Hoy es viernes, día de estrenos. Si nos acercamos al cine, nos encontraremos con novedades del género fantástico y de acción en la cartelera, como Underworld: El despertar o Bajo amenaza, entre otras. Pero, para los que este finde prefieran mantita y palomitas, esta Casa hace su sugerencia en ELVideoclub. Amigos de lo fantástico, esta semana se recomienda: Big Fish.
“¿Alguna vez has oído un chiste tantas veces que ya no sabes por qué tiene gracia? Y un día lo oyes otra vez y de repente es nuevo. Entonces recuerdas por qué te gustó tanto la primera vez.” Eso es lo que le pasa al hijo de Edward Bloom en Big Fish, que ha escuchado tantas veces las historias que su padre ha contado a lo largo de su vida que han perdido su esencia.
Will Bloom, el hijo de Edward Bloom, se enfada con su padre el día de su boda, cuando escucha sus historias por enésima vez. Harto ya de tantas fantasías en sus cuentos Will deja de hablar a su padre por años. Pero cuando Edward cae enfermo, Will ha de volver a casa, ocasión que aprovecha su padre para contarle sus historias a su nuera.
En esas historias Edward nos cuenta como dejó atrás su pueblo natal para ir a desarrollar sus mayores ambiciones. Pero ese viaje inicial no lo hace solo, sino que lo hace acompañado de Karl, un gigante incomprendido. Durante el viaje atraviesa un bosque encantado que da a parar a un pueblo con gente muy pintoresca. Entre las personas que conoce se encuentran un poeta llamado Norther Winslow y una niña llamada Jenny a la que promete que algún día regresará.
Tras abandonar el pueblo llega junto con Karl a un circo. Es aquí donde sucede uno de los momentos más importantes de su vida. Allí conoce a su gran amor. “Dicen que cuando conoces al amor de tu vida el tiempo se detiene, y es verdad, lo que no te dicen es que cuando se pone en marcha lo hace aún más rápidamente para recuperar lo perdido”.
El problema es que ella desaparece antes de que él pueda intercambiar ni una sola palabra con ella. ¿Cómo conseguirá saber quién es? Afortunadamente, Amos, el dueño del circo, conoce a la chica y a su familia. Así que Edward y él llegan a un trato: trabajará en el circo tan solo con la condición de que le dé información de la joven cada final de mes. El problema es que la información que le da es muy superflua. Un día, por casualidad, Edward descubre que Amos es un hombre lobo, pero no le mata. Y es gracias a este gesto que Amos al fin le revela todo lo que quiere saber sobre la chica de la que se ha enamorado, empezando por su nombre: Sandra.
Edward se presente un día ante la puerta de Sandra en la universidad en la que estudia, y lo hace con un regalo muy especial. Sus flores favoritas: los narcisos. Pero no le lleva un simple ramo, como podéis ver en la imagen
Pero no será fácil conquistar el amor de Sandra, pues ella está prometida con Don Price, un chico del mismo pueblo de Edward que no dejará que se la quite así como así. Pero, cosas del amor, Sandra se pone del lado de Edward y acaba rompiendo su relación con Don. Y vuelve a surgir un nuevo obstáculo en la felicidad de Bloom. Es reclutado por el ejército y le mandan a servir a Corea. Allí conoce a un personaje (o unos personajes) también emblemático del film. Se trata de las siamesas Ping y Jing, unidas por la cintura. Estas hermanas ayudan a Edward a volver a Estados Unidos junto a su amada.
Will Bloom está tan molesto con su padre porque cree que se inventa demasiadas historias, que le pide, por favor, que le explique la verdad de una vez por todas. Pero para Edward, esas historias son su verdadera vida. Durante la niñez de Will, su padre estuvo poco en casa, debido a los muchos negocios que llevaba a cabo para poder mantener a su familia. Por lo que Will, sospechando que su padre le ha sido infiel a su madre y que tiene otra familia, decide investigar por si mismo. Da a parar con Jenny, la niña que conoció Edward en aquel pueblo y a la que prometió regresar. Es gracias a la pasión que Jenny pone al hablar sobre las cosas maravillosas que ha realizado Edward por tantas personas que Will, al fin, se empieza a convencer de que su padre no se inventa sus historias.
Llegados a este punto, no me gustaría desvelaros el auténtico final de esta película. Por eso, si es que aún no la habéis visto, dejaros envolver por las fantásticas historias de Edward Bloom y llegad hasta el final para poder ver si su hijo se ha dejado contagiar por ese entusiasmo que pone Bloom al narrar su vida.
Big Fish es un film dirigido por la extravagante mente de Tim Burton, y le da ese toque especial que tiene él. En el reparto podemos contar con Ewan McGregor interpretando al joven Edward Bloom, y a Albert Finney cuando es mayor. Billy Cudrup es el poco crédulo hijo de Edward, Will. Jessica Lange da vida a Sandra de mayor, y para la joven Sandra contamos con Alison Lohman. También es descatable el actor Steve Buscemi interpretando al poeta Norther Winslow que más adelante se convierte en socio de los negocios de Edward. Y aunque en esta película no aparece Johnny Deep, no podía faltar la otra musa de Burton, su esposa Helena Bonham Carter, haciendo el papel de la joven y mayor Jenny. Está basada en el libro homónimo del escritor Daniel Wallace. Recibió la nominación a cuatro nominaciones a los Globos de Oro y una a los Óscar.
La magia de esta película es la de que todos podemos ser capaces de darle un toque especial a nuestras rutinarias vidas. Todo depende del punto de vista que le demos a nuestras historias cuando las narremos. Si queremos que nuestra vida no sea aburrida, tan solo está en nuestras manos.
“Un hombre cuenta sus historias tantas veces que al final él mismo se convierte en esas historias. Siguen viviendo cuando él ya no está. De esta forma, el hombre se hace inmortal.”
