‘El silencio de los corderos’ en versión española es la definición que suelo dar a quien me pregunta por ‘El guardián invisible’. El nombre da título al primer libro de la trilogía del Baztán que la escritora Dolores Redondo inició en 2013 y que ha llegado al cine este mismo año. Pero dejando a un lado la versión cinematográfica y la literaria, el sello Planeta Cómic ha decidido apostar por esta historia y trasladarla a un nuevo formato, el cómic. Y solo puedo decir una cosa al respecto: la decisión no pudo ser más acertada.
Cada formato tiene su público y el adaptar la historia original al séptimo y noveno arte no hace más que lograr que llegue a un grupo de personas que de otra forma no la hubieran conocido. Es más, he de confesar que no conocía el libro hasta que oí hablar de la película y aunque seguramente este sea mucho mejor (por regla general el formato para el que se idea una obra suele ser el que mejor funciona), la adaptación a cómic consigue atrapar al lector de principio a fin.
Pero antes de analizar la obra, merece la pena pararse a leer su sinopsis:
“Ainhoa Elizasu fue la segunda víctima del basajaun, aunque entonces la prensa todavía no lo llamaba así. Fue un poco más tarde cuando trascendió que alrededor de los cadáveres aparecían pelos de animal, restos de piel y rastros dudosamente humanos, unidos a una especie de fúnebre ceremonia de purificación. Una fuerza maligna, telúrica y ancestral parecía haber marcado los cuerpos de aquellas casi niñas con la ropa rasgada, el vello púbico rasurado y las manos dispuestas en actitud virginal”.
Como se puede apreciar, la trama tiene todos los ingredientes para convertirse en un thriller policiaco que nada tiene que envidiar a los grandes referentes estadounidenses, aunque erróneamente se haya metido con calzador que su protagonista perteneció al FBI. La inspectora de la sección de homicidios de la Policía Foral de Navarra, Amaia Salazar, es la encargada de descubrir qué hay detrás de estos crímenes sucedidos en Elizondo (Valle del Baztán). El relato mezcla lo místico con lo racional y pone en tela de juicio las creencias actuales en favor de las tradiciones más arraigadas.
De esta forma, la obra, que comienza con un asesinato un tanto extraño, se irá enrevesando hasta límites insospechados, logrando que no consigamos discernir entre fantasía y realidad. ¿O tal vez la realidad es más fantástica de lo que parece? El ingrediente fundamental para que esto ocurra es la aparición en la trama de connotaciones surgidas de la mitología vasca. Poco a poco, como si de pequeñas dosis de conocimiento se trataran, nos vamos empapando de las creencias vascas hasta toparnos con sus principales seres. Pero todo ello contado de tal forma que la realidad sigue siendo una constante. El relato no pasa a ser fantástico per se, sino que el asesino de estas niñas y los aparentes ritos que realiza parece que tienen algo que ver con la mitología del País Vasco. Un hecho que nos recordará, salvando las distancias, a la trama de la primera temporada de la serie ‘True Detective’.
Estos detalles, que en ‘El guardián invisible’ parecen no ser tan claros, en su secuela, ‘Legado en los huesos’, adquieren una nueva dimensión. Lo tradicional y lo místico empieza a ser real, sacando a la luz creencias en fábulas de personas en apariencia racionales. ¿Existen los seres mitológicos? ¿quién está realizando estas ofrendas? y ¿con qué propósito? La respuesta la encontraremos en los tres volúmenes que Ernest Sala está adaptando al formato cómic. ¿La pega? Que el segundo número concluye con un ‘cliffhanger’ de manual, dejándonos en una situación de impotencia que solo podremos ver saciada de dos formas: esperando a que se publique el siguiente cómic o leyendo el tercer libro, que lleva por título ‘Ofrenda a la tormenta’.
En cuanto al cómic en sí, pese a ser una adaptación de una novela, que suele llevar implícito el hecho de que se pierda gran parte de su esencia original, estamos ante una creación que funciona de forma perfecta. Su autor, Ernest Sala, nos lleva de la mano por las páginas mientras nos cuenta lo que ocurre, todo ello con unos trazos y un color que atrapan en cada página. El dibujante se ha decantado por un estilo claro y una línea fina, donde hace gran uso de la paleta de colores para dar vida a cada viñeta. Las dos obras publicadas, ‘El guardián invisible’ y ‘Legado en los huesos’, muestran la evolución de su autor. Aunque todas las ilustraciones tienen una gran cantidad de detalle, sin caer en el realismo, en el segundo volumen se puede apreciar una mejora en la narración y unas licencias que solo un autor ya asentado en una obra es capaz de manifestar.
La narración es muy ligera, hasta el punto de parecer que se está ante la adaptación de una película y no de un libro de 432 páginas en el caso del primero, o de 560 en el segundo. Todo esto, aunado al hecho de que en ningún momento el lector se siente perdido y de que es capaz de entender perfectamente todo lo que se cuenta en la enrevesada trama de la trilogía del Baztán, no hace más que demostrar el buen hacer de su autor, Ernest Sala. Eso sí, habría que darle un tirón de orejas a los encargados del texto, ya que durante toda la obra llaman erróneamente al pastel txantxigorri (aparece como “txatxingorri”) que tiene gran protagonismo en la obra y al Tartalo (le añaden una “t” extra).
Planeta Cómic ha decidido publicar las adaptaciones en formato europeo, bajo dos volúmenes cartoné a color con un precio de 20€ cada uno, teniendo el primero 96 páginas en su interior y 120 páginas el segundo.
