26 en FOX España).
Entre otros datos curiosos acerca de Fox Mulder encontramos su abierta pasión por la pornografía, algo que nunca ha tratado de ocultar sino todo lo contrario. Además, es un adicto a las pipas de girasol y ha visto más de cuarenta veces la película de ‘Plan 9 del espacio exterior’ de Ed Wood, considerada como la peor película de la historia del cine.
El apartamento en el que ha vivido todos los años al frente de los Expediente X está situado en Alexandria, Virginia, y es el número 42. Este representa “el sentido de la vida, el universo y todo lo demás” según ‘Guía del autoestopista galáctico’ de Douglas Adams y es solo una de las simbologías que Chris Carter tiene con los números aparecidos en la serie.





