Disney sigue con su política de renovar sus clásicos animados, llevándolos a la imagen “real”. Ahora le toca el turno a La Sirenita. Vamos a alejarnos de controversias, para ver qué nos ofrece esta nueva versión.
Como muchos ya sabéis, La Sirenita cuenta la historia de Ariel, una bella y enérgica joven sirena con sed de aventura. Ariel, la más joven de las hijas del Rey Tritón y la más desafiante, desea saber más sobre el mundo más allá del mar y, mientras visita la superficie, se enamora del apuesto Príncipe Eric.
Si bien las sirenas tienen prohibido interactuar con los humanos, Ariel debe seguir su corazón. Así, hace un trato con la malvada bruja del mar, Úrsula, que le da la oportunidad de experimentar la vida en la tierra, lo que pone en peligro su vida y la corona de su padre.
De críticas y remakes: La Sirenita frente al espejo
No os voy a engañar, es difícil plantearse la crítica de este tipo de películas. Por una parte, aun tengo en mi mente (y en mi corazón) a todos los clásicos Disney animados (modernos y contemporáneos). Por otro lado, entiendo a la Compañía del ratón cuando quiere ampliar su público potencial con remakes de estos clásicos. Pero, en medio, estamos los espectadores.
El caso es que hay dos vertientes de opinión: los que se quedan con la primera versión de todas estas películas (El Rey León, Bella y Bestia, El libro de la Selva, etc.) y los que prefieren las versiones en imagen “real”, bien porque no las conocieron, bien porque prefieren los modernos efectos visuales. Y ambas opiniones están bien.
¿Qué más da que la película de tu niñez sea La Sirenita de 1989? Puede serguir siendo tu versión favorita y eso no quita para que disfrutes de una nueva versión. O, al menos, para que le des una oportunidad.
Otra cosa es que esta nueva versión signifique algo para los que vimos (o seguimos viendo) la de dibujos animados (en 2D, por cierto). Argumentalmente, desde luego, La Sirenita (2023) no aporta nada a lo que ya conocemos. Pero es que es la tónica que Disney sigue en todos estos remakes (excepto, tal vez, la parte final de Dumbo), por eso no debería sorprendernos.
Rob Marshall dirige una versión que nos cuenta exactamente la misma historia que conocemos (hay pequeños detalles pero la inmensa mayoría son insignificantes). Así que miremos a otro lado y busquemos donde sí innova esta película con respecto a su predecesora.
La nueva Sirenita
Partamos de la base de que esta Sirenita de 2023 es divertida, emocionante, entretenida y emotiva. Exactamente igual que la de 1989. Tengamos en cuenta, también, que aquella de finales de los 80 no es (por muy buen recuerdo que tengamos de ella) ninguna maravilla del cine. Aquella versión animada es divertida, emocionante, entretenida y emotiva. Sin más.
Es la técnica, la imagen, lo que debe llamarnos la atención (para bien o para mal, dependiendo de tus gustos y tus fobias). Ya hemos visto la virtuosidad con que los estudios contratados por Disney nos han traido a animales “reales” en El libro de la Selva o El Rey León. Y La Sirenita no nos defrauda en este sentido.
Visualmente es excepcional. Las imágenes del fondo del mar (incluída la canción de “Bajo el mar”, por supuesto) son una gozada para la vista: los animales, las plantas, los colores… todo hará que nos sintamos como sirenas o tritones, disfrutando de las bellezas submarinas.
El problema que algunos espectadores pueden tener es que en esta película, al contrario que en El Rey León, hay mucha interacción entre animales y humanos. Mucha más que en El Libro de la Selva, desde luego. Por eso, Disney ha preferido no caricaturizar a los animales protagonistas (Sebastian, Flounder y Scuttle, principalmente), lo que a muchos les parecerá bien y a muchos les parecerá mal. Si os consuela, Flounder, el pez amigo de Ariel, está mucho mejor conseguido de lo que parece en el póster promocional, tranquilos.
Y luego, por supuesto, están los intérpretes. Con Halle Bailey al frente, por supuesto, la cantante y actriz resuelve eficazmente lo que se espera de ella: es una Ariel rebelde pero tierna y amorosa, romántica pero valiente. Nos regala una Ariel encantadora a la que no nos costará cogerle cariño. Y su actuación musical es, simplemente, brillante.
Frente a ella tenemos a Úrsula, la bruja del mar, interpretada por Melissa McCarthy quien, al contrario de lo que podríamos esperar, realiza una actuación bastante comedida dado el personaje. Junto a ellas tenemos a Jonah Hauer-King como el audaz Eric y a Javier Bardem como Tritón que simplemente cumple con su papel: le sobra profesionalidad y prestancia para aparentar un caracter regio simplemente posando.
En cuanto a la música, nada demasiado destacable: las canciones que ya conocemos Y tarareamos) en un orden ligeramente diferente, además de cuatro temas nuevos que, obviamente, no están en nuestra “memoria sentimental” y, por tanto, no les damos el mismo valor.
En resumen, La Sirenita es una buena película que presumo que no tendrá demasiado éxito en taquilla pero no por falta de méritos (esto de la taquilla es un tema para hablarlo otro día). Dadle una oportunidad que, al menos, lo pasaréis igual de bien que con la anterior.
La Sirenita está dirigida por Rob Marshall (Chicago, El regreso de Mary Poppins) con un guion de David Magee (La vida de Pi, Descubriendo Nunca Jamás). Está protagonizada por la cantante y actriz Halle Bailey (grown-ish) como Ariel; Jonah Hauer-King (Uno más de la famila) como el Príncipe Eric; Noma Dumezweni (El Regreso de Mary Poppins) como la Reina Selina; Art Malik (Homeland) como Grimsby; con Javier Bardem (No es país para viejos, Being the Ricardos) como el Rey Tritón; y Melissa McCarthy (¿Podrás perdonarme algún día?, La boda de mi mejor amiga) como Úrsula.
Las canciones incluyen la música de Alan Menken (La Bella y la Bestia, Aladdin), las letras de Howard Ashman, y las nuevas letras de Lin-Manuel Miranda.
La Sirenita se estrena en España el próximo 26 de mayo.
