La Watchmen de Zack Snyder es, sin lugar a dudas, una de las adaptaciones de cómic más fieles de todos los tiempos. De hecho, el compromiso de Snyder para traducir con precisión a la gran pantalla la seminal maxiserie deconstruccionista de Alan Moore y Dave Gibbons le ha valido tanto elogios como críticas. Aunque los expertos coincidieron de manera generalizada en que la película de Snyder era un espectáculo visual, muchos consideraron que el enfoque conservador del director irónicamente no lograba captar el espíritu del material original. Pero hace poco hemos sabido que la película pudo haber sido muy diferente.
El guionista David Hayter ha sido invitado esta semana al podcast Script Apart y ha revelado nueva información sobre las diferentes versiones que se hicieron de la película Watchmen antes de que Zack Snyder firmara para dirigirla. Uno de los cambios que menos gustó a los lectores más críticos de la obra original fue que en el final de la novela gráfica de Moore y Gibbons se producía el ataque de calamares gigantes de Ozymandias a la ciudad de Nueva York, mientras que en la película se optó por un plan más realista que incluía la detonación de reactores de energía. Ataque que se le atribuye entonces al Doctor Manhattan.
En una versión preliminar, cuando Paul Greengrass estuvo contratado para dirigir la película, Búho Nocturno asesina a Ozymandias atropellándolo con su vehículo después de que sucediese la catástrofe, impidiendo que Adrian Veidt contemple cómo su plan se lleva a cabo. Además, otro gran cambio se producía cuando los héroes transmitían un vídeo manipulado que confirmaba que el Doctor Manhattan era el responsable de los asaltos a las principales ciudades con el mismo resultado final que el del cómic, ya que el engaño pone fin a la Guerra Fría. Si añadimos el hecho de que la película habría tenido lugar en el presente en lugar de unos años 80 alternativos, hubiéramos tenido una historia completamente diferente.
“Sabíamos que iba a ser muy difícil hacer el final del libro”, comenta Hayter en el podcast. “Además, el 11-S ya había ocurrido y pensaba que no debíamos tener imágenes de cuerpos en Times Square, me pareció que no era apropiado. Eso me dio la inspiración para proponer que la gente debería quedar reducida a sombras, como las sombras de Hiroshima que aparecen en el cómic”.
Después de que Greengrass abandonase el proyecto, Darren Aronofsky entró en él. Hayter revela que Aronofsky estuvo involucrado con Watchmen durante solo una semana porque Paramount no le permitió emprender otro proyecto con la post-producción de The Fountain aún sin terminar. Aronofsky salió de Watchmen, pero no sin darle a Hayter una idea: “Me envió una nota que decía: ‘Tengo un amigo que es físico y tuvo una idea para la película. ¿Y si el Doctor Manhattan es el motor de la destrucción? Eso simplemente se fijó en mi cerebro”.
Finalmente fue Zack Snyder quien se sentó en la silla de director y filmó una película que adaptaba algo que se consideraba inadaptable. Desde el estreno en 2009, Snyder ha defendido su visión de la película en numerosas ocasiones. En una entrevista anterior quiso presentar su mensaje de la forma más clara posible.
“Se trata de usar elementos que ya están en el cómic, es lo único que hice. Nunca habría sacado algo de la nada y hubiera dicho: ‘Oh, aquí hay un final genial’ simplemente porque es genial”, dijo Snyder. “Y ese es el problema con el género. Ese es el problema con las películas de cómics y el género. Y creo que hemos evolucionado, creo que el público ha evolucionado. Siento que Watchmen surgió a la altura del fanático sarcástico de Internet, cuando tenía su mayor fuerza. Y creo que si esa película se estrenara ahora, y esta es sólo mi opinión, porque ahora que hemos tenido Vengadores y la cultura del cómic está bien establecida, creo que la gente se daría cuenta de que la película es una sátira. Ya sabes, toda la película es una sátira. Es una película que rompe con los géneros”.
“La novela gráfica fue escrita para analizar la novela gráfica – y los cómics y la Guerra Fría y la política y el lugar que ocupan los cómics en la mitología de la cultura pop”, añadió. “Supongo que eso es a lo que quería llegar con el final de Watchmen – en el fondo, lo más importante con el final fue que cuenta la historia de la novela gráfica. La historia de la moralidad de la novela gráfica se sigue contando exactamente como fue contada en la novela gráfica – utilicé mecanismos ligeramente diferentes. La versión de Gilliam, si la examinas, no tiene nada que ver con la idea del final de novela gráfica. Y esa es la cosa que yo diría, “Bueno, entonces no lo hagas”. No tiene ningún sentido”.