Reseña 'Sex Criminals. Volumen uno: Un truco sucio' de Astiberri

Me gustaría comenzar esta reseña puntualizando algo importante. ‘Sex Criminals. Volumen uno: Un truco sucio’ no es porno. Ni falta que le hace. Ni tampoco lo pretende la obra. Este volumen presentado por Astiberri es la recopilación en castellano de los primeros cuatro números de un magnífico cómic escrito por Matt Fraction y dibujado por Chip Zdarsky, que ha recibido un Premio Eisner y un Premio Harvey a la mejor serie de cómic en 2014. ¿A qué es una buena carta de presentación? Sin duda.

La verdad es que razones no le faltan. Para el que os escribe, este cómic es magnífico, pero no es una obra maestra. Tampoco quiero que esta opinión merme el interés por leerla y mucho menos el valor de la misma. Yo al fin y al cabo soy un simple “juntaletras” amante del noveno arte. Por eso, antes que nada, os pido disculpas por adelantado por si en algún momento mi lenguaje pueda parecer soez, pero quiero ser claro y directo al utilizar las palabras y adjetivos como lo hace esta obra.

Invito al lector a acercarse a ‘Sex Criminals. Volumen uno: Un truco sucio’ sin prejuicios

Que el sexo sea el eje principal por el cual gira la trama de un cómic no erótico es, incluso a día de hoy, algo inusual en este medio. Por tanto, es complejo abordar el sexo en un medio como este si se pretende alejarse de ciertos estereotipos y no recrearse simplemente en la silueta, en los senos, culos, penes o vaginas de los protagonistas. O no provocar la estimulación morbosa del lector. Si a la ecuación le añadimos un gran componente cómico, como el que tiene la obra, toques de thriller y ciencia ficción, y que a la vez sirva como instrumento pedagógico, la tarea no resulta fácil de solventar. Pero Matt Fraction y Chip Zdarsky lo consiguen, y muy bien además.

‘Sex Criminals’ se aleja de muchos tópicos del cómic erótico con total naturalidad. Lleva al lector a dejar apartado su lado más morboso sin que se penalice la obra. ¡Ojo! eso no quiere decir que no sea subido de tono, provocador o que no recurra a un lenguaje que a algunos les podría resultar grotesco.

‘Sex Criminals’ es una gran colección pero no una obra maestra

Ante todo, estamos ante una obra que habla del sexo y el amor, acicalados estos dos con ciertos toques de thriller y trazos de ciencia-ficción. A saber:

La obra nos presenta a los protagonistas, Suzie y Jon, a través de su pasado y su presente, y sus personales experiencias con el sexo. La forma en que lo descubren y ante todo, y aquí viene lo bueno, en cómo lo viven. Ambos al llegar al clímax, al orgasmo, entran en un espacio temporal en el que todo y todos se detienen. Sus orgasmos les permiten detener el tiempo. ¿Flipante verdad? Esta es la razón argumental con la que los autores nos introducen en la parte más fantástica de la historia. Pero son los protagonistas, más que el propio sexo en sí, el motor de la historia. Su percepción del mundo que los rodea, el poder que parecen poseer a través del sexo y cómo lo utilizan se ven plasmados a lo largo de este primer volumen. Y lo hacen rompiendo ciertos tabúes que la sociedad se autoimpone cuando toca temas tradicionalmente delicados. Las aparentes vidas anodinas de los protagonistas se convierten en tan interesantes que uno no puede dejar de leer. ¿Por qué? Fraction a través de momentos de acción, flirteo y melodrama lleva el compás narrativo de tal forma que resulta difícil darse un respiro e incita, como el sexo, a querer más.

Evidentemente una colección no puede sostenerse mucho tiempo con la mera excusa de acompañar a nuestros protagonistas en su aventura exploradora y aquí es donde entra el componente de thriller y que otorga sentido al título de la obra. La utilización de esa “calma” que les otorga su poder para cometer un atraco. No os diré la razón ni la motivación de tal delito porque creo que no hay que destripar todo e inundar la reseña con carteles de spoilers. Este hecho significativo en ‘Sex Criminals. Volumen uno: Un truco sucio’ es lo que permite que la historia se alargue en el tiempo y nos introduzca un concepto innovador, la Policía del sexo. Posiblemente los personajes más transgresores y surrealistas de la historia. Pero a mi parecer, esta disposición argumental es lo menos interesante de la historia, pero la reconozco ineludible.

El apartado gráfico de ‘Sex Criminals’ es notable y su dibujo adquiere mayor atractivo debido a la perfecta simbiosis entre los autores. Sus personajes se ven y se sienten muy realistas. Las viñetas de Zdarsky pese a estar llenas de vida y detalles, son limpias, como su trazo, y eso siempre resulta atractivo, por lo menos a lectores como yo. Además, creo que es un acierto por parte de los autores que sus protagonistas sean tan normales, alejados de la exuberancia y la belleza extrema. La imperfección de los mismos tanto en su carácter como en su apariencia los hace interesantes. Chip Zdarsky no solo cumple a la perfección, sino que es parte vital del éxito de la obra.

En cuanto a la edición de Astiberri no se le puede poner ni un pero. El volumen viene editado en tapa dura, con un papel de gran calidad y con los extras que se exige a cualquier obra y más a una tan buena como esta. En sus últimas páginas se nos ofrecen las distintas portadas, más las alternativas. Además, se incluye un atrayente, aunque escueto, articulo que detalla el proceso de creación del cómic en clave íntimo y cómico por parte del mismo Chip Zdarsky.

‘Sex Criminals. Volumen uno: Un trato sucio‘ con sus 136 páginas a todo color por tan solo 16 € son una compra segura. Absolutamente recomendable y que tras su lectura deja al lector con ganas de que Astiberri vaya pensando en publicar el volumen dos más pronto que tarde.

[note]

‘Sex Criminals. Volumen uno: Un truco sucio’

Suzie y Jon tienen una habilidad particular: cuando tienen un orgasmo, el tiempo se suspende y el mundo a su alrededor se paraliza. De adolescentes, usaban ese don para escapar de una realidad gris y a veces cruel. Empiezan entonces a jugar juntos a entrar en esa dimensión orgásmica para divertirse y deshacerse de viejos fantasmas de su juventud… hasta que se les ocurre aprovechar ese periodo fuera del tiempo para robar un banco.