Planeta Cómic presenta una historia de la Venezuela actual bajo el objetivo del periodista Ángel Sastre, con un relato intenso, vívido y realista que atrapa al lector
La mayoría de los lectores busca en un cómic la evasión de su día a día y, con él, entretenerse un rato y disfrutar de la lectura. La premisa de Venezuela Crónicas de Ángel Sastre, dista mucho de los cómics de superhéroes y de entretenimiento per se, pero es una gran obra del noveno arte.
Pese a la dureza de un cómic realista, en Venezuela Crónicas de Ángel Sastre el lector tendrá la oportunidad de ver y disfrutar de un buen guion y unos dibujos acordes a las intenciones planteadas por este, donde cada viñeta y página fluyen perfectamente a lo largo de los diferentes capítulos en que está dividida la novela gráfica.
La historia que relata la novela gráfica Venezuela publicado por Planeta Cómic
El cómic está inspirado en las crónicas del conocido periodista y reportero extremeño Ángel Sastre en sus distintas estancias en el país sudamericano. Este periodista de dilatada carrera profesional ha cubierto numerosas noticias desde los lugares más peligrosos del planeta e incluso fue secuestrado por Al Nusra en Siria en 2015.
A lo largo del cómic se mostrará al lector las vivencias de diferentes venezolanos en diversos lugares, desde La Guajira hasta Caracas, dando pie a numerosas historias de todas las esferas sociales del país.
Venezuela es un país inmensamente acogedor, pero también ha tenido grandes convulsiones políticas desde que se independizó en el siglo XIX, lo cual ha generado diversos períodos de inestabilidad. Desde el ascenso de Hugo Chávez hasta la actualidad, Sastre narra diversos episodios que han marcado al país y a él mismo.
La entrada en el país de Ángel Sastre por La Guajira es, quizá, uno de los episodios más duros del cómic, pero a la vez más humanos e interesantes, donde el reportero pone su experiencia y saber hacer a disposición del lector para que sea este quién juzgue y valore la situación.
Uno de los capítulos más intensos, donde el periodista muestra sin tapujos su interior, es aquel donde narra su amor por una venezolana de un barrio humilde, que fue asesinada por unos sicarios mientras hablaba con el periodista por teléfono. El dolor no le impidió acudir a su sepelio, donde las fuerzas de seguridad buscaban un soborno para matar a su asesino.
La criminalidad organizada venezolana tampoco pasa desapercibida para el periodista y muestra cómo es el poder en la sombra que tienen estas organizaciones en el país y la connivencia de las autoridades para que realicen sus negocios impunemente. La santería también se muestra en la historia de una forma fehaciente y alejada de la morbosidad y los tópicos habituales.
Por último, pero no menos importante, la contestación social en la calle es expuesta de forma realista, sin paternalismos ni sentimentalismos, desde la vivencia de un reportero que ha estado en la primer línea cubriendo el suceso. Esta cercanía se transmite al lector que siente el humo y el calor del fuego en mitad del conflicto, sintiendo un escalofrío recorrer la espalda al pasar la página sin saber que vendrá después.
Los autores de la novela gráfica Venezuela
El guion de la novela gráfica es labor de Jon Sedano, fundador de La Casa de El, periodista experimentado como Ángel Sastre y con quien hizo tándem previamente para publicar el vídeo cómic La batalla de Mosul.
En Venezuela, Sedano desarrolla las crónicas de Sastre a través de diferentes capítulos donde se centra en una determinada vivencia del reportero: la corrupción, la contestación social, el abandono infantil, la delincuencia… Esta secuenciación y delimitación de escenarios facilita la labor del lector para entender la complejidad existente en el país hispanoamericano.
El dibujo de Guillermo Fajardo se complementa a la perfección a las ideas propuestas por el guionista y realzan la labor de este, a la vez que le dan una identidad propia a la obra. Es más, en los momentos más realistas las viñetas son fotos tratadas por el dibujante, que hacen enfatizar la realidad transmitida por el periodista que la vivió y el que la adapta.
El color de Juancho Vélez es sublime, porque su paleta de colores recoge lo mejor del guion y del dibujo, para transmitir las sensaciones al lector. Las vivencias alegres, las conversaciones desenfadadas tienen un color claro, luminoso e intenso que muestran la alegría y el disfrute de la vida.
El color del dolor lo transmite perfectamente con tonalidades de rojo sangre y fondos lúgubres; el abandono y la corrupción dan paso a los grises que oscurecen el alma; mientras que la lucha por los derechos y libertades se llenan de color, pero acompañados por el sempiterno fuego destructor y revitalizador, que surge como un ave fénix de los pinceles de Vélez.
La presentación de la obra hay que destacarla, puesto que desde que el lector ve la obra en la estantería de la librería ya llama la atención con el objetivo mirándolo, pero donde aparece una persona rodeada de llamas con un casco con los colores de la bandera venezolana.
El cartoné de la presentación mezcla el colorido con el negro, al igual que el lomo y los bordes de las páginas, dejando entrever al lector que no va a ser una historia de mero entretenimiento, sino que va a ir más allá. Además se acompaña de material gráfico extra y de un epílogo del inspirador del relato, Ángel Sastre.
Sinopsis de la novela gráfica Venezuela Crónicas de Ángel Sastre
El testimonio del periodista Ángel Sastre cristalizado en esta novela gráfica.
Venezuela ha sido tradicionalmente un país convulso pues ha vivido desde el siglo XIX más de una decena de golpes de estado o revoluciones. Con la muerte de Chávez en 2013, su vicepresidente, Nicolás Maduro, tomó el cargo y durante su mandato el país vio agravada su inestabilidad socioeconómica y Venezuela se adentró en un vertiginoso declive.
Las elecciones de 2015 favorecieron a la oposición por mayoría, pero Maduro persistió en el puesto. El pueblo, descontento por la situación, tachó al gobierno como autoritario e inició movilizaciones y protestas civiles. La respuesta de Maduro fue contundente y el conflicto entre manifestantes y el gobierno fue profundamente violento.
El periodista Ángel Sastre, habituado a zonas de conflicto, tiene en América Latina su residencia asidua. Aunque en 2015 fue secuestrado durante nueve meses por Al Qaeda en Siria, no se quiso mantener alejado de la profesión y regresó a Venezuela para contar lo que ocurría…