Toca divertirse con la historia, queridos lectores. Sí, que es una cosa muy serie, erudita y sesuda eso de investigar por las turbias aguas del pasado. Documentos, bibliotecas, objetos antiguos, hechos, fechas y, por supuesto, personajes, conforman lo que somos y dan un poco de luz sobre lo que seremos. Marc Tinent y Lourdes Navarro han cogido todo eso, lo han metido en su caldero de brujos comiqueros, y fabrican una divertida vuelta de tuerca con esos tipos que aparecen en los libros de texto. ‘Viejos Descubridores’ es pura aventura, llena de peligros mortales, magia, parajes exóticos y achaques producidos por la edad.
Viejos descubridores nos traslada 20 años después del descubrimiento de América. Colón es un viejo cascarrabias que pasa los días superado por su pasado. Comparte recuerdos y bebida con el aventurero Alonso de Ojeda, otra vieja gloria de la época de los aventureros. Aburrido por la falta de acción, Ojeda propone a Colón un nuevo viaje. La leyenda de la Fuente de la Eterna Juventud despierta el ansia de aventura del anciano espadachín, y Colón, por sus propios motivos, ve una oportunidad de redención en la expedición.
Por el camino, los dos aventureros encontrarán viejos amigos. Un universo lleno de misterio en las profundas selvas de esa tierra que estaba en medio de Colón y sus planes iniciales, y que acabó por ser parte de una época llena de luces y sombras.
Por supuesto, Marc Tinent, guionista de la obra, no pretende dar lecciones de historia, y de hecho, juega de forma bastante gamberra con los hechos oficiales. Escribe por puro divertimento, utilizando el contexto histórico para dotar de contenido a esta obra que quita peso a las memorias recogidas en libros y documentos. Despojado de toda seriedad brumosa, lo importante en ‘Viejos Descubridores’ es la peripecia, el tono desenfadado lleno de humor, basado en la difícil convivencia de cuatro tipos de caracteres dispares, y con más de una rencilla por resolver.
El aire de leyenda que se imprime a la narración se inspira, precisamente, en esas búsquedas a medio camino entre la ambición y el juicio nublado que llevaron a varios locos (o valientes, según quién escriba la historia) a perderse por un continente inexplorado tras quimeras y leyendas. La búsqueda de la Fuente de la Eterna Juventud ha servido para no pocas fantasías, y ‘Viejos descubridores’ entronca con varias de ellas de manera bastante divertida. Se puede decir que esta imaginación de Tinent y Navarro es un poco Indiana Jones en el hogar del jubilado, con una pizquita de los Goonies. Claro, si los Goonies estuviese protagonizada por unos achacosos ancianos en lugar de los chavales que todos recordamos. Todo enmarcado en la época de los descubrimientos, en la que se empezó a escribir el mundo tal y como hoy lo conocemos.
Trampas, tribus caníbales, criaturas místicas juguetonas y terribles y la búsqueda de lo imposible son los ingredientes que marcan el ritmo a la aventura. Un cómic dirigido, sin duda, a los más jóvenes, que pueden tener en ‘Viejos Descubridores’ el primer paso para descubrir las posibilidades del noveno arte.
Además, cuenta con un atractivo apartado visual, de la mano de la dibujante Lourdes Navarro. Basa su propuesta en el delicioso diseño de personajes, llenos de variedad, color y contrastes. Manteniendo una coherencia maravillosa en su trazo, se descubre además como una magnífica narradora, siempre con la mejor solución gráfica a la propuesta literaria de Tinent. El despliegue de color y movimiento es realmente notable, y enriquece una lectura destinada a la evasión, a la esencia del cómic como entretenimiento. Por el trabajo de creación de personajes y ambientes, por ese tono ligero de la obra, a ver si algún productor valiente se atreve con una versión animada del invento, porque el diseño del apartado gráfico y el ritmo de la narración invitan a pensar en ello.
‘Viejos Descubridores’ juega con el pasado, y recuerda que la realidad es el mejor lugar para crear ficciones. Ofrece una simpática versión de personajes más dados a aparecer en enciclopedias que en cómic juveniles. Aparte de la anécdota, resulta que, además, tiene un componente didáctico, en cuanto a acercar la historia y el cómic a los más jóvenes. No todo en esta vida va a ser una elucubración oscura acerca de la naturaleza humana al estilo Alan Moore, y se necesitan por salud mental propuestas ligeras como ‘Viejos descubridores’. Es más, si en el mundo anglosajón tienen su Liga de Hombres Extraordinarios, nosotros podemos tener nuestro grupo de figuras históricas propio, ¿verdad? Aunque sean unos yayos achacosos y cascarrabias. Y es, nuestros héroes, como todo aquí, tendrán que ser un tanto particulares.
‘Viejos Descubridores’ está en las librerías gracias a Panini, apoyado en este caso por su subsello Evolution Comics. Encuadernado en tapa dura, recoge 72 páginas a todo color, acompañadas por un interesante apartado de extras, donde se muestra parte del proceso creativo y se habla de la realidad histórica tras los personajes protagonistas. El precio recomendado es de 12,95 euros.
Marc Tinent
Este escritor catalán ha mostrado su capacidad como narrador en distintos formatos, como novelas de ciencia ficción, género negro, guión de cine y, por supuesto, guión de cómic.
Lourdes Navarro
Canaria afincada en Madrid, Lourdes Navarro ha trabajado en diseño y publicidad, aunque siempre ha soñado con ser dibujante de cómics. Por fin demuestra su talento en este campo gracias a ‘Viejos Descubridores’, aunque ya tiene algún que otro proyecto en la recámara relacionado con el mundo de la viñeta.
[note]Años después de descubrir América, un anciano Cristóbal Colón se enrola con su antiguo amigo Alonso de Ojeda y su peor enemigo, el viejo Américo Vespucci, en la última aventura de sus vidas: encontrar la Fuente de la Eterna Juventud…
… si la artitis, el lumbago y el reúma se lo permiten, claro.
Obra ganadora de la Beca Carnet Jove Connecta’t al Còmic 2016.[/note]
