Esta película, de 103 minutos de duración, vio la luz en 1996, bajo la dirección de Stephen Herek, y está protagonizada por Jeff Daniels (como Roger Dearly), Joley Richardson (en el papel de Anita Campbell-Green Dearly), Glenn Close (que interpreta a Cruella de Vil), Joan Plowright (que encarna a Nanny), Hugh Lauire (que se mete en la piel de Jasper), Mark Williams (que hace Horacio), John Shrapnel (que se convierte en Skinner) y Tim McInnerny (que se transforma en Alonzo).
Roger y Anita son dos jóvenes solteros y desconocidos entre ellos, que no parecen tener nada en común, aparte de su gusto por los dálmatas, ya que él tiene un macho llamado Pongo y ella una hembra que responde al nombre de Perdy. Por mediación de los perros, el hombre y la mujer se conocen, se enamoran y terminan por casarse, algo que favorece a sus mascotas, que acaban teniendo quince cachorros. Todo parece marchar bien hasta que reciben la visita de Cruella, la jefa de Anita, que está muy interesada en hacerse con las crías de dálmata para crear abrigos con su piel.
Existen notables diferencias entre la historia original y esta película, entre las que podemos destacar el ya mencionado hecho de que Anita trabaje para Cruella, que Roger diseñe videojuegos, en lugar de escribir canciones (quizás para darle un toque de modernidad a la trama), la incorporación a la historia del taxidermista Skinner y que, al final del filme, el matrimonio tenga un hijo y esté esperando otro.
Es bastante habitual encontrarse animales parlantes en las películas, aunque estén interpretadas por actores reales, si la situación lo requiere. No obstante, esta versión de 101 dálmatas presenta la trama de un modo más realista, dentro de lo que lo permiten las posibilidades, y cuenta con mayor interacción humana que la versión animada original.
Como dato anecdótico, cabe destacar el momento en el que los perritos están sentados frente a la televisión viendo la película Los Aristogatos (1970), una curiosidad que no tendría mayor relevancia de no ser por el hecho de que se trata de otra película animada de Walt Disney que, como su propio nombre indica, también está protagonizada por animales de animación.
Aunque Glenn Close sea la mala principal, no cabe duda de que el mayor peso de la película recae sobre sus espaldas, algo que la actriz consigue salvar de un modo magistral. Por tanto, no es nada raro que, a la hora de decidir llevar a cabo una secuela, volviesen a pensar en la misma intérprete para dar vida de nuevo a Cruella de Vil.
