Editado en 2009 en tierras americanas, llegado en agosto del año pasado a España y afrontando una difícil tarea como es la de traer de vuelta, para muchos el Flash más carismático, al CSI y héroe Barry Allen; que en la modesta opinión de quien escribe y sin ser fan del mismo, DC consigue de sobra el propósito además de mostrar el interior de un personaje a la vez que da consistencia a su vuelta y a las partes oscuras de su pasado.
Lo primero que se encuentra en las primeras páginas del cómic es una fiesta a lo grande por la vuelta del héroe escarlata. Tanto héroes como La Liga de La Justicia de América como los Teen Titans arreglan sus cuarteles para ofrecer sendos homenajes a la par que otros personajes no tan buenos como Cudder o el Capitán Frío parecen ansiosos, y a la vez nostálgicos, por su vuelta.
A lo largo de los seis números, el argumento sigue el esquema de una sinfonía in crescendo, que este ,lo mismo que el personaje va arrancando y avanzando de una manera muy ágil y entretenida a la par que profundiza en la psique de Barry Allen y todos sus conocidos.
Personalmente me sorprendió la profundidad que se le da a un personaje que yo creía frívolo, graciosete y que solo corría mucho. Se aprecia su lucha interna contra los fantasmas del pasado y en principio su desconcierto al volver de manera inesperada y para muchos impensable tras su sacrificio frente al Antimonitor. A la vez que Barry aprecia cómo el mundo ha avanzado durante su “partida” y cómo tiene adaptarse a esta nueva situación y desvelando por fin el misterio de la fuerza conocida como Speed Run.
Pero no solo habla de Barry Allen, sino también de su familia, como su mujer Iris que tanto le ha echado de menos, a la vez que su amor sirve como “pararrayos”, el Flash actual Wally West junto a sus hijos , el joven Burt Allen (conocido en la pequeña pantalla por la serie Smallville) y los veteranos corredores Jay Garrick y Max Mercury y su vínculo con la Speed Run.
Como todo cómic que se precie tiene lugar la aparición de villanos en la trama principal como son Savitar, Gorila Grod (que más bien sigue los pasos del protagonista desde Ciudad Gorila) y ¡cómo no!, el villano que se creía muerto y artífice del malvado científico del futuro el Doctor Zoom.
No solo aparecen villanos sino también algunos miembros de la Liga de la Justicia, en especial Green Lantern que tiene una interesante conversación con el corredor escarlata y de un carácter bastante profundo. También hay algunas apariciones de fondo de algunos miembros muy destacados pero en conjunto son claves para resolver cierto asunto capital para la historia.
Quisiera observar que existen momentos en los que aparece sangre, pero nunca de manera gratuita, sin excesos y siempre ajustado a lo que se está contando. Por lo tanto puede decirse lo que siempre se ha dicho, que los cómics no son para niños sino más para adolescentes o incluso adultos.
Me gustaría resaltar la calidad de los dibujos de la mano de Ethan Van Sciver y la complejidad del guion de Geoff Johns que consigue dos cosas en mi opinión fundamentales: hacer disfrutar a los seguidores más acérrimos del personaje cubriendo de manera razonable los agujeros negros del pasado, repasar los hechos capitales en la vida del personaje y además darle protagonismo interesante a los demás corredores. Y en cuanto a los no tan acérrimos como yo, lleva a acercarse y prestar atención a las publicaciones de este personaje de DC que desconocía en profundidad. Por lo pronto el tomo recopilatorio vale 17,95 Euros y decir que en EEUU, Barry Allen ha recogido el testigo de Wally West por el momento.
