viernes, abril 19, 2024

El chico de la semana: Quentin Quire

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Panini

Chico Omega, Frank Kitely, Grant Morrison, Quentin QuireDesde que, en 1963, Stan Lee y Jack Kiby nos dieran a conocer al profesor Charles Xavier y a sus alumnos Scott Summers (Cíclope), Jean Grey (Chica Marvel), Bobby Drake (Hombre de Hielo), Warren Worthington III (Ángel) y Hank McCoy (Bestia), en el primer número de la colección The X Men, la población mutante del Universo Marvel, temida y odiada a la vez por la humanidad, ha aumentado en una proporción desorbitada, lo que nos ha hecho conocer a algunos personajes que han alcanzado la categoría de iconos de la compañía, como es el caso de Lobezno, y a otros que, hasta la fecha, no han logrado el mismo nivel de fama. Un claro ejemplo de este segundo caso lo tenemos en Quentin Quire (también conocido como Chico Omega), cuya historia puedes leer a continuación.

Creado en 2003, por Grant Morrison y Frank Kitely, este mutante debutó en las páginas de (New) X Men nº 134, con su 1,73 metros de altura, sus 59 kilos de peso, sus ojos castaños y su pelo marrón (aunque acostumbra a llevarlo teñido de rosa y peinado en una especie de cresta).

Pese a no ser uno de los mutantes más conocidos, Quentin Quire tiene un nivel Omega de poder, lo que le concede unas gigantescas capacidades telepáticas. No obstante, también es el típico adolescente rebelde, con problemas a la hora de respetar la autoridad, cuya mala actitud y propensión a las bromas pesadas ha provocado diversos problemas a la comunidad mutante.

La verdad es que los poderes de Quentin han variado mucho a medida que ha ido creciendo, sobre todo debido al uso de una droga llamada Kick y al avance de su madurez. En un principio, daba muestras de hiperinteligencia y una sutil telepatía, muy útil a la hora de influir en las mentes de las personas que haya a su alrededor. No obstante, cuando empezó a consumir otra droga, conocida como Coz, su cuerpo activó una mutación secundaria, la cual le permitía convertirse en un ser no corpóreo, un modo de vida que no tardó en abandonar por considerarlo aburrido. De nuevo en su forma física, no tuvo problemas en demostrar que sus amplios poderes de telépata no habían mermado en absoluto ni en hacer gala de sus habilidades telequinéticas, aunque no sea capaz de desarrollarlas en todo su alcance.

Al experimentar con sus poderes, Quentin Quire se dio cuenta de que podía concentrar su energía telepática para llegar a construir una pistola psíquica. Además, también descubrió que tenía la capacidad de encerrar la conciencia de las personas dentro de su propio cerebro, lo que le permitía hacer creer a sus víctimas que se encontraban en la realidad que él quisiera enseñarles.

Aunque, cuando fue alumno de la Escuela Xavier, era un estudiante modelo y mostró dedicación hacia los demás, como cuando diseñó unas unidades antigravedad, que resultaron muy útiles para dar movilidad a su compañera Marta Johansson (quien solo existía como un cerebro), no era demasiado popular y su mayor deseo era lograr la aprobación de los demás. Como cabía esperar, descubrir que era adoptado no ayudó a mejorar las cosas, sino que fue uno de los desencadenantes para que empezara a consumir la ya mencionada droga Coz. Tal cúmulo de circunstancias lo llevaron a convertirse en un rebelde, capaz de llegar al punto de enfrentarse abiertamente contra los profesores y de formar la Banda Omega para atacar a un grupo de humanos que habían asaltado a un mutante diseñador de moda conocido como Jumbo Carnation. No contento con todo lo ya narrado, su rebeldía lo llevó a secuestrar al profesor Charles Xavier. Las cosas no fueron mucho más lejos gracias a la intervención de unas quintillizas mutantes conocidas como los Cuclillos de Stepford.

Fue esa la época en la que Quentin Quire abandonó su forma humana. Pero, cuando el aburrimiento lo hizo regresar, volvió bajo el alias de Chico Omega. Su carácter, lejos de suavizarse, había empeorado y el mutante se proclamaba a sí mismo como luchador por la libertad y futuro líder de los X Men. Haciendo alarde de sus poderes, no se le ocurrió otra idea más descabellada que la de entrar en las Naciones Unidas y utilizar sus habilidades especiales de telépata para lograr que los líderes mundiales revelasen en público sus trapos sucios. Sin embargo, esta gamberrada de Quentin le costó cara a toda la comunidad mutante, ya que varios países decidieron vengarse activando sus programas de Centinela y ordenándoles atacar a todos los homo superior.

A raíz de aquello, se creó un cisma entre los mutantes, ya que, mientras que Cíclope pensaba que todos, incluso lo más jóvenes, debían estar listos para luchar, si la ocasión lo requería, Lobezno opinaba que lo más importante era que los veteranos protegieran a los otros. Aquellos mutantes que se pusieron del lado de Cíclope se quedaron a vivir con él en la isla de Utopía, mientras que los partidarios del canadiense acudieron al Instituto Jean Grey de Enseñanza Superior, en el que Quentin Quire fue ingresado, a la fuerza, por el propio Lobezno, que no le dio ocasión de elegir. No es de extrañar, por tanto, que se convirtiera en el alumno más reticente.

Chico Omega, Frank Kitely, Grant Morrison, Quentin Quire

Quentin no dudaba a la hora de saltarse las clases o proclamar superior a los profesores, pero eso no le impedía seguir queriendo prestar su auxilio a quien lo necesitase. Entre sus hazañas de aquella época, se cuentan su colaboración para pacificar la isla de Krakoa, el ayudar a Lobezno en diversas ocasiones, como cuando acudieron  un casino espacial, en un vano intento de recaudar fondos, o en las clases de defensa psíquica.

Chico Omega, Frank Kitely, Grant Morrison, Quentin Quire

Posteriormente, Quentin Quire se unió a la nueva formación de los Vengadores Costa Oeste, tal y como se muestra en la imagen superior, en la que milita actualmente, donde ha iniciado una relación con su compañera de equipo Masacre-Gwen.

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