Reseña de Marvel Omnibus – Aliens: La etapa original 2

La mitología de los Aliens se expande en un segundo gigantesco tomo Marvel Omnibus publicado por Panini Comics

Con el primer tomo publicado de esta recopilación de historias de xenomorfos Panini Comics logró despertar el gusto por las oscuras aventuras galácticas con altas dosis de terror y acción entre sus lectores, haciendo las delicias de los fans acérrimos de la saga fílmica. Ahora, con el segundo tomo que nos llega bajo el título de Marvel Omnibus – Aliens: La etapa original 2, la apuesta es aún mayor…

Antología alienígena

Al igual que ocurría con el primer tomo, aquí nos vamos a encontrar con una recopilación de historias presentadas en orden cronológico que tratan de expandir el universo creado hace más de cuatro décadas por Ridley Scott y jugar con conceptos que en las películas se insinúan o se pueden adivinar. Ellen Ripley no está (no es del todo cierto esto), pero su presencia no es necesaria para disfrutar de episodios que mezclan el terror que suscita la existencia de unas criaturas tan abracadabrantes como los xenomorfos con ese encanto desesperanzador que tienen los relatos en los que ante el cruel comportamiento del ser humano solo cabe rezar para que acaben con nuestra especie cuanto antes…

En general nos vamos a encontrar con un poco de todo, desde cómics que podrían haber pasado perfectamente por publicaciones del extinto sello Vertigo de DC Comics hasta puras aventuras de acción pasando por sacacuartos que solo tratan de exprimir una franquicia sobreexplotada. Hay capítulos grandiosos y otros tremendamente olvidables, tenemos a autores que están ahí porque nadie encontró a alguien mejor y otros grandes nombres cuyo trabajo se ve con la admiración y la sorpresa propia de encontrarles en un campo relativamente alejado de su zona de confort.

Pero por encima de todo, tenemos un gigantesco tomo con el que no solo van a disfrutar los entusiastas de las criaturas que le dan nombre, sino que también va a ser apreciable por aquellos lectores que buscan emociones fuertes, comics refrescantes y trabajos que funcionan a un nivel un par de peldaños por debajo del nivel mainstream de las grandes editoriales de cómic americano.

Aventuras en el espacio

Durante todo un año, en doce partes de dos páginas cada una, fue publicada por Dark Horse Comics una historia que posteriormente sería recogida como one-shot titulado Earth Angel y que tiene la particularidad de que es el famoso John Byrne quien se encarga del guion y del dibujo. La historia transcurre en la década de los años cincuenta y nos presenta a un xenomorfo que parece haber haber sido gestado en un ejemplar no humano por sus peculiaridades físicas. Lo cierto es que su extraño ritmo y el hecho de que visualmente no sea una maravilla convierte a esta historia en una curiosidad más que en algo apreciable por su calidad…

Peter Milligan se une al dibujante pictórico realista Paul Johnson para una historia, Sacrificio, que sería más propia de Predator en ciertos aspectos y que sin embargo nos puede recordar a la trama de Alien 3 en lo que respecta al ambiente claustrofóbico y a la importancia de la fe, algo que también encontramos en Salvación, la historia sin duda más destacable a nivel gráfico. En esta Dave Gibbons actúa como guionista de una historia protagonizada por un devoto cocinero donde el arte corre a cuenta de Mike Mignola, Kevin Nowlan y Matt Hollingsworth.

En Laberynth nos encontramos con el doctor Paul Church, que goza de la fama por haber dejado atrás los experimentos con animales para centrarse en la utilización de xenomorfos como conejillos de indias. Sus ayudantes comenzarán a morir, dejando entrever que al buen doctor le gusta jugar a ser dios. Jim Woodring, Killian Plunkett y Rydern Windham son los encargados de esta historia en la que los xenomorfos son más víctimas que verdugos.

En el lado negativo tal vez habría que hablar de Colonial Marines, una historia que probablemente como resultado del gran número de autores que pasa por ella acaba siendo un desmadre que no termina de tener sentido. Siendo el dibujo también un apartado regular, lo que más merece la pena es el planteamiento inicial y la presentación de xenomorfos que no habíamos visto hasta ahora.

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