Reseña de Marvel Omnibus – Aliens: La etapa original 1

La mitología de los Aliens se expande en un gigantesco tomo Marvel Omnibus publicado por Panini Comics

Son probablemente las criaturas más repulsivas y mortales del universo conocido, y sus historias llevan rondando desde hace más de cuatro décadas. Ahora que la licencia de los xenomorfos está en poder de Marvel Comics, Panini Comics ha aprovechado para publicar un primer tomo de lujo con las primeras aventuras que tenían a estos seres como villanos, recopilando cómics editados desde finales de la década de los años ochenta hasta principios de la década de los años noventa. Nos llega bajo el título de Marvel Omnibus – Aliens: La etapa original 1.

Todo empezó con Ridley Scott

Es discutible si la película con la que el director Ridley Scott dio vida a una de las franquicias más jugosas de la ciencia ficción y el terror ha envejecido bien o no, pero lo que es innegable es que la influencia que tuvo tanto esta película como, sobre todo, su inmediata sucesora (esta vez con James Cameron en labores de dirección), perdura a día de hoy.

Y cuando se crea un universo tan rico como el que estos cineastas idearon, es casi imposible que estos conceptos no se expandan más allá de la saga fílmica que los originó (y sino, que se lo digan a George Lucas y su Star Wars). El mundo del noveno arte pronto llegaría a enfrentar a los xenomorfos con Predator (lo cual acabaría teniendo su eco en el cine), con Juez Dredd, con Terminator o con los miembros de la Liga de la Justicia (y tal vez pronto los veamos enfrentarse a personajes del Universo Marvel), pero en sus primeros cómics solo se pretendía expandir la mitología de estas criaturas.

Así fue como a través de multitud de pequeñas series se fue desarrollando todo un imaginario alrededor de estas perfectas máquinas de matar. Y son los amantes más cáusticos de este universo, aquellos con menos complejos, los que más van a disfrutar de estas historias y los que constantemente mirarán por encima de su hombro mientras leen, no vaya a ser que un xenomorfo se haya colado en su casa…

Obsesionados con la continuidad, alejaos

Aquel lector que vaya buscando una historia río desarrollada con coherencia en estos cómics y que forme junto con lo relatado en las películas un universo rico y continuado, que se mantenga alejado de este tomo.

En los primeras miniseries aquí contenidas, publicadas entre la segunda y la tercera entrega de la saga fílmica, nos encontramos con Newt y Hicks como protagonistas, aquellos personajes que acompañaron a la teniente Ellen Louise Ripley en su segundo enfrentamiento con los xenomorfos, años después de los sucesos ocurridos entonces.

Estas historias pretendían hacer de puente entre entregas cinematográficas, pero ya sabemos que la película dirigida por David Fincher en 1992 acabó definitivamente con cualquier esperanza de que lo ocurrido en estos cómics pudiera haber sucedido (al menos hasta que algún director como Neil Bloomkamp retome la saga con una nueva entrega que reimagine lo sucedido con estos personajes).

Pero es que además, si se mira con atención, estas historias ni siquiera son coherentes consigo mismas. Aquí no se trata de asombrarse por la habilidad de los guionistas a la hora de hilar fino y hacer world building. Aquí se trata de disfrutar sin obsesionarse con los detalles, al igual que se hacía con las historias de Conan escritas por Robert E. Howard o con el horror cósmico de H. P. Lovecraft, todos ellos relatos llenos de contradicciones. No estamos ante una obra de ingeniería sino ante un disfrute en viñetas. Además…¿acaso las películas sí guardan una continuidad con sentido?

Una gozada con algunos problemas

En general, las aventuras aquí recopiladas son una auténtica gozada para los fans de los marines espaciales y de ese ambiente tan claustrofóbico y opresivo que caracteriza a este universo, pero también para los que disfrutan de buenas historias de terror y ciencia ficción sin miedo a ensuciarse las manos.

La época en la que estos cómics fueron realizados se hace notar, pero ese sabor nostálgico es parte de la magia de estas historias. Un genio como John Arcudi es seguramente el guionista que mejor sabe sacar provecho de las posibilidades que este universo ofrece, siendo su trabajo en Genocidio lo más destacable aquí junto a las historias narradas por Mark Verheiden que abren el tomo.

Arcudi no solo profundiza en la organización social de los xenomorfos, sino que también sigue la estela argumental ya vislumbrada en las películas de cómo estos, además de ser unos bichos muy peligrosos, son también una posible fuente de riqueza para aquellos que no teman las consecuencias de meter las narices en sus asuntos (algo que se siguió brillantemente también en la siguiente historia, Colmena). Incluso se podría ver un cierto mensaje ecologista entre tanta sangre…

En el lado negativo se podrían destacar aquellas historias que sirvieron en su día básicamente para promocionar el estreno de la tercera entrega de la saga, productos claramente destinados a explotar la franquicia sin mayores pretensiones. Aún así, resulta curioso verlos a día de hoy…

En el apartado gráfico no nos encontramos con grandes sorpresas. A pesar de tener aquí una amalgama de distintos estilos no se puede decir que haya uno que destaque especialmente sobre los demás ya que son todos bastante discretos, pero siempre está bien ver los dibujos de gente como Kelley Jones, Simon Bisley o Sam Kieth.

Un tomo gigantesco

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