Muchas veces nos hemos preguntado cómo responderían las armas de nuestros personajes de cómic favoritos trasladadas al mundo real. ¿La capa de Batman te ofrecería capacidad para planear durante una caída?. ¿Podrían fabricarse los lanzarredes de Spidey?. ¿Cómo actuaría la toxina del gas de la risa del Joker?.
Una de estas preguntas ya tiene una respuesta probada empíricamente. ¿El escudo del Capitán América le protegería adecuadamente ante fuego real sin tener que hacerse excesivamente pesado? En la prueba que nos ha ofrecido recientemente Comic Book nos dejan claro que esa función del icónico escudo es perfectamente plausible.
Jerry Miculek es conocido como “El tirador más grande todos los tiempos” y, además de su intensa actividad en la redes -donde cada vídeo que cuelga recibe decenas de miles de visualizaciones-, es poseedor de 20 récords mundiales relacionados con el tiro e innumerables títulos mundiales y estadounidenses con armas largas y especialmente con pistolas y revólveres. En definitiva, una especie de francotirador infalible al más puro estilo de Fuego Cruzado o Punisher para enfrentarlo al Capitán América.
Ya tenemos el tirador; ahora nos falta lo más difícil: el escudo. Todos sabemos que está construido en una aleación secreta cuyo componente principal es el Vibranium y, dado que este es un metales ficticio que únicamente existen en la Wakanda del Universo Marvel, resultaba un poco complicado su fabricación para esta prueba. Así pues se optó por fabricarlo en un metal más sencillo de encontrar en nuestro universo: el Titanio. Respetando, eso sí, su medida y peso: 2,5 pies (unos 76 centímetros) de diámetro y 12 libras (unos 5,5 kilogramos) de peso.
El resultado es sorprendente. Tal vez el escudo quede más marcado o abollado que habitualmente en los cómics (cosas de no haber encontrado vibranium, seguramente), pero Steve Rogers puede estar tranquilo, su escudo le protegería perfectamente ante una batería de ocho disparos con el calibre 45 ACP.
Aquí tenéis el vídeo con la prueba realizada para que podáis comprobar sus efectos.
