Acompáñennos a ver el regreso de La Casa Búho, listos para presenciar su conclusión en esta escalofriante noche de Halloween
La fiesta de Halloween es, junto con Navidad, de las fiestas más comentadas en el colectivo a lo largo del mundo. Destaca por el modo en que, no solo permite un espacio de dulces y disfraces, también la convergencia de un sinfín de historias retratadas entre máscaras y caperuzas.
Dicho ambiente resultó ser la base para el Gran Finale que Dana Terrace tanto anunció para La Casa Búho, y a decir verdad, no podría ser más acorde a la obra. Es un ambiente misterioso, escalofriante, pero a la vez confortante, como una historia narrada alrededor de la hoguera que hará saltar a los niños. ¿Qué más podría pedirse para una historia sobre magia en su esencia más mística?
Analizando la tercera temporada de La Casa Búho
La temporada da comienzo justo donde se dejó anteriormente, con Luz y los otros siendo arrojados al mundo humano, para luego ir con la madre de la protagonista. Es una escena breve, pero que permite a Camila ponerse al tanto de la situación. Al mismo tiempo, refuerza la complicidad entre Luz y Hunter, quienes se preparan para confesar al grupo lo que saben de Belos.
También destaca el montaje que sintetiza los meses del grupo en la Tierra y el proceso de adaptación de Luz a su regreso, así como el de sus amigos a la vida humana. Lo curioso es que no parecen tan apurados en descubrir cómo abrir una nueva puerta, considerando el desmadre que el Coleccionista está causando en las islas.
Y hablando de Luz, se aprecia la forma en que Dana construye las secuelas de su derrota, cosa de la que no se habló mucho en el análisis de la Temporada 2, evitando los spoilers; pero en esta ocasión es incluso necesario dedicar un espacio al principal triunfo del Coleccionista, cosa que ni Belos pudo lograr.
Al fondo del abismo
En la teoría narrativa existe un punto en que el héroe (o heroína) experimenta una crisis de la cual debe levantarse; aunque no siempre vaya a ocurrir así. Es lo que Nietzsche llama “el Abismo”, el vacío que hunde al protagonista mientras saca su peor cara.
En el caso de Luz, su “Abismo” saca la culpa que siente por haber (sin saberlo) llevado a Phillip/Belos con el Coleccionista, otorgándole las herramientas para causar el desastre que ahora lamentan. Se suma la forma en que el pequeño lovecraftiano quebró el orgullo de la chica, separándola de King, pese a todo el esfuerzo por retenerlo. La hizo sentir tan impotente, cosa que nadie en las islas pudo lograr. Por un lado, resalta la figura del villano; por el otro, trae de golpe a Luz a la realidad, cosa que le duele.
De parte de Hunter, esta idea del Abismo se mantiene. Su derrumbe de la realidad le pesa, al grado de no poder llevar el cabello largo sin tener un ataque de pánico, pues al acto piensa en Belos y en todo lo que hizo.
El único consuelo para el ex Guardia Dorado es que tuvo la familia y la vida normal que tanto le hizo falta. Esta influencia le permitió salir de su abismo, a la vez que pudo descubrir su propia identidad.
Ahora, hablando de Belos…
El retorno del emperador
El regreso de Belos se esperaba desde que aquel resto de su cuerpo se arrastró a la Tierra sobre el hombro de Hunter; mas la forma en que recobró sus fuerzas resultó inesperada.
Es interesante que para renacer tuviera que parasitar cuerpos de animales, devorándolos desde el interior hasta dejar solo la piel y los huesos. Es aterrador, aunque cliché; similar a varios antagonistas que corrompen a los héroes tomando su cuerpo, pero sintetiza su rol en la obra como esta plaga que destruye todo a su alcance.
Por cierto, Belos poseyendo a Hunter y atacando a los niños sacó su lado más desquiciado, sumado al derroche de carisma que su personalidad narcisista expuso. Dicha combinación atrapa al espectador en un conflicto, donde aman odiarlo, a la vez que odian amarlo.
Cabe señalar que la temporada completa su pasado a través de la tradición de su pueblo, algo acorde a un ambiente narrado durante una noche de Halloween. Y hablando de Halloween…
El cuento de los dos hermanos
Como se dijo al principio, Halloween es una fecha de convergencia de historias. Abarca desde lo último de Marvel hasta los clásicos del terror literario. En este espacio es relatado por una guía del pueblo el cuento de Phillip y Caleb, cómo dos hermanos dedicados a cazar brujas desaparecieron en manos de la misteriosa Evelyn. El ambiente con el carro es propio, las marionetas captan la atención con sutileza; en general, fue una puesta en escena acogedora.
Pero lo interesante de esta escena es cómo el relato de Belos y su hermano es tratado como una mera leyenda, mientras que Luz y sus amigos sienten el golpe en la ingle, pues saben mejor que nadie que todo lo contado es cierto; Caleb realmente se enamoró de una bruja que venía de las islas y Phillip, celoso, le dio muerte y se apoderó del lugar. El impacto para el espectador solo puede compararse con el que sintieron sus protagonistas en ese momento.
Por otra parte, el cuento de los hermanos da un indicio aún más fuerte de que Eda es descendiente de Caleb. La bruja de la que hablan (Evelyn) es muy parecida a Eda, y a juzgar por el uso de los juegos de palabras en estas historias, no sería raro que “Edalyn” derive de “Evelyn”, dejando implícito su parentesco. Asimismo, la clave para abrir una nueva puerta a las islas tiene como insignia un búho, el mismo que tanto llevó Eda durante la serie.
Desafortunadamente, la temporada apenas va en su primer tercio y las respuestas a esta incógnita todavía no están resueltas. Sin embargo, con todo lo expuesto, La Casa Búho demostró una vez más el calibre de su autora, y cómo los cuentos antiguos siguen tan vigentes como en tiempos pasados. He ahí la verdadera magia de esta historia.
Cabe decir la forma en que brindó más capas de matices a sus personajes, exploró los pesos que llevan en su interior, así como volcó la moneda para darle al mundo humano la misma belleza que ofrecieron las islas. Luz, Hunter, hasta la señora Noceda tuvo su espacio de desarrollo, lo que nutrió todavía más el aspecto familiar de esta historia, volviéndose tan disfrutable para los niños como para los grandes. Dana no podría ser más integral, al igual que esta fiesta.