Nacido con un don
Con Mark Millar no hay opción al engaño. Los que llevamos tiempo leyendo la obra de este autor sabemos, más o menos, a qué nos vamos a enfrentar cuando empezamos a leer una de sus obras. No se trata de un tipo cuyas historias gusten a todo el mundo, pero sí que tiene un grupo de seguidores bastante fiel en general que disfrutan sus guiones. Por eso en Panini Comics saben que un nuevo cómic de Millar va a tener un público determinado que no va a fallar a la hora de hacerse con él. El último ejemplo de esto nos llega bajo el título de Prodigy 1: El mal en La Tierra.
El hombre más listo del mundo
Lo que se nos presenta en Prodigy no es una historia tremendamente original en su planteamiento. Existe una amenaza de tipo global que un tipo con unas habilidades especiales va a tener que intentar detener. En esta aventura que le llevará por todo el planeta recopilando pistas se verá acompañado por una atractiva señorita tan inteligente como mortalmente peligrosa. Su vida estará en peligro en no pocas ocasiones, pero siempre conseguirá salir adelante aunque sea en el último segundo gracias a su ingenio y sus especiales dotes. Nada nuevo, ¿verdad?
Pues probablemente así sería si este cómic hubiera sido realizado por un guionista más convencional o menos atrevido, pero lo que hace el señor Mark Millar con un punto de partida así es llevarlo todo al extremo (y más allá aún) para ofrecernos una historia supervitaminada en la que el exceso es la norma y no la excepción.
Y todo comienza con nuestro principal protagonista, Edison Crane, un genio cuyas habilidades superan con creces las de cualquier otro ser humano en cualquier ámbito posible. No, no hablamos de un trasunto de Bruce Wayne. Hasta alguien como Ozymandias se quedaría como el tonto del pueblo en comparación con lo que el señor Crane es capaz de hacer. Y no se trata de un mutante ni de un científico que sufrió un accidente de laboratorio, sencillamente es un niño prodigio que nació con un don muy especial y supo desarrollarlo a medida que crecía.
Nada más comenzar se nos muestra como siendo un infante Edison ya superaba con mucho tanto en el ámbito físico como en el intelectual a los más dotados de entre los chicos que eran notablemente mayores que él. Y esto, que a esas edades tempranas podía ser visto simplemente como una curiosidad, en su edad adulta se convierte en algo que trasciende hasta el género de la fantasía. Crane resuelve amenazas de índole astronómico mientras derrota simultáneamente a varios campeones mundiales de ajedrez y supera retos mortales de lo más rebuscado solo por poner una sonrisa en la cara de un niño. Se trata del tipo de persona que quieres tener de tu lado cuando vas a jugar una partida de Carcassone, cuando una horda de neonazis te acorralan en un callejón o cuando el calentamiento global comienza a parecerte un problema real en un futuro a corto plazo.
El hombre más malo del mundo
Alguien como Edison Crane necesita un rival a su altura y, aunque prácticamente hasta el último acto se queda como un personaje a la sombra, ese sería el villano de esta historia. Sin embargo, estar a la altura de Crane en cualquiera de las artes que este domina se antoja imposible, por lo que nuestro villano se tendrá que conformar con ser igualmente de formidable que nuestro héroe pero en un sentido bastante distinto: la pura maldad.
Y es que aquí el antagonista de esta historia es un tipo que disfruta enormemente de esa violenta actividad que es la caza del zorro, una práctica famosa en todo el mundo por la tradición existente especialmente en Inglaterra y en Gales. Eso sí, a este tipo le gusta una variante de la caza del zorro tradicional: la indumentaria utilizada puede ser similar, así como las armas y los perros, pero las presas no son zorros sino indefensos niños que han sido secuestrados para protagonizar esta macabra versión de Blanco Humano.
Con estos dos personajes jugando una partida en la que cada situación es más extrema que la anterior, la ultraviolencia y el molonismo son temas asegurados. Y eso en manos del guionista escocés es canela fina. Prodigy puede pecar de no ser demasiado original y de tener algún giro predecible en su trama, pero nadie puede decir que no mola un montón. ¡Y qué gran película haría Matthew Vaughn con estos mimbres!
En el apartado gráfico tenemos al gran Rafael Alburquerque, y con mencionar ese nombre ya cualquiera se puede hacer una idea del nivel visual de esta obra. Y es que Millar no solo sabe escribir buenos cómics, también tiene la habilidad para escoger a los mejores dibujantes del mundillo para que le acompañen en sus proyectos…
El tomo Prodigy 1: El mal en La Tierra publicado por Panini Comics en tapa dura contiene 168 páginas a color con un tamaño de página de 18 x 27,5 cm. e incluye la traducción de los números del #1 al #6 de la edición americana de la serie Prodigy. El tomo también incluye las portadas originales de los números contenidos en el recopilatorio además de algunas portadas alternativas y las biografías de todos los autores implicados. El precio de venta recomendado es de 18 € y se puso a la venta en octubre de 2019.
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Prodigy 1: El mal en La Tierra
ISBN: 9788413341323
Edison Crane no se contenta con ser el hombre más inteligente y el hombre de negocios más exitoso del mundo; su mente brillante necesita ser desafiada constantemente. Es un científico ganador de un Premio Nobel, un genio compositor, un atleta olímpico y un experto en ocultismo, y ahora los gobiernos internacionales le están pidiendo que solucione sus problemas.
Guion: Mark Millar
Dibujo: Rafael Albuquerque
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