El legado de Adolfo Usero, pionero de la historieta crítica y fantástica, deja una huella imborrable en el arte gráfico nacional
El cómic español pierde a uno de sus grandes: Adolfo Usero Abellán, fallecido a los 84 años, fue mucho más que un dibujante. Figura clave del noveno arte en España, Adolfo Usero se forjó en tiempos difíciles, compartiendo sus primeros pasos con nombres como Carlos Giménez o Esteban Maroto en los hogares del Auxilio Social. Juntos fundaron el influyente Grupo de La Floresta, germen de una revolución gráfica en pleno franquismo.
Con una carrera que abarcó desde la industria nacional hasta el mercado estadounidense, Usero destacó como guionista e ilustrador en títulos como Vampirella, Creepy, Roldán sin Miedo o La Batalla de Vitoria. Su trazo, a medio camino entre lo fantástico y lo social, siempre cargó con una mirada crítica y humanista.
Además de cómics, exploró la animación y la ilustración editorial, siempre empujando los límites del lenguaje visual. Su estilo, reconocible y comprometido, inspiró a generaciones posteriores y ayudó a elevar el cómic a la categoría de arte.
Hoy, artistas y lectores lamentan la pérdida de un verdadero maestro. Como escribió su amigo Javier Gay Lorente: “Día triste para la historia del cómic español. Ciao genio, descansa en paz”.