Ya se ha comentado en anteriores artículos de esta web que el famoso rey de la selva, que responde al nombre de Tarzán nació en 1912, gracias al buen hacer del escritor Edgard Rice Borroughs. También hemos dejado constancia de un dato menos conocido, que es el hecho de que las aventuras del personaje fueron publicadas por primera vez en la revista pulp ‘All story magazine’, lo que significa que el trasvase de sus escritos al formato de novela responde a una época bastante posterior. Poco importa, no obstante cuando fueran escritos los libros, ya que el personaje ha alcanzado mayor fama en los otros medios en los que ha tenido difusión, tales como los cómics, la series de televisión y el cine, que es el caso en el que nos centraremos en este artículo.
Aunque Elmo Lincoln fue el primer actor que interpretó al rey de la selva en el filme ‘Tarzán de los monos’ (1918), no será una película suya lo que analicemos aquí. Tampoco se trata de reseñar un largometraje de Johnny Weissmuller, pese a que se ganó el corazón de los fans al encarnar al protagonista de este artículo hasta en doce películas (1932 – 1943). Y en su momento, ya nos ocupamos de hacer un análisis de ‘La leyenda de Tarzán‘ (bajo la dirección de David Yates y con Alexander Skarsgård en el papel protagonista). Por tanto, en este artículo nos centraremos en un curioso filme de 1972 co-producido entre España, Italia y Puerto Rico, dirigido por Manuel Caño y protagonizado por Steve Hawkes. Dicho largometraje, con una duración aproximada de hora y media, lleva por título: ‘Tarzán y el arco iris‘.
Junto al actor protagonista podemos destacar a Peter Lee Lawrence (como Richard), Ángel del Pozo (que encarna a Bob), Ágata Flori (que se mete en la piel de Helen), Kitty Swan (en el papel de Orula), Richard Rod (que da vida a Ukala) y Robin Aristorenas (que interpreta a Nasu).
Como reza la tradición de su tribu, si el pequeño Nasu quiere ocupar el trono de su padre, recientemente fallecido, debe recorrer un peligroso camino y hacerse con una estatuilla de esmeralda que su gente reconoce como el dios verde. El problema es que Ukala, un adulto de la tribu, tiene todo el derecho a luchar por el trono, aunque sea a costa de la vida del joven Nasu. Mientras Tarzán sigue los pasos del niño para protegerlo, se encuentra con unos cazadores furtivos que pretenden capturar animales para exhibirlos vivos en la ciudad.
Aunque, en esta ocasión, el rey de la selva conjuga los verbos medianamente bien (pero siempre se refiere a sí mismo en tercera persona), su grito sigue logrando que echemos de menos el que pudimos escuchar en los filmes de Johnny Weissmuller (que, como ya explicamos, sumaba otros sonidos al alarido del actor, tales como el aullido de una hiena, la voz de la soprano Lauren Bridges, el gruñido de un perro y la nota sol de un violín). Aquí sigue sin haber ni rastro de famosos personajes de la saga, tales como Jane (a la que Orula parece sustituir en este tipo de filmes), Boy o Cheetah. Ya comentamos que esto se debe a que nos encontremos ante una de las versiones del personaje consideradas como apócrifas, al igual que sucede con otras producciones españolas como ‘Tarzán y la gruta del oro‘ (1969), ‘Tarzán en las minas del rey Salomón’, ‘Tarzán y el misterio de la selva’ (ambas de 1973) o ‘Tarzán y el tesoro Kawana’ (1974). Otros ejemplos de este género, ya sin la marca de nuestro país, son ‘Tarzán contra los hombres leopardo’ (1964) y ‘Tarzán y el tesoro escondido’ (1965).
Por el simple hecho de tratarse de una película apócrifa, al igual que sucede con ‘Tarzán en la gruta del oro’, ‘Tarzán y el arco iris‘ es uno de esos filmes destinados a recibir palos por gran parte de la audiencia, que da al proyecto la calificación de infumable y considera que no aporta nada sustancial a la leyenda del personaje.
Por mucho empeño que ponga Manuel Caño, hay que reconocer que sus filmes no pasarán a los anales de la historia como unas grandes película y Steve Hawkes jamás será recordado como un legendario interprete de Tarzán, así que no es un largometraje recomendado para aquellos espectadores que ponen el grito en el cielo cuando les tocas sus mitos. Sin embargo, si se trata de pasar un ratito entretenido en el sofá de tu casa , y estás exento de prejuicios, es una opción bastante válida. Cabe la posibilidad de que te decepcione el visionado o ni siquiera te interesa darle una oportunidad a este filme. Si es tu caso, no debes olvidar que ‘La leyenda de Tarzán’ te espera en los cines, lo cual se convierte en una cita obligada para todos los fans del rey de la selva.