Por desgracia, hoy en día, decir que lees cómics aún continua siendo una forma de conseguir que sus detractores tengan una mala impresión de ti, sobre todo a ciertas edades, ya que todavía queda demasiada gente que considera que el noveno arte solo son personajes en coloridas mallas que se pelean entre ellos, cuyo único público potencial son los niños. Afortunadamente, los seguidores de esta web y otras similares, sabemos que esa información no puede ser más errónea. Una clara demostración de ello es El destino del artista, cómic exento de superhéroes y supervillanos, que ha sido escrito y dibujado por Eddie Campbell, con la colaboración de Charlie Orr (diseñador de la cubierta), su hija Hayley (protagonista de algunas fotos del tomo y autora de al menos una de ellas) y O. Henry (escritor de la última parte del volumen). A continuación, puedes leer el análisis de dicho tomo:
El cómic está contado en primera persona por un detective que ha sido contratado por una madre y una hija para encontrar al marido y padre, respectivamente, de las dos mujeres. Lo curioso es que el desaparecido no es otro que el mismo Eddie Campbell, una premisa capaz de descolocar a cualquier lector cuya curiosidad le lleve a leer El destino del artista.
El tomo está dividido en cuatro apartados: una primera parte, un interludio y una segunda parte, que están centrados en el tema principal, del cual ya hemos hablado en el párrafo anterior, y un último capítulo escrito por O. Henry, como ya hemos comentado, que lleva por título Las confesiones de un humorista, cuyo papel principal estaría representado por Eddie Campbell si esto fuese un producto audiovisual.
Sin lugar a dudas, un solo vistazo nos deja ver que El destino del artista no es un cómic convencional, ya que en el interior de la historia principal podemos observar una mezcla de páginas solo de texto, viñetas dibujadas, tiras cómicas y fotografías de Hayley, la guapa hija de Eddie Campbell, tal y como se demuestra en las imágenes que acompañan al artículo. Todo ello está destinado a enriquecer la trama de descubrir el paradero del autor.
Que se trata de una premisa original es algo fuera de toda discusión. No obstante, aunque la peculiaridad de este estilo puede resultar lo suficientemente atrayente como para iniciar su lectura, al cabo de un rato es posible que empiece a resultar algo cansino, sobre todo debido a la lentitud con que se desarrolla la trama y a la continua inclusión de tiras cómicas, con clara preferencia por Cielito, cuyo sentido del humor es bastante pobre.
Por supuesto, dado que para gustos se hicieron los colores, lo expuesto en el párrafo anterior no es más que mi opinión, la cual no tiene por qué ser la verdad absoluta. Es por eso que algunas críticas especializadas, como las que mostramos a continuación, no coinciden con lo ya comentado. Según la opinión de Booklist, El destino del artista es:
Sagaz y pícaro, la última crónica de Campbell sobre el arte sigue demostrando su maestría en el medio del cómic.
Por otro lado, Publisher’s Weekly afirma lo siguiente:
Campbell, famoso por sus obras From Hell y Alec, ha vuelto con una maravillosa rareza: unas metamemorias sobre su propia desaparición.
El tomo de El destino del artista se completa con su propia sinopsis, la opinión de la crítica especializada, un chiste final, la biografía del autor y una foto de Eddie Campbell dando un paseo con su perro, hecha desde atrás, que es la que ha sido tomada por su hija Hayley.
El destino del artista está correctamente publicado por Astiberri Ediciones, en formato rústica con solapas, y mezcla páginas a color con otras en amarillo y negro. Sus medidas son 15 x 21 centímetros, consta de 96 páginas y su precio es de 16 euros.
La reputación de Eddie Campbell, nacido en Glasgow en 1955, es internacional, ya que ha sabido dejar su huella en el mundo de la novela gráfica y se alzado con la mayoría de los galardones del mundo del noveno arte, incluidos los Eisner, Ignatz y Harvey. En colaboración con Alan Moore, hizo que viera la luz From Hell (1989), cuyo éxito logró que acabara contando con su propia adaptación cinematográfica. Su autobiográfica obra Alec (2009) y la serie Bacchus (2015) también han sido objeto de gran número de alabanzas.
[note] En El destino del artista, el autor investiga su propia y repentina desaparición, buscando pistas en muestra de la historia de todas la artes. En divertidísimas reconstrucciones de incidentes de su vida, el papel del autor es interpretado por un actor y, con audaces juegos literarios, pone palabras en boca de los que le conocen; todos los intérpretes, incluido Monty el perro, tienen su tira diaria y su página dominical en el amarillento papel de periódico de un imaginario tiempo lejano.
En esta mina creativa de ricos recursos del lenguaje de cómic, Campbell nos ofrece una compleja meditación sobre las solitarias exigencias del arte entre las realidades de la vida cotidiana. [/note]
