Los errores del Caballero Oscuro son el motor de Batman – Juegos de Guerra, una historia ahora recogida por ECC Ediciones en una edición integral
A principios del presente siglo era más frecuente que hoy en día ver arcos argumentales de aquellos que transcurrían por un montón de colecciones y obligaban a los lectores que querían enterarse de todo a comprar no solo aquellos números de las colecciones que ya seguían, sino también los de otras que no les interesaban.
Aunque en la actualidad un ejemplo de esto lo podemos encontrar en Marvel Comics y el X de Espadas de Jonathan Hickman y compañía, lo cierto es que estas prácticas han tendido a desaparecer o a transmutarse en eventos editoriales. Ahora, gracias a ECC Ediciones, podemos hacernos en una edición integral con uno de los más míticos en los títulos de la Batfamilia. Se trata de Batman – Juegos de Guerra, y su historia transcurre por nada más y nada menos que ocho colecciones…
Errores fatales
Errar es humano. Sin embargo, si hay un humano que está realmente cerca de la divinidad tras haber llegado a alcanzar la perfección física y mental, ese es Batman. Por lo tanto, si alguien es capaz de no errar, debe ser él. Y aún así, toda la destrucción que se va a desatar en Gotham City a lo largo de esta historia está provocada por un error del Caballero Oscuro…
A lo largo de todos estos años desde la primera aparición de Batman en los cómics (quizás fuera más justo tener solo en cuenta la época posterior a Crisis en Tierras Infinitas) hemos visto que si algo abunda en su ciudad son los criminales. Villanos disfrazados, organizaciones mafiosas, metahumanos malignos, rateros de poca monta… Gotham City es un agujero lleno de ratas, y constantemente vive bajo la amenaza de que cualquier chispa puede hacer que todo vuele por los aires. Pues bien, la chispa se ha encendido.
Stephanie Brown, más conocida como Spoiler o Robin, depende del momento, lleva sus diferencias con Batman hasta un extremo en el que ella cree que actuar por su cuenta (aún siguiendo los planes de su mentor) es lo que debe hacer. ¿El resultado? Una guerra de bandas que va a asolar la ciudad durante los siguientes días y para la que el Cruzado Enmascarado va a necesitar la ayuda de sus aliados.
Nightwing, Catwoman, Orfeo, Batgirl, Oráculo, Tim Drake y la mencionada Spoiler serán los elegidos para apoyar a Batman en una batalla urbana de consecuencias impredecibles.
Ensalada de tramas y autores
La forma de abordar este crossover fue a través de las distintas series regulares de la Batfamilia, ocupando de esta forma entre tres y cuatro números de cada cabecera. ¿La idea es mala? No necesariamente, no es nada que no hayamos visto ya en multitud de ocasiones. Pero, como suele ocurrir en la mayor parte de los casos, la ejecución de este ambicioso plan está llena de altibajos…
Y es que no solo tenemos distintos títulos mezclados, con distintos protagonistas en cada uno de ellos, sino que también tenemos un montón de autores implicados en la historia, y no funcionan para nada como una mente colmena sino que da la impresión de que cada uno se ha preocupado de llevar su trocito de historia de la mejor forma posible sin preocuparse de lo que hagan sus compañeros de profesión.
Así es como nos vamos a encontrar con personajes que cambian sustancialmente de actitud en función de la cabecera que estemos leyendo. La narración de los hechos funciona de forma discontinua, y lo que tenemos en consecuencia es un enorme puzle cuyas piezas hay que forzar un poco para que encajen y poder así ver el mosaico que forman.
La trama está bien planteada, hay grandes momentos repartidos aquí y allá, y el desarrollo no deja en ningún momento de ser interesante. Sin embargo es la propia naturaleza de la historia lo que la convierte en una montaña rusa de sensaciones, con números de mayor calidad que otros.
En el guion probablemente habría que destacar a la Selina Kyle de Ed Brubaker, por estar notablemente por encima de sus compañeros de crossover. En cuanto al apartado gráfico, aunque parece que hay un esfuerzo, consciente o no, por sintonizar estilos, tal vez Sean Phillips (a pesar de no estar aquí al increíble nivel que está a día de hoy) a los lápices y el siempre perfecto Javier Rodríguez coloreando el trabajo de Bradley Walker sean los más destacables.
Este tomo que nos llega bajo el título de Batman – Juegos de Guerra publicado por ECC Ediciones se presenta en formato cartoné de tapa dura.
El tomo contiene 648 páginas a color e incluye la traducción de la edición americana de The 12-Cent Adventure, de los números de #797 al #800 de Detective Comics, de los números del #182 al #184 de Batman: Legends of the Dark Knight, de los números del #96 al #98 de Nightwing, de los números del #56 al #58 de Batman: Gotham Knight, de los números del #129 al #131 de Robin, de los números del #55 al #57 de Batgirl, de los números del #34 al #36 de Catwoman y de los números del #631 al #634 de Batman, así como las portadas originales de cada uno de los números incluidos. El precio de venta recomendado es de 51,5 € y se puso a la venta en enero de 2021.
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Batman – Juegos de Guerra
ISBN: 978-84-18475-88-7
Stephanie Brown, también conocida como Spoiler, ha dejado de ser Robin contra su voluntad y piensa demostrarle a Batman que se equivocó al destituirla. Por eso pone en marcha un plan del propio Hombre Murciélago que podría destrozar los bajos fondos de Gotham, pero aparte mucho más. Cuando el caos se desate y los conflictos broten por la ciudad entera, el Caballero Oscuro necesitará la ayuda de todos los aliados posibles… ¡aunque parece seguro que alguien de la batfamilia va a morir!
Batman: Juegos de guerra es una ambiciosa historia sobre los límites del heroísmo que abarcó los principales títulos relacionados con el personaje y mantuvo a sus lectores en vilo hasta la trágica conclusión.
Autores: A.J. Lieberman, Andersen Gabrych, Bill Willingham, Devin Grayson, Dylan Horrocks, Ed Brubaker, Al Barrionuevo, Brad Walker, Giuseppe Camuncoli, Javier Pina, Jon Proctor, Kinsun Loh, Mike Huddleston, Mike Lilly, Paul Gulacy, Paul Lee, Pete Woods, Ramón F. Bachs, Sean Phillips y Tom Derenick
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