La ficción atrae, nos guía hacia los caminos alejados de la realidad y nos traslada a paisajes seductores, misteriosos o bellos. ¿Y si no tuviésemos que imaginar para conocer estos lugares? En esta travesía, solo tienes que mirar a nuestro propio mundo. En él, hay ojos que saben explorarlo y capturan su vívida magia. Kilian Schönberger atrapa los recovecos soñados con su objetivo, se inspira en la fantasía que conoce y revela nuestra realidad. Este fotógrafo alemán, originario de la ciudad de Colonia, tomó como referencia los cuentos de los Hermanos Grimm y en Europa Central retrató sus historias, agrupando estas fotografías bajo el nombre de ‘El país natal de los Hermanos Grimm’ (‘Brothers Grimm’s Homeland’). Las remotas áreas rurales que aún perviven en nuestro mundo nos regalan una naturaleza tranquila y cautivadora, con parajes que nos permiten construir nuestras propias historias. Adéntrate en la fotografía de Schönberger y descubre cómo viven los cuentos de hadas.
Esta inspiración llevó a Schönberger a crear finalmente ‘El proyecto de los Hermanos Grimm’ (‘The Brothers Grimm Project’), en el que reúne tres colecciones de fotografías en las que las leyendas y los cuentos son los protagonistas. Tras ‘El País natal de los hermanos Grimm’, Schönberger siguió explorando la céntrica Europa y presentó la segunda parte del proyecto, ‘Las aventuras de los Hermanos Grimm’ (‘Brothers Grimm`s Wanderings’). Su trabajo se basa en el aspecto conceptual e imaginativo de lugares recónditos. Este propósito se intensifica por su daltonismo, lo que supone que no busque determinados colores o tonalidades, sino que indague en las atmósferas, los ambientes y se impregne de ellos.
Siguiendo la huella de Blancanieves, Hansel y Gretel o la Bella Durmiente, Schönberger completó su proyecto con ‘La fabulosa Alemania de los Hermanos Grimm’ (‘Brothers Grimm’s Fabulous Germany’). Para esta parte final, el fotógrafo condujo 45.000 millas por Alemania, durante 20 meses y tras concluir su travesía legendaria, decidió plasmar en papel todas estas fotografías porque así se convertían aún más en el reflejo de los clásicos cuentos de hadas. “Es como un paseo visual a través de imágenes que tenemos en nuestra mente mientras escuchamos las viejas historias de nuestra infancia”.
El pulso acelerado de una batalla, el suspiro ahogado de una huida, el silencio cortante del miedo, o la brisa que acaricia un impetuoso beso. Cada fotografía puede transportarte al momento que recuerdes, que imagines o a aquella historia que de pequeña esperabas que fuese contada antes de viajar al país de los sueños. Ese es el potencial de las imágenes de Schönberger, quien tras recorrer esta senda, quiso crearnos un nuevo mundo, el medieval. Declarándose fan de la serie Juego de Tronos, siguió recorriéndose Europa Central en busca de aquellos lugares que captaran su esencia.
El espíritu místico de la serie lo llevó a hacer un homenaje y descubrir ruinas, castillos, bosques o pueblos que podrían formar parte de cualquiera de los reinos. Tal y como explica Schönberger, “cada parte de la historia de Juego de Tronos está reflejada por la historia de Europa Central”, donde se libraron guerras, donde hubo invasiones como la de los húngaros o donde se sufrió la amenaza de los turcos en más de una ocasión.
Existen muchas formas de contar una historia y muchas personas para expresar su particular visión del mundo. Hasta que llegue nuestro momento y nuestra voz, palabra o visión sea mostrada, podemos contemplar cómo el invierno se acerca y disfrutar de su fría narración.
