
Héroe, aquel personaje con una poderosa virtud que hace memorables y gloriosas hazañas para mejorar el mundo y su porvenir. Una concepción típica que J.R.R. Tolkien rompe en ‘La historia de Kullervo’. Este relato no solamente es especial por ser la primera creación de tan reconocido autor, sino también por ser aquel que ha dado vida a su personaje más oscuro y desdichado. Kullervo es un niño huérfano, vinculado a la magia y desvinculado del cariño y la fortuna. Los únicos que proporcionan algo de luz a su ensombrecido destino son su hermana Wanona y el perro negro Musti. Aun así, Kullervo está dominado por la fuerza y la sed de venganza, su corazón se endurece más con cada desgracia que le acecha y acabará destruyendo todo a su paso.
Tolkien narra su historia a través de la combinación de la prosa con el verso, una inspiración del estilo de William Morris con la que elabora una unión lógica, aunque no conseguida del todo. A lo largo de la narración, irá cambiando el nombre de los diferentes personajes, y pensando en la posibilidad de que el lector se pierda, elaboró una lista de nombres. Cada uno de ellos no es fortuito, es interesante conocer por qué cada personaje se llama de una determinada manera. En el caso del protagonista, tal y como Tolkien cuenta en su relato, Kullervo significa “ira”.
¿Por qué he sido creado?
¿Quién me ha hecho y quién me ha obligado
A caminar así bajo el sol y la luna,
Bajo el cielo abierto por siempre?
Otros podrán viajar a sus hogares
Con luces centelleantes al atardecer
Pero mi hogar está en el bosque.
En las salas del viento debo morir
Y en la lluvia amarga debo bañarme
Y mi hogar está en medio del brezal
En las amplias salas donde golpea el viento
Bajo la lluvia, a la intemperie.
Tanto los personajes como la trama en sí toman como referente el ‘Kalevala’, una historia épica de Finlandia que fascinó a Tolkien hasta tal punto que aprendió finés básico para leer esta leyenda en su idioma original. Gracias al laborioso trabajo de Verlyn Flieger, la editora que hace un análisis minucioso de ‘La historia de Kullervo’, el lector disfruta de curiosidades como esta y conoce más a fondo tanto a la historia, como al autor y sus primeros pasos como escritor. Incluso, la editora une algunos hilos acerca de cómo la propia vida de Tolkien pudo haber influido en la invención del relato.

Este primer relato está inacabado, y más que destacar por sí mismo, es brillante por la pieza que supone en el puzzle de Tolkien. ‘La historia de Kullervo’, que fue escrito a lápiz en 13 folios por delante y por detrás, tal y como afirma Flieger, levó a Tolkien “a la creación de Túrin y a ‘El Silmarillion’, y ‘El Silmarillion’ lo llevó, a través de ‘El Hobbit’, a ‘El Señor de los Anillos’”. ‘La historia de Kullervo’ es la obra que permitió originar las grandes obras de Tolkien. Así, al mismo tiempo que cursaba sus estudios en Oxford, comenzó a desarrollar su habilidad para crear historias de fantasía. Adaptó el cuento finlandés a su manera, otorgando importancia a la mitología. Del mismo modo, comenzó sus intentos para crear su propia lengua protoficticia, conocida como el Quenya.
La lectura de ‘La historia de Kullervo’ es esencial y maravillosa para aquellos que disfrutan con las narraciones de Tolkien. La magia no solo está presente entre sus letras, sino también en el lector que se adentra entre las semillas que plantaron su ficción. Se trata además, de una oportunidad para conocer una mitología distinta a la europea, en la que cada elemento cuenta con una voz propia, tal y como personificó Tolkien al valioso cuchillo de Kullervo.





