Algunos actores de películas de ciencia ficción pasan horas en la sala de maquillaje, pero el resultado en pantalla es espectacular
La película de terror de David Cronenberg de 1986, La mosca, es uno de los mejores remakes de todos los tiempos. La película original, de 1958, es una “película de criaturas” de poca calidad que se centra más en las emociones impactantes que en el desarrollo de los personajes. Aunque la película original es un producto agradable de su época, Cronenberg reimaginó la historia como una tragedia romántica. El personaje principal, Seth Brundle (Jeff Goldblum), resulta muy convincente. Seth realiza un gran avance científico al inventar un dispositivo de teletransporte viable.
A pesar de sus excentricidades, Seth no es un “científico loco”. Está genuinamente entusiasmado con su investigación y trata de enamorar a la periodista Ronnie Quaife (Geena Davis). La encantadora química entre Seth y Ronnie hace que el trágico rumbo de la historia sea aún más desgarrador. Con la esperanza de impresionar a Ronnie, Seth se coloca en el dispositivo de teletransporte, sin darse cuenta de que una mosca también se ha colado en la máquina. El cuerpo de Seth comienza a transformarse y poco a poco va adoptando cualidades de mosca.
El increíble trabajo de maquillaje y prótesis de Chris Walas y Stephan Dupuis muestra el declive gradual del físico de Seth junto con su transformación. Ninguno de los cambios en su cuerpo se produce de la noche a la mañana. Poco a poco empieza a sentirse con más energía y desarrolla un insaciable deseo de azúcar. Walas y Dupuis ganaron un Oscar por su increíble diseño del personaje.
