Al Ewing concluye su etapa al frente de los Guardianes de la Galaxia en un tomo publicado por Panini Comics en la línea Marvel Deluxe
El fin de la etapa del guionista Al Ewing al cargo de Los Héroes Más Poderosos de la Galaxia nos llega en un tomo de Panini Comics bajo el título de Marvel Deluxe. Guardianes de la Galaxia de Al Ewing 2 – Somos superhéroes, y lo hace dejando claro que todo lo escrito por este autor tiene algo único que hace que sus historias merezcan la pena.
Somos superhéroes
Cuando salvar el universo se convierte en un trabajo fijo y nadie se lo toma demasiado en serio. Esa podría ser la frase que definiría la época de Al Ewing al frente de esta cabecera. Y es que el autor lo ha vuelto a hacer. Después de un primer tomo donde ya se atrevió a coger el concepto clásico de los Guardianes de la Galaxia y meterle una sacudida cósmica, ahora nos entrega este segundo volumen con un título que es toda una declaración de intenciones: Somos superhéroes. Porque, efectivamente, los Guardianes han decidido formalizar lo suyo. Ya no son simplemente un grupo de inadaptados espaciales que salvan la galaxia casi por accidente. Ahora son superhéroes de verdad. Con todo lo que eso implica. O al menos lo intentan, porque no nos engañemos: estos tipos no serían los Guardianes si no metieran la pata una y otra vez mientras tratan de hacer lo correcto.
La historia arranca con fuerza. El Universo Marvel, como suele pasar cuando los Guardianes están de por medio, vuelve a estar al borde del colapso. Porque claro, ¿qué sería de esta pandilla sin amenazas del tamaño de planetas, dioses vengativos o guerras intergalácticas en las que es imposible saber quién es el bueno y quién es el malo? Esta vez nuestro grupo protagonista se ha propuesto ser el escudo del cosmos. Se han convertido en unos Vengadores del espacio, para entendernos, con su base de operaciones, sus misiones heroicas y su voluntad de representar algo más grande que ellos mismos. La idea es bonita, noble incluso, pero estamos hablando de un equipo donde hay un mapache cabreado con más armas que paciencia, un árbol gigante con un vocabulario extremadamente limitado y un Star-Lord recién regresado de un viaje místico interdimensional.
Aquí todo explota (literal y figuradamente). Las semillas plantadas en el primer volumen florecen y estallan. El drama, la acción y el humor se entrelazan mientras los Guardianes intentan estar a la altura de un título que, seamos sinceros, nunca se les ha dado del todo bien: el de superhéroes.
La familia disfuncional al borde del colapso (una vez más)
Lo más jugoso de este tomo es ver cómo Ewing pone a prueba al grupo en su momento más ambicioso: no se trata solo de salvar planetas o frenar a un villano de turno, sino de hacerlo como un equipo oficial, con propósito y responsabilidad. Y claro, eso es como pedirle a Mapache Cohete que no dispare primero y pregunte después. La dinámica interna del grupo se resquebraja mientras intentan gestionar una carga que tal vez es demasiado pesada incluso para ellos.
El regreso de Peter Quill tras su extraño viaje por otras realidades (que aquí nos llega ya con sus consecuencias a cuestas) añade una capa de complejidad. No es el mismo tipo de siempre, es un hombre que ha visto demasiado y que quiere aportar algo nuevo al grupo, aunque no siempre sepa cómo. Su nueva espiritualidad (sí, esa mezcla rara de guerrero, líder y hombre en paz con el cosmos) choca de frente con los viejos métodos del resto de miembros del grupo.
Y no olvidemos a Hércules, que aquí ya se ha convertido en parte esencial del equipo (y piloto ocasional). El ex-dios olímpico aporta un contraste genial, ya que sigue siendo un tipo de fuerza bruta descomunal, pero Ewing lo trata con un cariño especial mostrándonos su lado más reflexivo y filosófico. Y es que incluso un dios griego venido a menos puede intentar encontrar su sitio entre mapaches parlantes y alienígenas con poderes extraños.
El gran tema de este tomo es el intento (fallido, glorioso y desastroso a partes iguales) de los Guardianes de convertirse en algo más grande que ellos mismos. Porque si el primer volumen nos mostró cómo el grupo intentaba sobrevivir al enésimo apocalipsis estelar, este segundo nos enseña qué pasa cuando, además, deciden hacerlo con un plan y con disciplina. El resultado es un festival de tensiones, choques y alianzas incómodas. El Cuerpo Nova al borde del colapso, los imperios estelares conspirando y amenazas cósmicas que no dan un respirar. Todo lo que puede ir mal va mal. Y los Guardianes, cómo no, solo tienen dos herramientas para gestionar el desastre: el sentido del humor y las ganas de no rendirse nunca. Ewing exprime esa tensión hasta el final con éxito.
El cierre perfecto para una etapa que lo dio todo
Este tomo es, sin duda, el broche de oro de la etapa de Ewing. No hace falta haber leído mil sagas galácticas para disfrutarlo, aunque claro, si vienes del primer tomo lo saborearás aún más. Aquí todo llega a su punto álgido: las promesas, los conflictos, las amenazas y, sobre todo, el viaje emocional de estos personajes a los que es imposible no querer.
Los cruces con Imperio y con Rey de Negro causan algún problema de uniformidad narrativa, pero a la vez logran que esta serie encaje a la perfección con lo que estaba pasando en el momento de la publicación de estos números en el resto del Universo Marvel. Y, además, para contrarrestar el pequeño bajonazo que estas tramas tienen en la historia general de la serie, tenemos aquí algunos momentos realmente gloriosos, como son aquellos que tienen que ver con la aparición de Marvel Boy o la trama del Doctor Doom y Dormammu. Si buscabas un cómic que mezcle acción, humor, drama, space opera y personajes que se caen y se levantan una y otra vez, este tomo es tu parada obligatoria.
En cuanto al apartado gráfico, Juann Cabal y Marcio Takara se alternan al frente de las páginas y nos regalan un universo tan rico y explosivo como el guion requiere. Las batallas espaciales, los escenarios alienígenas, los momentos íntimos en la base de los Guardianes…todo luce como debe. Sin ser ninguno de los dos un dibujante top, a su trabajo aquí no se le pueden poner muchas pegas. La expresividad de los personajes es un punto fuerte, clave para un tomo donde tanto los diálogos como las miradas y los silencios cuentan más de lo que parece. El ritmo gráfico acompaña el tono: trepidante cuando la acción lo exige, detallado y pausado cuando toca saborear un giro dramático o un momento emocional. Las composiciones de página y el dinamismo en las escenas de lucha convierten cada número en un pequeño espectáculo dentro del gran show que es este volumen.
El tomo publicado por Panini Comics en tapa dura contiene 304 páginas a color con un tamaño de 17 x 26 cm. e incluye la traducción de la edición americana de los números del #6 al #18 del sexto volumen de la serie regular Guardians of the Galaxy además de todas las portadas de los números incluidos, una introducción escrita por David Aliaga y una pequeña sección final con material extra. El precio de venta recomendado es de 36 € y se puso a la venta en mayo de 2025.
Marvel Deluxe. Guardianes de la Galaxia de Al Ewing 2 – Somos superhéroes
La conclusión de la etapa de Al Ewing al frente de Los Héroes Más Poderosos de la Galaxia. ¡La nueva era del espacio comienza aquí! Fueron soldados, marginados, mercenarios, ladrones y familia. Fueron héroes, pero los tiempos han cambiado. La galaxia ya no necesita héroes. ¡Necesita superhéroes! Ahora, cuando escuchen la llamada, ya sea de un grupo de exploradores planetarios o del Emperador Hulkling, Los Guardianes de la Galaxia responderán.
Autores: Al Ewing, Marcio Takara, Juann Cabal, Juan Manuel Frigeri, Stefano Landini y Federico Blee