Jason Aaron, Jesús Saiz y Paul Azaceta relatan una nueva etapa en la historia de El Castigador llena de polémica en un tomo publicado por Panini Comics en la línea Marvel Deluxe
Hace ya muchos años que Jason Aaron demostró que es uno de esos guionistas que se han ganado un lugar especial en el salón de la fama del noveno arte. Gracias a obras como Scalped o Paletos cabrones demostró lo que es capaz de hacer, pero cuando se mete en el mainstream no siempre sale bien parado. Ahora, gracias a Panini Comics, podemos ver lo que ha hecho con el personaje de Punisher junto a grandes artistas como son Jesús Saiz y Paul Azaceta en un tomo de la línea Marvel Deluxe que nos llega bajo el título de El Castigador: El rey de los asesinos.

Punisher, líder de La Mano
¿Listo para una inmersión brutal en la mente del justiciero más letal de Marvel Comics? Esta no es una serie cualquiera, ya que aquí vamos a encontrar una revisión audaz del personaje que muchos conocen por su calavera icónica. La historia arranca con un Frank Castle que ya no actúa solo. Para sorpresa de todos El Castigador entra en un terreno sobrenatural al convertirse en el líder de La Mano, la secta ninja ancestral del Universo Marvel que habitualmente se ha relacionado con el entorno de Daredevil.
Por si este cambio no fuera suficiente, Aaron nos muestra un cambio estilístico en la calavera clásica del pecho del personaje, siendo ahora un emblema más demoníaco, con cuernos y colmillos. Un símbolo que, aunque estéticamente atractivo, provocó reacciones encontradas entre los lectores, especialmente tras las polémicas del uso de la calavera por parte de grupos policiales en Estados Unidos asociados por algunos con la extrema derecha (presentes incluso en el asalto al Capitolio en 2021). La Casa de las Ideas intentó con esta idea distanciarse de esa apropiación ideológica, remodelando el logo y sumergiendo a Castle en un terreno más oscuro, ya que era necesario dejar claro que el personaje no representa esa violencia institucional. Y tal vez aquí encontremos gran parte de las motivaciones por las cuales esta historia acabó siendo lo que es…

Desmontando a Frank Castle
Aaron plantea que Frank no se convirtió en justiciero tras la masacre de su familia, sino que desde niño llevaba esa semilla en su interior. La sombra de la violencia siempre estuvo latente, y La Mano simplemente activó ese poder oscuro. Así, el tomo se convierte en una exploración existencial del personaje al preguntar si es Frank un héroe trágico o una fuerza natural de destrucción que encontró un propósito.
Esta idea no es nueva, ya que años atrás el guionista Garth Ennis (quien por méritos propios ha visto su nombre asociado intrínsecamente al de Castle) había jugado con este concepto: la muerte de la familia de Frank solo había sido la última gota que hizo rebosar el vaso. Sin embargo la forma en la que ambos guionistas han desarrollado todo esto difiere bastante de uno a otro caso, ya que mientras que en el caso de Ennis nos encontramos con una historia coherente con la propia mitología que el autor había creado, en el caso de Aaron las cosas no acaban por casar. Por cierto, gloriosa fue la etapa de Punisher que el mismísimo Jason Aaron (junto a un monstruo como Steve Dillon en esta ocasión) capitaneó hará un par de décadas tras la de Ennis con el personaje…
Pero el problema no es cargarse la continuidad del personaje. A lo largo de la historia muchos autores han cometido este pecado, y en muchos casos ha sido para bien. Si al final el resultado es un gran cómic, la continuidad pasa a un discreto segundo plano. Pero si al final la historia no acaba de funcionar por sí misma, entonces es cuando tenemos un problema.

Grandes artistas mezclados
El relato se divide entre escenas contemporáneas llenas de acción brutal donde tenemos como dibujante al genial Saiz y flashbacks narrados por Azaceta, con un estilo ligeramente más clásico y orgánico, aportando elegancia y claridad, que contrasta mucho con el trazo duro, moderno y afilado que tenemos en la línea del presente. Esa dualidad gráfica refuerza la tensión entre pasado y presente, pero también supone una ruptura estilística tan grande que actúa en detrimento de una coherencia visual interna, lo cual puede mermar la experiencia lectora.
Alrededor de Castle gira una serie de secundarios potentes, desde la sacerdotisa manipuladora de La Mano, siniestra y calculadora, que representa el alma oscura del grupo, hasta figuras míticas del Universo Marvel como Ares, el dios de la guerra, que ve en Frank una encarnación de su legado y a la vez su rival directo, o incluso personajes como Daredevil, Doctor Extraño, Capitán América, Viuda Negra, Caballero Luna o Logan, que aparecen por estas páginas en momentos clave.
A nivel narrativo, Aaron no teme romper normas. Frank pasa de ser un justiciero urbano a convertirse en monarca de una red asesina internacional y la trama mezcla batallas ninja con dilemas morales: ¿puede seguir siendo un símbolo de justicia si dirige una secta de muerte? El guionista se atreve a cuestionar la identidad del personaje, planteando que su guerra interna es más poderosa que su odio externo.
Pero la osadía de Aaron va mucho más allá de atreverse a cambiar aspectos clave del personaje (tanto estéticos como internos) y desarrollar una trama moralmente difícil de digerir. En el tramo final del tomo el guionista pisotea algunas reglas de oro en lo que a historias de Punisher se refiere y, al igual que ocurre con alguno de los cambios realizados, esto no acaba de sentirse bien. Todo, hasta resucitar a personajes cuya muerte se ha respetado durante décadas, se puede perdonar cuando se hace por una buena razón (Ed Brubaker lo hizo con Bucky Barnes). Pero si el resultado no acaba de convencer, de nuevo, tenemos un problema…
A pesar de todo, la historia contenida en este tomo es altamente disfrutable. Sí, en algunos momentos trata de coger más de lo que puede abarcar y eso pesa mucho al final, pero Aaron sigue siendo un gran guionista y ha plagado este cómic de momentos grandiosos. Además disfrutar del trabajo de Saiz y Azaceta, aunque su mezcla pueda resultar artificial, es otro gran punto a favor de este tomo.
El tomo publicado por Panini Comics en tapa dura contiene 408 páginas a color con un tamaño de 17 x 26 cm. e incluye la traducción de la edición americana de los doce números de la serie limitada Punisher, además de todas las portadas de los números incluidos, una introducción escrita por Raúl López y una entrevista a Jesús Saiz al final. El precio de venta recomendado es de 48€ y se puso a la venta en julio de 2025.

Marvel Deluxe El Castigador: El rey de los asesinos
¿El final de la guerra de El Castigador? Nacido de la tragedia. Dedicado a la guerra. Imparable en su rabia. Como El Castigador, Frank Castle se ha convertido en el asesino más consumado que el mundo haya visto jamás. Ahora es el momento de que se enfrente a su verdadero destino. ¿Qué impactante secreto del pasado de Frank lo convencerá de tomar las riendas del clan de asesinos más notorio del Universo Marvel? Y una vez que Frank se convierta en el señor de La Mano, ¿significará también el fin de El Castigador? Una exploración épica del pasado, oscuro y violento, y el futuro inevitable de uno de los personajes más icónicos de Marvel.
Autores: Paul Azaceta, Jesús Saiz y Jason Aaron


