De Alcorcón al cielo
Tras El regreso del hombre pez y la trilogía de Taxus, Isaac Sánchez regresa con una obra bajo el título de El Don de la que no hemos sabido prácticamente nada hasta el momento de llegar a imprenta. Una vez más a través de Dolmen Editorial, el autor nos ofrece un cómic en el que el género superheroico se mezcla con lo costumbrista formando un relato con mucho corazón que brilla por su peculiar aproximación.
Mutantes y el Real Madrid
Tal vez si alguien oye hablar sobre El Don, el resumen le pueda echar un poco para atrás. La acción se desarrolla en un mundo en el que, de forma similar a lo que Stan Lee y Jack Kirby hicieron en los años sesenta con los mutantes, algunos individuos comienzan a desarrollar ciertas capacidades especiales o poderes que les convierten en seres potencialmente peligrosos para la población. Obviamente existirá una especie de organización gubernamental que se va a encargar de dar caza a todos aquellos infectados que no se someten a un férreo control, y de alguna forma todo ello sirve como una especie de crítica a la sociedad actual. Vaya, no parece lo más original del mundo, ¿verdad?
Quedarse en ese resumen sería un grave error, porque El Don es mucho más. Y ahí es donde la habilidad del autor se hace notar. Tras sus anteriores trabajos tal vez cabría esperar que su tercer título fuera algo de mayor envergadura, pero parte del éxito de El Don es que ni es Watchmen ni pretende serlo. El Don carece de pretenciosidad, se trata de una historia sencilla narrada con precisión quirúrgica que parece haber sido concebida con un objetivo muy claro: lograr la perfección a través de una relativa sencillez apostándolo todo al desarrollo de unos personajes que lleguen al corazón del lector.
La trama se desarrolla a través de cuatro actos separados entre sí por pequeños episodios en forma de un prólogo, tres interludios y un epílogo. Desde la primera página se nos deja claro que el tema superheroico va a ser un factor determinante aquí, pero no tardaremos mucho en darnos cuenta de que lo que más va a lucir es la relación entre nuestra pareja de protagonistas, un mozo de almacén llamado Edu y una peluquera llamada Patri, ambos residentes en un barrio obrero de Alcorcón. Tal vez en primera instancia no parezcan muy atractivos, y es bastante posible que no caigan bien. Patri es una poligonera malhablada y Edu es capaz de pegarle una paliza a un tipo tan solo por haberle hecho un roto a su camiseta del Real Madrid por accidente. No parece una pareja virtuosa precisamente…
Sin embargo, no tardaremos mucho en simpatizar con este par de currantes locamente enamorados, a los que pronto veremos ser capaces de olvidarse de sí mismos en favor de la formación de una familia. Al final, como todas las buenas personas a las que la vida no ha tratado bien, lo único que quieren es “tirar p’alante, coño”. Lamentablemente el Don se va a cruzar en sus vidas, y aquí será cuando su existencia cambie radicalmente y se vean inmersos en una especie de versión barriobajera de los X-Men…
Podcasts y lucha de clases
Isaac Sánchez no solo acierta de pleno con la forma de abordar la trama de El Don, sino que además realiza un excelente trabajo narrativo que te mantiene atrapado desde el principio hasta el final. Construye la historia apoyándose en clichés del género pijamero, sí, pero vistos a través de un prisma que los convierte en algo totalmente diferente. Y esa es tan solo una de las múltiples herramientas que utiliza con acierto…
Sería interesante situar temporalmente la gestación de esta historia, ya que de forma intencionada o no en ciertos momentos es difícil no relacionar ciertos hechos con la actual situación pandémica que hemos estado sufriendo a lo largo de este año, algo que no hace más que aumentar la omnipresente atmósfera de realismo (sí, a pesar de los tipos que lanzan rayos por sus dedos).
Cabe destacar también la colaboración de un puñado de autoras en lo que a los interludios se refiere, pequeñas pildoritas de poco más de un par de páginas que tratan de explicar, a través de un relato transmitido en un supuesto podcast, el origen del Don, dejando realmente siempre al lector la valoración sobre su credibilidad. Resultan refrescantes los distintos estilos que se nos ofrecen aquí, donde cabría destacar sobre todo el tercero de estos interludios, con una estética más propia de una publicación como El Jueves, donde un magufo nos habla de reptilianos, terraplanistas, 5G, Bill Gates y la conspiración del Área 52. Como un ejemplo más de las innumerables referencias que pueblan el cómic, probablemente la elección del nombre de Iker para el mencionado magufo no sea fruto de la casualidad, al igual que tampoco lo será la de los apellidos Altozano y Crespo (igual que dos conocidos y reputados divulgadores en Youtube) para los narradores de los otros dos interludios.
Aunque es algo que se hace notar sobre todo hacia la parte final, la crítica social y los paralelismos con una lucha de clases son temas presentes a lo largo de la obra de forma nada sutil. Todo ocurre en un mundo en el que los privilegiados se alimentan de aquellos situados en la base de la pirámide, y la aventura de Edu y Patri no es en el fondo más que un grito de rebeldía en contra de esta tiranía que pone constantemente la suela de una bota en el cuello de los que son como ellos.
En cuanto al apartado gráfico, el cómic es una gozada para la vista. El autor mima cada detalle, desde un color que se adecua a la perfección a cada situación a una rotulación fantástica. Formalmente no tiene una estructura fija, sino que va mutando según lo que convenga. En ocasiones tenemos páginas con entre cuatro y seis viñetas de distintos tamaños separadas por calles, normalmente en escenas relativamente calmadas. Otras veces las viñetas se montan una sobre otras, jugando incluso con la verticalidad y la forma de las mismas, dando una mayor sensación de dinamismo. También se permite jugar con la retícula de nueve viñetas a lo Tom King, utilizar splash pages simples o dobles, voltear la página al formato apaisado o realizar composiciones propias de un J.H. Williams III.
En resumidas cuentas, en El Don Isaac Sánchez sube un peldaño más con respecto a sus anteriores trabajos, firmando una obra brutal compuesta casi exclusivamente a base de aciertos. No sería ninguna locura decir que estamos ante uno de los cómics del año.
El tomo El Don publicado por Dolmen Editorial se presenta en formato tapa dura sin sobrecubiertas. Contiene 200 páginas, con un tamaño de página de 18 × 27,5 cm. El precio de venta recomendado es de 34,90 € y se puso a la venta en diciembre de 2020.
Isaac Sánchez (Loulogio)
Isaac pasó su infancia dibujando monstruos y superhéroes en el chiringuito de sus padres en Badalona. No paró de hacerlo hasta que publicó su primer álbum El regreso del hombre pez, premio Josep Coll del Salón del Cómic de Barcelona.
Tras eso, su vida viró al batamanterismo y se dio a conocer como cómico, youtuber… ha participado como tal en numerosos programas de TV y realizado varias giras de monólogos por todo el país. Pero la espinita de ese niño adicto a los monstruos le ha hecho volver a mojar los pinceles.
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El Don
ISBN: 978-84-18510-12-0
Nadie sabe cómo empezó, ni de dónde surgió. Y sin embargo, está pasando. La sociedad se enfrenta a una nueva enfermedad, una plaga que dota a los infectados de habilidades sobrehumanas. Popularmente se conoce como “El don“.
Un don que nadie quiere tener, pues tarde o temprano consume la vida de aquellos que son contagiados.
Esta enfermedad se interpondrá en las vidas Edu y Patri, una pareja que sobrevive en un barrio humilde de Alcorcón, cambiando su mundo para siempre.
Guion: Isaac Sánchez y Mérida Miranda
Dibujo: Isaac Sánchez, Patricio García, Julia Madrigal, Sara Jotabé y Cristina Charneco
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