jueves, abril 25, 2024

Análisis de Hogwarts Legacy

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Panini

Ya está por fin entre nosotros el esperadísimo juego basado en el Mundo Mágico descrito en las novelas de Harry Potter ¿Será verdadera magia lo que encontraremos en él? ¡Averígualo a continuación!

Tras altas dosis de ansiedad y el hype de millones de personas elevado al cubo con cada imagen mostrada, vídeo insinuante e información sugerente extraida con cuentagotas, Hogwarts Legacy, el videojuego de Portkey Games (Warner Bros. Interactive Entertaiment) desarrollado por Avalanche Software, por fin salió a la venta el pasado viernes 10 de febrero (a menos que tuvieses el acceso anticipado de 72 horas) para Playstation 5, Xbox Series X / S y PC. (En abril verán la luz las versiones de Playstation 4 y Xbox One. En julio para Nintendo Switch).

¿Ha valido la pena esperar tanto por él? Bueno, digamos que “sí” sería quedarse más corto que otra cosa, pues el estudio encargado de su desarrollo ha logrado -por tópico que resulte expresarlo- algo mágico y alucinante que, no solo deberían experimentar los fans de la saga Harry Potter (y derivados) o los fans de los videojuegos, sinó cualquier persona sin sentido del prejuicio (con total apertura al asombro) que quiera experimentar de primera mano lo que pude lograrse si se juntan las personas adecuadas a dar lo mejor de si mismos con el fin de crear algo que el resto de la gente recuerde.

¿Cómo han logrado tal hazaña? Sube a tu escoba voladora y adéntrate (sin spoilers) en las siguientes líneas:

Comenzando

Lo primero que nos encontramos al entrar a jugar son las benditas opciones de accesibilidad que nos permiten desde modificar el sonido o el tipo de imagen, al comportamiento en el combate, sumado a otro puñado de opciones destinadas siempre a afinar la experiencia de juego al mayor número de posibles jugadores.

Terminado este primer apartado y empezando “Nueva Partida“, nos adentraremos en el editor de personaje del que se ha hablado, hablará y seguirá hablando mucho (hasta el hartazgo) por el hecho de que no incluye una definición explícita del género con el que podemos crear a nuestro avatar aunque, en la práctica, la variedad de opciones a escoger son masculinas o femeninas en cuanto aspecto y lo que marca la diferencia respecto a ello es una combinación entre los peinados a escoger, el tipo de voz y si elegimos el dormitorio de los magos o el de las brujas.

Sea como sea y escapando ya del eterno debate de cómo debe enfocarse todo hoy en día para el público, lo que sí queda meridianamente claro ya desde ese mismo momento, es que estamos ante un prodigio gráfico y, si bien es cierto que no es un menú de creación tan profundo como los que ofrece From Software, tampoco es limitado y se entiende la decisión de que sea de ese modo porque no nos engañemos, lo que queremos es empezar a jugar ayer mismo, si fuese posible.

Una vez superado el “peaje” de crear a nuestro protagonistaempieza el show. Una escena cinemática nos situa ante los preparativos del inminente viaje que haremos destino la escuela de magia más famosa de la cultura pop. A partir de ahí se nos explica la naturaleza de quienes somos, nuestra excepcionalidad particular (con fines narrativos concisos) y el estado del mundo en que se desarrollará nuestra aventura.

Bienvenidos al Mundo Mágico

Mundo Mágico

Sabido esto, empieza dicho viaje que es truncado por…algo que omitiremos aquí pero que nos permite desde que ocurre hasta la llegada a la escuela, asistir al perfectamente integrado tutorial de las mecánicas principales (hechizos básicos, manejo del protagonista e interacción con el entorno) y a sentar las bases de la historia que viviremos.

Además, increíble pero cierto, resulta que la transición entre la secuencia inicial y el propio juego (por lo menos para quien esto suscribe) resulta indistinguible. Es entonces cuando comprendemos el magnífico trabajo que se ha hecho con este juego que, hasta que se demuestre lo contrario, realmente se merece el podio en cuanto a lo que la nueva generación de consolas son capaces de lograr.

Cómo ser estudiante de magia

Superada la necesaria introducción, llegamos a la celebérrima escuela de magia y lo primero que haremos (como no) seá elegir mediante el famoso ritual al respecto (que de nuevo no desvelaremos para quienes desconozcan por completo el contexto en que se desarrolla el juego; que alguien habrá) la casa a la que perteneceremos.

Una vez completado, empezaremos a acomodarnos a nuestra vida de estudiante de hechicería: Conocer a nuestros compañeros, las salas comunes y el funcionamiento de la propia escuela. Asistir a las clases y, por ejemplo, participar en duelos de magia con nuestros compañeros, son algunas de las actividades que desempeñaremos en nuestro día a día. (Nos permitiremos omitir en este análisis el vuelo en escobas o a lomos de monturas porque hay cosas que es mejor experimentar de primera mano).

Y nos detendremos aquí para hablar del hito que se ha logrado recreándola. Un verdadero prodigio que una vez nos encontramos jugando y recorriendo sus instalaciones, nos cuesta alcanzar a creer pero que, al poco de superar el asombro ante lo que estamos viendo y viviendo, certificamos como cierto: Cualquier descripción le haría flaco favor a la verdad.

La mejor manera de iniciar el curso

Ceremonia

El trabajo de rigor y respeto con el que se ha construido Hogwarts y la fidelidad al material original descrito en las novelas de J.K.Rowling es abrumador y que todo ello suceda en pantalla sin que el juego sufra por ello, asombroso. Además, si bien es cierto que el juego comparte algunas cosas con las películas (las melodías sobre todo), también es de admitir que estas no podían -debido al propio funcionamiento del medio cinematográfico– lograr la comunión casi simétrica con nuestra imaginación de lectores si hemos leído anteriormente la saga Harry Potter que sí logra Hogwarts Legacy.

Desde cuadros en movimiento constante relacionándose entre ellos (o con nosotros), hasta una orquesta sin músicos. Desde baños con insólito contenido tras su puerta a páginas de libros volando. Escaleras que se construyen y deconstruyen por si mismas y armaduras que impiden el paso. Gatos y lechuzas y sí, también ese maldito personaje que anda siempre tocando las narices a todo el personal…Y sobretodo secretos y más secretos que ocultan todavía más secretos…esto y mil y una cosa más es la materia prima de ensueño que encontraremos dentro de las paredes de la propia institución.

Claro que y para disfrutar de la experiencia al máximo, resulta que hay todavía más vida fuera del castillo

De dentro a fuera

¡y qué vida!

Cuando por fin llegamos al punto en que abandonamos por primera vez la escuela entendemos, literalmente, la enormidad del mundo en que se desarrollará nuestra aventura.

Un primer vistazo al exterior

Exterior Día

La sensación espacial y la belleza paisajística en todo su británico esplendor (casi sentimos la humedad recorriendo nuestros huesos), nos incita a querer explorarlo todo de principio a fin. A no dejar rincón sin explorar o a, sencillamente, pasear por el mero hecho de dejarnos maravillar por lo que vemos. Incluso a echarnos unas risas con la curiosa manera de “expresarse” de algunas flores u hongos (entre otras cosaS).

Desearéis que los días duren 72 horas.

Como mínimo.

Hogsmeade

El llamado “primer pueblo completamente mágico” de Gran Bretaña en las novelas, sirve aquí como centro neurálgico con el que surtirnos de materiales y aumentos para progresar durante el juego y si con los entornos antes descritos nuestro asombro era genuino, aquí sucede lo mismo.

Su fidelidad es tal al material de origen que sentiremos realmente cómo es el día a día de los habitantes del Mundo Mágico y cómo estos se comportan en relación a su propia realidad y si evitamos también aquí la mención de ciertos lugares clave, es porque la sonrisa que esbozamos al verlos recreados con fidelidad digna de estudio debe ser experimentada en primera persona.

Además, narrativamente, es el verdadero inicio de la aventura. Por tanto es importante que el jugador se prepare para todo lo que está por llegar

Conclusiones

Hogwarts Legacy no es solo un juego más inspirado en la saga Harry Potter. Tampoco se queda en la mera complacencia de satisfacer a los fans del queridísimo universo de ficción donde se desarrollan sus aventuras. No, Hogwarts Legacy es una carta de amor a la necesidad del ser humano de maravillarse y un trabajo de respeto absoluto a esa idea tan sencilla como primordial y necesaria. Con todo el rigor y mimo que tal hazaña de realización merece.

Por primera vez en años nos hayamos ante un prodigio en forma de videojuego que apela a nuestro corazón sin faltarle al respeto a nuestra razón y eso lo notamos todo el tiempo.

En una época en que se empieza a acusar repetición en las ficciones para el público generalista y en un mundo donde este mismo público empieza a notar que le toman el pelo con tanta fórmula estirada como un kilomético chicle sin aparente fin, aterriza algo que necesitábamos pero no sabíamos cuanto: Una aventura más grande que la vida con un espíritu que no se olvida de los pequeños detalles que forman parte de la misma.

¿Que más podríamos pedir? Seguramente días cinco veces más largos ¿Tal vez Quidditch? Es de suponer que su ausencia parece un as en la manga (todo apunta a su inclusión futura) más que a un torpe descuido.

Mientras eso ocurra o deje de ocurrir, no os lo penséis demasiado: Hogwarts Legacy os estará esperando.

¡Levioso!

Harry Potter, Hogwarts Legacy, J.K. Rowling, Mundo Mágico, Pc, PlayStation 5, Portkey Games, Xbox Series S, Xbox Series X
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CRÍTICA

Hechizados. Embrujados. Encantados.

RESUMEN

Las palabras poca justicia hacen a un juego que es justo lo que cabría esperar sumado a lo inesperado y elevándolo a la estratosfera. Si lo logrado con Howarts Legacy no es magia, se nos escapa qué podría serlo. Por suerte lo es. Por lo que recomendamos encarecidamente la experiencia ¡Volad a por él!

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Las palabras poca justicia hacen a un juego que es justo lo que cabría esperar sumado a lo inesperado y elevándolo a la estratosfera. Si lo logrado con Howarts Legacy no es magia, se nos escapa qué podría serlo. Por suerte lo es. Por lo que recomendamos encarecidamente la experiencia ¡Volad a por él!Análisis de Hogwarts Legacy